Bolt abrió el paraguas, dos años atrás en el Mundial de Daegu una salida en falso lo dejó fuera de la final de 100 metros, lo que permitió que otro jamaiquino, Yohan Blake, ganara con un tiempo “más humano”: 9.92 segundos. Bolt abrió el paraguas, Blake no defendería su título mundial, una lesión muscular lo había dejado fuera. Tampoco estaría Asafa Powell, no pasó un control antidoping. Sin ellos el máximo rival de Bolt era él mismo, y el estadounidense Gatlin, bronce en Londres 2012.  

Las cámaras enfocaron uno a uno a los corredores mientras los presentaban, tocó el turno de Bolt, que tiene acostumbrado al público con su pequeño show. Sacudió un paraguas imaginario, lo abrió y miró por fuera para ver si llovía. Y llovía en Moscú. 

La final la corrían cuatro jamaiquinos (Bolt, Carter, Bailey-Col y Ashmeade), dos estadounidenses (Gatlin y Rodgers), el británico Dasaolu y el francés Lemaitre (el único corredor blanco).  

El tiempo de reacción de Gatlin y Bolt fue idéntico: 0,163, los primeros 50 metros fueron muy parejos, pero Bolt es Bolt y no hay otro ser humano más rápido que el en el mundo. El tiempo final fue 9.77 con lluvia y algo de viento en contra. Segundo entró Gatlin con 9.85 y tercero Nesta Carter con 9.95, logrando su primera medalla individual, ya que sus únicas preseas las obtuvo en el equipo de Jamaica en la prueba de relevos.  

Con esta victoria Bolt igualó el record histórico de Maurice Green al conseguir cuatro oros mundiales entre las pruebas de 100 y 200 metros. El mundial recién arranca para Usain, ahora le queda los 200 metros y la prueba de relevo 4x100 metros.  

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