Lo veníamos diciendo: gente loca hay en todos lados. En Argentina, un apasionado desmedido por San Lorenzo se tatuó en la espalda el número y el nombre de su ídolo, Leandro Romagnoli.

Dos sesiones de cinco horas le llevó hacerse tamaño tatuaje. "Algunos no lo pueden creer, pero recibí muy buena onda de parte de los hinchas. El Pipi es el Pipi. Se lo merecía", declaró Federico, el tatuado en cuestión.

Al parecer este muchacho tiene novia. "Al otro día de que nos pusimos a salir, jugaba el Ciclón. Y ahí le dije: ‘Mirá que primero está San Lorenzo-Olimpo y después vos’", recordó.

Catalóguelo como usted quiera. Pero ese tatuaje no se borra.