De un día para otro Clarence Seedorf dejó de ser jugador profesional para transformarse en director técnico. El internacional holandés estaba jugando en Botafogo desde el 2012, y el domingo pasado fue su último partido.

El no tan popular Berlusconi, presidente de Milan, lo llamó directamente y le ofreció el puesto que había dejado vacante Massimiliano Allegri. Seedorf no se lo pensó dos veces, aceptó la oferta y declaró que fue una “noche difícil” cuando tomó la decisión de dejar el club carioca.

Milan no está teniendo una buena temporada. Como positivo, clasificó a los octavos de final de la Champions League, donde deberá enfrentar a Real Madrid. Pero la realidad en la liga italiana es otra muy diferente: con 22 puntos ocupa el 11° puesto y está a seis puntos del primer puesto de descenso y a 20 del tercero (el último puesto de Champions).

La gota que derramó el vaso para Berlusconi fue la derrota por 4 - 3 frente a Sassuolo, luego de ir ganando 2 - 0.

De los 22 años como jugador profesional, Seedorf le dedicó 10 a Milan. Junto a él estará como ayudante técnico otro hombre de la casa, Hernán Crespo. El partido de la próxima fecha será contra Hellas Verona, que viene haciendo una gran temporada, ubicándose sexto.

"Mi experiencia de un año y medio en Botafogo me ha ayudado a crecer y me ayudará en la nueva etapa de mi carrera", dijo Seedorf en la rueda de prensa donde anunció su despedida.