Diario de la San Fernando
El 6 de enero se corrió la San Fernando, que unió las ciudades de Maldonado y Punta del Este y reunió a cerca de 5000 atletas.
La prueba en la rama masculina fue ganada por el argentino Federico Bruno, quien registró 29’59’’, seguido de cerca por el chileno Víctor Aravena con 30’04’’, mientras que cerrando el podio llegó el cubano residente desde hace tiempo en nuestro país, Aguelmis Rojas, con 30’07’’.
En la categoría femenina, Nadia Rodríguez de Argentina se coronó por segundo año consecutivo como la ganadora, alcanzando la meta en un tiempo de 35’44. La fernandina Aldana Sabatel llegó segunda con 36’10’’, y tercera María Laura Bazallo con 37’40’’.
Hecha la introducción seria y formal con información verídica y constatable, cambiamos radicalmente el ángulo de esta nota para pasar a la chacota.
Por Decir Algo nuevamente no estuvo ajeno a los grandes eventos de carreras de calle y fue representando en esta ocasión por: Juan Ignacio Pita (con experiencia en carreras de calle, triatlón, turismo aventura y rapiñas), Claire O’Brien (originaria de Irlanda, y que todavía no sabemos cómo llegó ni por qué está en nuestro país y que si bien corrió no le gusta correr. Mentalidad de primer mundo) y Pablo Velázquez (casi 23 años, Operador Windows PC Básico y un par de mensajes enviados a Telechat).
A continuación transcribimos el diario íntimo de esa jornada, de uno de los corredores:
14:00. Terminal de Tres Cruces: estoy esperando abordar el Copsa que me deposite en Piriapolis, lugar elegido como búnker por el equipo de PDA para realizar la concentración previa a la carrera.
14:05. Terminal de Tres Cruces: ida al baño. Orina constante y duradera. Luego de lavarme las manos deposito una moneda de $5 en la caja chica del limpiador del baño. Me mira y sonríe.
14:07. Terminal de Tres Cruces: ida por segunda vez al baño. Orina menos prolongada, ha de ser por los nervios. Nuevamente deposito una moneda, ahora de $2, en la caja chica. Me mira despectivamente.
14:15. Terminal de Tres Cruces: por tercera y última vez, ida al baño. Estoy dudando si anoche no me mamé y todavía tengo restos de cerveza y/o cualquiera otra sustancia que derive en un doping positivo en mi organismo. Esta vez no deposito nada en la caja chica. Me tira en la cara esos papeles marrones para secarse las manos, cuando salgo me desea que sea cistitis o una infección urinaria.
14:45. Terminal de Tres Cruces: pasaje en mano y esperando para abordar. Suben pasajero tras pasajero sin demoras. La señora que se encuentra delante mío, cargada con dos mochilas y dos bolsos, no se decide si subir o dejar el equipaje abajo. Finalmente sube. Procedo a subir detrás de ella. Finalmente, decide bajar. Procedo a bajar luego de ser golpeado por sus mochilas y sus bolsos en la cara.
14:48. En el ómnibus: en el andén de al lado se encuentra un Copsa última generación con antena WiFi, en el otro andén un COT última generación con antena WiFi. Me encuentro sentado en un “Sansueña” que ofrece su servicio a Copsa, la única antena que tiene es la de una Spica año 1968.
14:54. En el ómnibus: arranca el ómnibus.
14:55. En el ómnibus: la gorda de adelante, de forma premeditada, tira el asiento hacia atrás. Muy amablemente se procede a pegarle una patada en el asiento y mirar por la ventana para despistar. Creo que se dio cuenta que fui yo. Debe ser porque detrás de ella solamente estoy yo.
15:40. Ruta: en el día previo a la carrera, me tomé la molestia de cargar varios juegos en mi dispositivo Android. En este humilde espacio de recomendación de jueguitos, les propongo el “Back Breaker 2 Vengeance”. Descárguenlo, pruébenlo y ni cuenta que se van a dar que por su ventana se ve: una vaca, pasto, pasto, otra vaca vaca, paso, árbol, luz roja, pasto.
