Saboreando
La revancha y victoria de atrás sobre Old Christian´s le otorgó el título del Torneo Uruguayo de Rugby a Old Boys.
En la tarde fría y lluviosa del domingo, con aproximadamente cuatro mil espectadores e hinchadas que agregaron color a la fiesta, Old Boys y Old Christians se midieron en la final del Torneo Uruguayo de Rugby.
Las condiciones complicaron el juego que comenzó muy cerrado y recién a los 30 del primer tiempo se abrió el marcador con penal para Old Christians. Los azules se mostraron más firmes y prolijos pero, a pesar de ser quienes se acercaron más al in goal en la parte inicial del partido, solo lograron sumar con penales. Old Boys sufría con errores en lines y manejo de pelota que lo retrajeron en posesión y en el marcador, yendo al descanso 6-0 abajo.
La segunda mitad mostró mejoras en los rayados pero las infracciones sigieron entregando penales a Old Christians que llegó a ponerse 12 a 3 en el minutos 57. Sin embargo, todo iba a cambiar. En dos jugadas cercanas el árbitro mostró amarilla a dos jugadores azules dejando a Old Boys con una importante ventaja. Estos hicieron ajustes en su juego, afinaron las ejecuciones y suprieron aprovechar las oportunidades para rápidamente apoyar dos tries y pasar al frente en el marcador. Sus rivales no se rindieron y siguieron luchando pero el 20 a 12 obtenido era muy difícil de recortar y así fue.
Old Boys finalmente tomó revancha de la final de 2007 en la que Old Christians lo había derrotado. Como en 2010, los del British obtuvieron el título y lo festejaron fervorosamente, tanto que hubo que pedirles en repetidas ocasiones a los jugadores que fueran a recibir la copa.
Old Boys 20: 44' y 66' penales de Albanell, 69' try de Bombo con conversión de Abanell y 73' try de López con conversión de Albanell.
Old Christian´s 12: 30', 40', 49' y 57' penales de Favaro, 65' amarilla para De león y 68' amarilla para Bowles.
Como es costumbre, la violencia no se hizo presente en el espectáculo del rugby pero es de lamentar algunas acciones fuera de lugar de parte de la hincha de Old Boys, como la pirotecnia cuando el equipo rival pateaba a los palos y el cartel con una gallina de Old Christians pintada.
Detalles que empañan una fiesta casi perfecta en la que la gente disfrutó, alentó y más allá de haber ganado o no, fueron muy bien recibidos en el Estadio Charrúa.
Las condiciones complicaron el juego que comenzó muy cerrado y recién a los 30 del primer tiempo se abrió el marcador con penal para Old Christians. Los azules se mostraron más firmes y prolijos pero, a pesar de ser quienes se acercaron más al in goal en la parte inicial del partido, solo lograron sumar con penales. Old Boys sufría con errores en lines y manejo de pelota que lo retrajeron en posesión y en el marcador, yendo al descanso 6-0 abajo.
La segunda mitad mostró mejoras en los rayados pero las infracciones sigieron entregando penales a Old Christians que llegó a ponerse 12 a 3 en el minutos 57. Sin embargo, todo iba a cambiar. En dos jugadas cercanas el árbitro mostró amarilla a dos jugadores azules dejando a Old Boys con una importante ventaja. Estos hicieron ajustes en su juego, afinaron las ejecuciones y suprieron aprovechar las oportunidades para rápidamente apoyar dos tries y pasar al frente en el marcador. Sus rivales no se rindieron y siguieron luchando pero el 20 a 12 obtenido era muy difícil de recortar y así fue.
Old Boys finalmente tomó revancha de la final de 2007 en la que Old Christians lo había derrotado. Como en 2010, los del British obtuvieron el título y lo festejaron fervorosamente, tanto que hubo que pedirles en repetidas ocasiones a los jugadores que fueran a recibir la copa.
Old Boys 20: 44' y 66' penales de Albanell, 69' try de Bombo con conversión de Abanell y 73' try de López con conversión de Albanell.
Old Christian´s 12: 30', 40', 49' y 57' penales de Favaro, 65' amarilla para De león y 68' amarilla para Bowles.
Como es costumbre, la violencia no se hizo presente en el espectáculo del rugby pero es de lamentar algunas acciones fuera de lugar de parte de la hincha de Old Boys, como la pirotecnia cuando el equipo rival pateaba a los palos y el cartel con una gallina de Old Christians pintada.
Detalles que empañan una fiesta casi perfecta en la que la gente disfrutó, alentó y más allá de haber ganado o no, fueron muy bien recibidos en el Estadio Charrúa.