El horario de los partidos y alguna rispidez entre ciertos jugadores y el “Chavo” Shaw, entrenador graserino, tienen a maltraer al equipo de Pocitos. De todos modos, hace cuatro partidos que no pierden, deben una fecha para terminar el campeonato y el presidente del club prometió refuerzos para el próximo torneo.

Los Roque Graseras Bulls tuvieron una muy buena primera incursión en el fútbol amateur. Son un grupo de amigos que una noche a principios de 2012 decidieron llevar a cabo el sueño de muchos: un equipo de fútbol. Más allá del deporte, el nombre, la indumentaria y toda actividad social entorno al juego fueron la excusa perfecta para juntarse en la sede de Roque Graseras y Scosería cada fin de semana.

Cierto que los resultados acompañaron. Tras un Apertura regular, los Bulls se quedaron con las ganas de campeonar en el Clausura, pero ocuparon puestos de ascenso, aunque no directo. Llegó la mañana de la promoción con Cermeza, y por penales, los Bulls, en su primer año en la Liga Montevideo, alcanzaron su primer logro: el ascenso a la divisional D.

Pero la nueva divisional no recibió al equipo de Pocitos con los brazos abiertos. A pesar de la nueva indumentaria, roja de pies a cabeza, los Roque Graseras Bulls no han podido intimidar en el campo de juego. El horario de los partidos ha jugado en contra de todos aquellos que como el Bambino Veira, le pondrían un toldo al día para que siempre sea de noche. Además, el bajo rendimiento de las figuras del 2012 también hicieron mella en el conjunto de Pocitos.

Mientras tanto, por si fuera poco, en la interna es un secreto a voces el mal relacionamiento de algunos futbolistas, caso de Cortés y Acosta y Lara, con el entrenador, el "Chavo" Shaw. De todos modos, el DT los mantendría en el plantel de cara al Clausura y aseguró tener elaborada la lista de jugadores que deberán pasar por el chalet para ser informados que no seguirán en el club.

Para el Clausura, el presidente Comas avisó que traerá refuerzos de experiencia y calidad. Se lo ha visto en arduas negociaciones con posibles futbolistas, pero la institución graserina, y su cúpula mayor, se manejan con mucho hermetismo: por el momento, las contrataciones, están guardadas bajo llave por el presidente y el vicepresidente, Nóblega.

El conjunto graserino espera con ansias el final del Apertura, para meterse de lleno en lo que será el próximo campeonato. Los Roque Graseras Bulls no pierden la esperanza de cambiar la pisada. Además, toda la parcialidad graserina se lo exige, y ante la presión, los muchachos responden. Luego del mensaje que le dejó la barra a los jugadores, fueron todos triunfos o empates. “Ganen, o hay balas para todos”, se pudo leer en la pancarta que la Barra Bull colocó en Roque Graseras y Scosería.