A tiempo
River se durmió, Juventud le remontó un 2 – 0 pero tuvo resto para llevárselo cerca del final. Olaza hizo el golazo definitivo.
Sufrió mucho River. Pero esta vez los de Almada no dejaron escapar la posibilidad de recortarle puntos a Nacional y de superarlo en el Apertura. Antes, controlaba el partido tras ponerse 2 – 0 pero Juventud se lo igualó. Sin embargo, River despertó a tiempo y sobre el final una polémica falta en la medialuna del área le permitió a Olaza desatar la locura de sus hinchas. Juventud terminó con ocho hombres.
El local arrancó mejor pero rápidamente cayó en las imprecisiones y las desprolijidades que caracterizaron al primer tiempo en el Saroldi. Los volantes externos (hoy Techera y Alaniz) aparecieron muy desconectados y los volantes centrales no encontraban la forma de hacerle llegar el balón limpio a Michael Santos y a Alexander Rosso.
Juventud, por su parte, se dedicó a esperar y contragolpear. Con Otreras parado de enlace y Blanes abierto en la izquierda, más el aporte de José María Franco en lo aéreo, el pedrense aprovechaba cuando los laterales darseneros se iban al ataque aunque en pocas ocasiones lograron tener profundidad.
De todas formas, la etapa inicial tuvo muy poco fútbol pero un River que quería ser protagonista. La más clara la tuvo Michael Santos tras un desborde de Techera, pero su cabezazo salió débil y no encontró el arco.
Cuando los equipos entraban en la recta final del primer corto, a los 41 minutos de juego, Alaniz se encontró con otro buen centro de Techera y esta vez, a diferencia de su compañero, remató con el pie y puso el primer gol del partido. El balón tocó el piso y luego se elevó, complicándole la visión a Martín Góngora que no llegó a sacarla.
El 1 – 0 le daba a River la tranquilidad que no había tenido en el juego y ponía tierra de por medio con su rival.
El inicio del complemento daría la sensación de que el local seguía de largo. Y es que a los dos minutos del pitazo de Pastorino, Michael Santos llegó para empujar un muy buen centro de Rosso que, antes de dar la asistencia, realizó un gran quite en la zona defensiva visitante.
Ahora 2 – 0 y casi todo el segundo tiempo por delante. El debutante Giordano mandó a la cancha a Marco Antonio y Charquero en busca de un descuento que no iba a tardar en llegar. En la jugada posterior al doble cambio, cuando transcurrían once minutos, Renzo Pozzi aparecería por el segundo palo para aprovechar la siesta de la defensa y empujar el balón al arco cuando no aparecía ningún jugador de River oponiendo resistencia.
De ahí en más, lo de Almada se adueñaron completamente del balón y practicaron el juego que mejor saben: hacer circular el balón. A modo de anécdota, hubo una posesión que duró casi cinco minutos, donde el balón lo tocaron prácticamente todos los jugadores y siempre bajo el ordenamiento de Hamilton Pereira, la manija del equipo.
Pero jugar de esa forma a veces es arriesgado, y en una mala salida de Inella, el volante que entró por el amonestado Márquez cometió una absurda falta que propiciaría el empate visitante cuando Juventud hacía rato que no se acercaba al arco.
Jonathan Blanes, con un gran remate directo, ponía las tablas a los 24 minutos y sembraba la incredulidad en los rostros de los numerosos hinchas que se acercaron a ver al local, no pudiendo entender como se pasó de tener un partido totalmente controlado a un empate en pocos minutos.
Almada rápidamente movió el banco. Ingresó, primero, Bruno Montelongo por un bajísimo Claudio Herrera y luego fue el turno de Janderson Pereira, que lo hizo por Alaniz.
Justamente el último ingresado sería uno de los protagonistas de la jugada clave del partido.
Pereira se mandó por la zona frontal y comenzó a esquivar marcas pedrenses. Cuando decide dar el pase a su compañero que entraba por afuera, el balón golpea (en la consideración del árbitro, en la cancha no quedó claro) en la mano del defensor Brian De Barros. El jugador estaba amonestado y recibió su segunda cartulina, además de propinarle a River un tiro libre peligrosísimo en el borde del área.
Después de las protestas por la expulsión, Lucas Olaza ejecutaría magistralmente el tiro libre (al ángulo) y desataría el delirio de todos los hinchas que ya se resignaban a un empate amargo.
