Si el arranque de Barcelona, con siete victorias en siete partidos jugados, es histórico, ¿qué queda entonces para Atlético Madrid? El equipo del “Cholo” Simeone abrochó el mismo récord que los catalanes, y son líderes con puntaje ideal. Pero la séptima victoria tiene un sabor especial: en el clásico madrileño y de visitante.
 
El gol de Diego Costa -tras delicioso pase de Koke- a los 11’ desató la locura colchonera, confirmando el buen momento del equipo en este torneo, continuidad de la gran temporada pasada. El brasileño, junto con el “Guaje” Villa en ofensiva, hace olvidar rápidamente la ida de Falcao a Mónaco, y con la actuación de hoy demostró, para los que tenían dudas que es flor de jugador. No en vano lo quieren para jugar en la selección de España.
 
Además de este arranque fenomenal, Atlético rompió una racha muy negativa en los derbys jugados en el Bernabéu. No ganaba por la Liga desde el año 1999, cuando se impuso por 3 – 1 con doblete del holandés Jimmy Floyd Hasselbaink y el restante gol de José Mari, aquel 9 español que supo jugar en Milan.
 
Yendo al partido (al partidazo), la victoria fue merecida para Atlético Madrid, que contó con un gran trabajo táctico para neutralizar a la ofensiva merengue, y que además convirtió en figura al arquero Diego López. Real Madrid tuvo sus chances, pero el buen trabajo defensivo (con Godín como titular) y las buenas intervenciones de Courtouis mantuvieron el cero.
 
Cristian “Cebolla” Rodríguez llegó a ser parte de la fiesta, al ingresar a los 88’ por Arda Turán. José María Giménez estuvo en la lista de concentrados para el partido, pero finalmente no formó parte del banco de suplentes.