16:30. Terminal de Piriápolis: arribo al búnker del equipo. En la Terminal la chica del kiosco muy amablemente me afirma que un pote de helado de los más chicos sale $45. Le dije que quería el pote chiquito, no el balde de 5 litros. Pregunté por el agua, botella 500 ml, me dice que $55. Finalmente compré el helado. Me sentí sucio, usado. Y mientras lo comía, lloré de la culpa, tal cual señora que acaba dejar la dieta.
17:00. En camino hacia Punta del Este: el equipo se encuentra rumbo a Punta del Este en auto, tras varios minutos recorridos notamos que algo se vuela por la ventana. El auto frena y primer trote grupal en la jornada. Objetivo cumplido, recuperamos el artículo en cuestión y volvemos al auto.
21:29. Previo a la largada: en las cuatro horas y media anteriores no pasó nada interesante.
21:30. Se larga la San Fernando. El Equipo de PDA está en marcha. Emocionante en verdad y muy orgulloso. La gente aplaude y resulta muy motivante…
21:31. Hay tantos corredores adelante que todavía no pudimos empezar a correr. Pero ya lo vamos a hacer. La gente sigue aplaudiendo y más nos motiva.
21:32. Comienzo a mirar a mi alrededor mientras camino y pienso: “Cuánto tiempo libre deben tener cómo para arrimarse y aplaudir a gente que va caminando, quién pudiera”.
21:33:15. Bueno, ahora sí se largo. Corremos con todo. Sale PDA a full. Muy buen ritmo.
21:33:20. Falsa Alarma. Volvemos a caminar.
21:34. Finalmente partió el equipo de PDA por cumplir con sus tiempos y con el recorrido.
Tras superar el calor, los repechos, señoras mayores con sus tapados, joyas y pekineses, manguerazos de agua fresca, turistas argentinos con botellas de Freixenet’s en la mano que gritaban: “Qué lindo essto que tienen chicoss, las ramblass, la cosstanera, Punta, como esstá Punta, cuiden essto chicoss, qué lindo los uruguayoss, mirá cómo corren",
El Equipo de PDA cumplió, sin importar el tiempo ni la distancia, simplemente por deporte, salud y diversión.
En la categoría femenina, Nadia Rodríguez de Argentina se coronó por segundo año consecutivo como la ganadora, alcanzando la meta en un tiempo de 35’44. La fernandina Aldana Sabatel llegó segunda con 36’10’’, y tercera María Laura Bazallo con 37’40’’.
Hecha la introducción seria y formal con información verídica y constatable, cambiamos radicalmente el ángulo de esta nota para pasar a la chacota.
Por Decir Algo nuevamente no estuvo ajeno a los grandes eventos de carreras de calle y fue representando en esta ocasión por: Juan Ignacio Pita (con experiencia en carreras de calle, triatlón, turismo aventura y rapiñas), Claire O’Brien (originaria de Irlanda, y que todavía no sabemos cómo llegó ni por qué está en nuestro país y que si bien corrió no le gusta correr. Mentalidad de primer mundo) y Pablo Velázquez (casi 23 años, Operador Windows PC Básico y un par de mensajes enviados a Telechat).
A continuación transcribimos el diario íntimo de esa jornada, de uno de los corredores:
14:00. Terminal de Tres Cruces: estoy esperando abordar el Copsa que me deposite en Piriapolis, lugar elegido como búnker por el equipo de PDA para realizar la concentración previa a la carrera.
14:05. Terminal de Tres Cruces: ida al baño. Orina constante y duradera. Luego de lavarme las manos deposito una moneda de $5 en la caja chica del limpiador del baño. Me mira y sonríe.
14:07. Terminal de Tres Cruces: ida por segunda vez al baño. Orina menos prolongada, ha de ser por los nervios. Nuevamente deposito una moneda, ahora de $2, en la caja chica. Me mira despectivamente.