Quedaban siete para el final y el gol del Sub-20 parecía decisivo. Juventud se desquició y terminaría con ocho jugadores. Primero se iría Néstor “Falucho” Silva, el último cambio de Giordano, y que había sido amonestado en la jugada del tercer gol darsenero por protestar, recibió la segunda amarilla tras una denuncia del línea.
Y apenas un minuto después, sería el turno del capitán Alejando “Oveja” Reyes, que le pegó una patada brutal a Techera en la mitad de la cancha. Con tres hombres menos, el empate agónico era poco menos que misión imposible.
River aprovechó la superioridad para seguir moviendo el balón y así se esfumaron los cinco minutos de adición.
El elenco del Prado despertó a tiempo y ahora se metió de lleno en la pelea por el campeonato. En dos fechas tendrá la oportunidad ante Danubio, pero la próxima debe recibir a un Sud América que viene con el envión anímico de haber derrotado a Peñarol.
Juventud, por su parte, sigue de capa caída y el cambio de entrenador no sirvió para enderezar el rumbo. El equipo del interior tiene apenas siete puntos y está penúltimo.
Ficha del Partido:
RIVER PLATE: Damián Frascarelli, Claudio Herrera (72’ Bruno Montelongo), Cristian González, Flavio Córdoba, Lucas Olaza; Hamilton Pereira, Gabriel Marques (54’ Claudio Inella), Martín Alaniz (80’ Janderson Pereira); Michael Santos, Alexander Rosso y Cristian Techera. DT: Guillermo Almada.
JUVENTUD: Martín Gongora, Alejandro Reyes, Brian De Barros, Rodrigo Cabrera, Darwin Torres; Jonathan Blanes, Renzo Pozzi, Emiliano Romero, Gastón Otreras (56’ Marco Antonio); José María Franco (78’ Néstor Silva) y Jaime Báez (56’ Jonathan Charquero). DT: Jorge Giordano.
Goles: 41’ Martín Alaniz (River Plate), 47’ Michael Santos (River Plate), 56’ Renzo Pozzi (Juventud), 69’ Jonathan Blanes (Juventud), 83’ Lucas Olaza (River Plate).
Amarillas: Marques e Inella (River Plate); De Barros, Marco Antonio, Charquero y Silva (Juventud).
Rojas: 81’ Brian De Barros, 87’ Néstor Silva, 88’ Alejandro Reyes (Juventud).
Jueces: Álvaro Pastorino, Igor Moreira y Mauricio Ituarte.
Cancha: Parque Saroldi.
El local arrancó mejor pero rápidamente cayó en las imprecisiones y las desprolijidades que caracterizaron al primer tiempo en el Saroldi. Los volantes externos (hoy Techera y Alaniz) aparecieron muy desconectados y los volantes centrales no encontraban la forma de hacerle llegar el balón limpio a Michael Santos y a Alexander Rosso.
Juventud, por su parte, se dedicó a esperar y contragolpear. Con Otreras parado de enlace y Blanes abierto en la izquierda, más el aporte de José María Franco en lo aéreo, el pedrense aprovechaba cuando los laterales darseneros se iban al ataque aunque en pocas ocasiones lograron tener profundidad.
De todas formas, la etapa inicial tuvo muy poco fútbol pero un River que quería ser protagonista. La más clara la tuvo Michael Santos tras un desborde de Techera, pero su cabezazo salió débil y no encontró el arco.
Cuando los equipos entraban en la recta final del primer corto, a los 41 minutos de juego, Alaniz se encontró con otro buen centro de Techera y esta vez, a diferencia de su compañero, remató con el pie y puso el primer gol del partido. El balón tocó el piso y luego se elevó, complicándole la visión a Martín Góngora que no llegó a sacarla.
El 1 – 0 le daba a River la tranquilidad que no había tenido en el juego y ponía tierra de por medio con su rival.
El inicio del complemento daría la sensación de que el local seguía de largo. Y es que a los dos minutos del pitazo de Pastorino, Michael Santos llegó para empujar un muy buen centro de Rosso que, antes de dar la asistencia, realizó un gran quite en la zona defensiva visitante.
Ahora 2 – 0 y casi todo el segundo tiempo por delante. El debutante Giordano mandó a la cancha a Marco Antonio y Charquero en busca de un descuento que no iba a tardar en llegar. En la jugada posterior al doble cambio, cuando transcurrían once minutos, Renzo Pozzi aparecería por el segundo palo para aprovechar la siesta de la defensa y empujar el balón al arco cuando no aparecía ningún jugador de River oponiendo resistencia.
