"Jamás me he arrepentido"
Arruabarrena habló sobre su carrera y muchas decisiones tomadas en su vida. (Primera parte)
Comenzó su carrera como delantero, pero rápidamente lo pasaron al fondo de la cancha donde demostró seguridad y compromismo. Rodolfo Arruabuarrena debutó con 17 años gracias al Maestro Tabárez en Boca. Las apuestas a la dirección técnica por Bilardo y Menotti no funcionaron, y el “Vasco” vio como el vestuario lentamente se comía a los dos máximos referentes del fútbol argentino.
A pesar de los dos goles que anotó al Palmeiras en la final de ida, el equipo terminó empatando 2 a 2. En el partido de vuelta, el empate persistió y los penales le jugaron una buena pasada al equipo bostero que se coronaba campeón tras 22 años de sequía. Seis meses antes de la final su pase a Villarreal ya estaba concretado, y para ahi partió a medidados del 2000. Las cosas no resultaron fáciles, al igual que en Boca la dirigencia hacía años que buscaba pegar el salto y consolidarse como un equipo importante. Varios años raspando el descenso, y finalmente el punto cúlmine con la dirección técnica del chileno Pellegrini. Luego la vuelta a nuestro continente, el retiro y su nueva etapa como entrenador. De toda su carrera hablamos con el argentino en Los Céspedes.
- Subiste a la Primera de Boca en un momento que parecía complicado, ¿era un "cabaret" como decía Diego Latorre?
La frase de Diego fue posterior a mi debut, habían pasado cinco o seis años. Es verdad que debuté con diecisiete años, el Maestro de entrenador. Después pasó Habegger dos o tres meses y cuando vino Menotti tuve más continuidad. Políticamente la idea del club no era la actual, la de sacar sus jugadores del club, sino que era la de comprar. Se hacía díficil para los chicos de la cantera, pero debutar con diecisiete años en Boca es muy especial.
- ¿Qué significaron Menotti y Bilardo como técnicos?
He tenido la suerte de tener los mejores entrenadores del fútbol argentino, o los más laureados o de mayor renombre. De todos, si bien son frases hechas, de todos sacas algo positivo o negativo. Tanto César como Carlos han sido importantes.
-¿Son dos paradigmas del fútbol?
No te creas. Hay diferencias notables pero en algunos aspectos coinciden. El tema es que tenés gente de un lado y gente del otro, se va generando una disputa de un estilo o de otro. Los dos me dejaron cosas positivas y trato de utilizarlas como entrenador.
-Tanto César como Carlos, ¿volvían locos a los jugadores con los detalles?
Bilardo, sí; Cesar es totalmente a la inversa. Cada uno tiene su estilo, le dieron resultados tanto a Carlos como a César. Han sido campeones del mundo y hemos podido disfrutar de equipos con sus estilos.
- Jugaste con Maradona, ¿qué significó para vos?
Tuve tres etapas con Diego. Con el "Bambino" fue la última, con Carlos Bilardo y Silvio Marzolini. Es algo especial; lo que es tener a Maradona al lado implica pasar de tener diez periodistas a tener treinta, en lugar de cincuenta personas esperándote tenés ciento cincuenta. También lo que genera al grupo, es un buen jugador que defiende a muerte a sus compañeros.
- ¿Es verdad que en su último partido le cantó los cambios al Bambino?
Sí. Boca venía perdiendo 1 a 0 y no estábamos jugando bien. Al entrar al vestuario pidió el cambio, hizo otro cambio. Después ganamos 2 a 1 con el último gol de Martín de cabeza.
- ¿Le costó al "Bambino" convencerte para que jugaras de volante en un Superclásico?
No, no, lo escuché al "Bambino" y me parece que tiene poca memoria. Era una necesidad, un clásico en cancha de Boca. Román no estaba jugando, me pidió que jugara de volante. Jugando en Boca jugaba en cualquier lado, aparte no me cambiaba mucho, el único cambio era que recibía de espaldas.
-Te dio suerte jugar de volante, anotaste un gol...
Na, fue de pelota parada, pero sí hice un buen partido. River ganaba 1 a 0, jugando mejor que Boca. Era esa etapa en la cual River conseguía campeonatos y Boca conseguía resultados en los clásicos. River jugaba mejor pero Boca ganaba y esa no fue la excepción. En el primer tiempo, River fue mejor y ganaba 1 a 0, al comienzo del segundo tiempo, Salas tiene un penal y lo erra. Después creo que Cagna hizo un gol, Martín otro y ganamos 3 a 2.
- ¿Que cambió Bianchi al llegar a Boca?
Está en la situación de las declaraciones de Diego Latorre. Venía el Mundial, Francia 98, y comenzamos a entrenar con Ischia y con el profe Santelli; Carlos comenzó después de terminar el Mundial. Qué voy a decir, no puedo dar una opinión porque sería mentir. Soy amigo, tengo una relación , es un técnico que me ha dado mucho, tengo una amistad y es un referente. Boca pudo asimilar lo que él quería dentro del campo, coincidió con un grupo de jugadores que estaba en su mejor momento futbolístico y logró las cosas que se lograron.
- ¿Sentís que a veces se subestima el juego del equipo de Boca, por machete o defensivo?
No, los números están ahí. Palermo, en el primer campeonato, hizo veinte goles y era Boca. Tenía cualidades, sabía defender bien pero teníamos jugadores de mucha calidad. Román, Guillermo, Martín, Cagna, Basualdo; había muchos jugadores.