14:15. Terminal de Tres Cruces: por tercera y última vez, ida al baño. Estoy dudando si anoche no me mamé y todavía tengo restos de cerveza y/o cualquiera otra sustancia que derive en un doping positivo en mi organismo. Esta vez no deposito nada en la caja chica. Me tira en la cara esos papeles marrones para secarse las manos, cuando salgo me desea que sea cistitis o una infección urinaria.
14:45. Terminal de Tres Cruces: pasaje en mano y esperando para abordar. Suben pasajero tras pasajero sin demoras. La señora que se encuentra delante mío, cargada con dos mochilas y dos bolsos, no se decide si subir o dejar el equipaje abajo. Finalmente sube. Procedo a subir detrás de ella. Finalmente, decide bajar. Procedo a bajar luego de ser golpeado por sus mochilas y sus bolsos en la cara.
14:48. En el ómnibus: en el andén de al lado se encuentra un Copsa última generación con antena WiFi, en el otro andén un COT última generación con antena WiFi. Me encuentro sentado en un “Sansueña” que ofrece su servicio a Copsa, la única antena que tiene es la de una Spica año 1968.
14:54. En el ómnibus: arranca el ómnibus.
14:55. En el ómnibus: la gorda de adelante, de forma premeditada, tira el asiento hacia atrás. Muy amablemente se procede a pegarle una patada en el asiento y mirar por la ventana para despistar. Creo que se dio cuenta que fui yo. Debe ser porque detrás de ella solamente estoy yo.
15:40. Ruta: en el día previo a la carrera, me tomé la molestia de cargar varios juegos en mi dispositivo Android. En este humilde espacio de recomendación de jueguitos, les propongo el “Back Breaker 2 Vengeance”. Descárguenlo, pruébenlo y ni cuenta que se van a dar que por su ventana se ve: una vaca, pasto, pasto, otra vaca vaca, paso, árbol, luz roja, pasto.
16:30. Terminal de Piriápolis: arribo al búnker del equipo. En la Terminal la chica del kiosco muy amablemente me afirma que un pote de helado de los más chicos sale $45. Le dije que quería el pote chiquito, no el balde de 5 litros. Pregunté por el agua, botella 500 ml, me dice que $55. Finalmente compré el helado. Me sentí sucio, usado. Y mientras lo comía, lloré de la culpa, tal cual señora que acaba dejar la dieta.
17:00. En camino hacia Punta del Este: el equipo se encuentra rumbo a Punta del Este en auto, tras varios minutos recorridos notamos que algo se vuela por la ventana. El auto frena y primer trote grupal en la jornada. Objetivo cumplido, recuperamos el artículo en cuestión y volvemos al auto.
21:29. Previo a la largada: en las cuatro horas y media anteriores no pasó nada interesante.
21:30. Se larga la San Fernando. El Equipo de PDA está en marcha. Emocionante en verdad y muy orgulloso. La gente aplaude y resulta muy motivante…
21:31. Hay tantos corredores adelante que todavía no pudimos empezar a correr. Pero ya lo vamos a hacer. La gente sigue aplaudiendo y más nos motiva.
21:32. Comienzo a mirar a mi alrededor mientras camino y pienso: “Cuánto tiempo libre deben tener cómo para arrimarse y aplaudir a gente que va caminando, quién pudiera”.
21:33:15. Bueno, ahora sí se largo. Corremos con todo. Sale PDA a full. Muy buen ritmo.
21:33:20. Falsa Alarma. Volvemos a caminar.
21:34. Finalmente partió el equipo de PDA por cumplir con sus tiempos y con el recorrido.
Tras superar el calor, los repechos, señoras mayores con sus tapados, joyas y pekineses, manguerazos de agua fresca, turistas argentinos con botellas de Freixenet’s en la mano que gritaban: “Qué lindo essto que tienen chicoss, las ramblass, la cosstanera, Punta, como esstá Punta, cuiden essto chicoss, qué lindo los uruguayoss, mirá cómo corren",
El Equipo de PDA cumplió, sin importar el tiempo ni la distancia, simplemente por deporte, salud y diversión.