De ahí en más, lo de Almada se adueñaron completamente del balón y practicaron el juego que mejor saben: hacer circular el balón. A modo de anécdota, hubo una posesión que duró casi cinco minutos, donde el balón lo tocaron prácticamente todos los jugadores y siempre bajo el ordenamiento de Hamilton Pereira, la manija del equipo.
Pero jugar de esa forma a veces es arriesgado, y en una mala salida de Inella, el volante que entró por el amonestado Márquez cometió una absurda falta que propiciaría el empate visitante cuando Juventud hacía rato que no se acercaba al arco.
Jonathan Blanes, con un gran remate directo, ponía las tablas a los 24 minutos y sembraba la incredulidad en los rostros de los numerosos hinchas que se acercaron a ver al local, no pudiendo entender como se pasó de tener un partido totalmente controlado a un empate en pocos minutos.
Almada rápidamente movió el banco. Ingresó, primero, Bruno Montelongo por un bajísimo Claudio Herrera y luego fue el turno de Janderson Pereira, que lo hizo por Alaniz.
Justamente el último ingresado sería uno de los protagonistas de la jugada clave del partido.
Pereira se mandó por la zona frontal y comenzó a esquivar marcas pedrenses. Cuando decide dar el pase a su compañero que entraba por afuera, el balón golpea (en la consideración del árbitro, en la cancha no quedó claro) en la mano del defensor Brian De Barros. El jugador estaba amonestado y recibió su segunda cartulina, además de propinarle a River un tiro libre peligrosísimo en el borde del área.
Después de las protestas por la expulsión, Lucas Olaza ejecutaría magistralmente el tiro libre (al ángulo) y desataría el delirio de todos los hinchas que ya se resignaban a un empate amargo.
Quedaban siete para el final y el gol del Sub-20 parecía decisivo. Juventud se desquició y terminaría con ocho jugadores. Primero se iría Néstor “Falucho” Silva, el último cambio de Giordano, y que había sido amonestado en la jugada del tercer gol darsenero por protestar, recibió la segunda amarilla tras una denuncia del línea.
Y apenas un minuto después, sería el turno del capitán Alejando “Oveja” Reyes, que le pegó una patada brutal a Techera en la mitad de la cancha. Con tres hombres menos, el empate agónico era poco menos que misión imposible.
River aprovechó la superioridad para seguir moviendo el balón y así se esfumaron los cinco minutos de adición.
El elenco del Prado despertó a tiempo y ahora se metió de lleno en la pelea por el campeonato. En dos fechas tendrá la oportunidad ante Danubio, pero la próxima debe recibir a un Sud América que viene con el envión anímico de haber derrotado a Peñarol.
Juventud, por su parte, sigue de capa caída y el cambio de entrenador no sirvió para enderezar el rumbo. El equipo del interior tiene apenas siete puntos y está penúltimo.
Ficha del Partido:
RIVER PLATE: Damián Frascarelli, Claudio Herrera (72’ Bruno Montelongo), Cristian González, Flavio Córdoba, Lucas Olaza; Hamilton Pereira, Gabriel Marques (54’ Claudio Inella), Martín Alaniz (80’ Janderson Pereira); Michael Santos, Alexander Rosso y Cristian Techera. DT: Guillermo Almada.
JUVENTUD: Martín Gongora, Alejandro Reyes, Brian De Barros, Rodrigo Cabrera, Darwin Torres; Jonathan Blanes, Renzo Pozzi, Emiliano Romero, Gastón Otreras (56’ Marco Antonio); José María Franco (78’ Néstor Silva) y Jaime Báez (56’ Jonathan Charquero). DT: Jorge Giordano.
Goles: 41’ Martín Alaniz (River Plate), 47’ Michael Santos (River Plate), 56’ Renzo Pozzi (Juventud), 69’ Jonathan Blanes (Juventud), 83’ Lucas Olaza (River Plate).
Amarillas: Marques e Inella (River Plate); De Barros, Marco Antonio, Charquero y Silva (Juventud).
Rojas: 81’ Brian De Barros, 87’ Néstor Silva, 88’ Alejandro Reyes (Juventud).
Jueces: Álvaro Pastorino, Igor Moreira y Mauricio Ituarte.
Cancha: Parque Saroldi.