- Jugando tan atrás en la cancha te diste el lujo de hacer goles importantes en tu carrera. ¿Tenía algo que ver con tu inicio jugando de delantero?
Comencé jugando de delantero, pero al llegar a la novena división, era central; puede ser, además... tenía suerte. En el tema del juego aéreo iba bien arriba y era el más chico comparado con otros jugadores de mi equipo. Generalmente me aprovechaba de eso, era bastante rebotero en el tema de segundas jugadas.
- ¿Qué significó hacer dos goles en una final de Copa Libertadores?
Es especial, teniendo en cuenta que en club en el que estás jugando sos hincha, naciste, creciste, te has educado ahí; y teniendo en cuenta que Boca hacía mucho tiempo que no podía lograr ese tipo de competiciones. También por lo que después fue. He tenido la suerte de hacer muchos goles, alguno de ellos importantes, esos son los más importantes; también he hecho goles importantes en el Villarreal, pero uno es hincha de Boca, entonces te queda la sensación que son los más lindos, aunque no haya sido tan así... Sí fueron los más importantes.
- Tras la final de la Libertadores te fuiste para España, ¿te dolió no haber podido jugar la Copa Intercontinental? ¿Cómo viviste ese partido? ¿Lo sentiste como un triunfo propio?
Estaba arreglada la salida antes, firmé con el Villarreal a finales del '99 y me quedé seis meses más. Se logró la Copa, estaba pactado. No me podía quedar; tomé una decisición, no me arrepiento y jamás me he arrepentido.
¿Cómo viviste la final?
Estaba entrenando con Diego Cagna y cuando salí comenzaba el partido. En el transcurso del viaje, el primer gol y el segundo gol, cuando llegué a casa había terminado el primer tiempo. El día anterior había hablado con Carlos Bianchi y Cristian Traverso, no lo sentía como un logro propio. Sentía alegría por el grupo que yo había defendido años anteriores pero era mérito de esos jugadores.
- Llegaste a Villarreal recién ascendido, ¿alguna vez pensaste que te ibas a meter en la historia grande del club?
A todos nos gusta la plata, pero el prestigio y quedar en la historia del club creo que es lo más bonito para un jugador o entrenador. Venía de Boca habiendo logrado cosas importantes, de ser el club más importante de Argentina. Me encontraba con un club que venía de un ascenso, un descenso y volver a ascender, con gente responsable y muy seria detrás del proyecto. Se contrataron jugadores importantes, se hizo un buen campeonato a punto de clasificar a UEFA. Después vinieron años complicados a punto de sufrir el descenso. Con la llegada de Paquito Floro, después con la llegada de Manuel, teníamos otra experiencia y otro prestigio en competiciones europeas.
- Siendo una cuidad tan chica como Castellón, ¿cómo se vivían los festejos cada vez que se lograba algo?
Tranquillo. Cuando yo llegue en el 2000 el hincha más joven tendría sesenta años, pero muy generoso. Vos veías a la gente que iba a la cancha y parecía que iban a un teatro. Al conseguir este tipo de logros en lo deportivo, se va actualizando y ves más juventud. Cuando estábamos jugando la Champions, al tener muchos argentinos y sudamericanos en el plantel, se oían cánticos más sudamericanos.
-¿Te gustaba más esa forma de sentir del hincha?
Si lográs las cosas es todo muy lindo, ahora, si no se dan los resultados preferís la gente del Villarreal. Nosotros perdíamos y había una persona allegada al entrenamiento diario que te daba ánimo. Capaz habías perdido 3 a 0, creo que tiene que ser eso. Después cuando estás jugando cuartos de final o la semifinal de Champions, jugando de local te matan a pedradas tu autobús. Pensás, ¿qué está pasando acá?, generalmente es al revés. Villarreal es un club bárbaro, una ciudad hermosa y la gente es espectacular.
- Un día de estadio lleno, ¿no quedaba nadie en el pueblo?
Ha crecido la ciudad, pero tenía mas o menos cerca de terinta mil habitantes y el estadio tenía capacidad de veinte mil personas. Un día de estadio lleno no quedaba nadie en el pueblo, un "chorro" agarraba y robaba todo. Es una ciudad chica, la entrada son industrias de cerámicas pero es linda. Tiene buenos restaurantes y ha crecido mucho. En esa época en el estadio estaba casi toda la ciudad. También están Castellón y Valencia cerca, donde mucha gente venía a ver los partidos pero las casas quedaban muy solas. Si caminabas un poco rápido, te podías ir de la ciudad.
- ¿Pellegrini fue una grata sorpresa en tu carrera? ¿Cómo es como técnico?
Nosotros sabíamos, tenés amigos, conocidos, representantes, como en Uruguay, en Argentina todos se conocen y teníamos buenas referencias de Manuel Pellegrini y Ruben Cousillas. No nos encontramos con otra cosa, un muy buen entrenador que le gusta el buen juego, le gusta trabajar y los resultados están a la vista.
Es un tipo serio. Capaz si hace una broma no le queda bien. Un tipo franco, cada tanto hablamos aunque hace bastante no lo hacemos. Me pone contento su situación en la actualidad porque son tipos que han trabajado bastante.
Hasta aquí la primera parte de la entrevista a Rodolfo Arruabarrena. En la segunda parte hablará de su vínculo con Forlán y de los problemas entre sus amigos Riquelme y Palermo.