Los de la Villa pasan por un momento de tranquilidad tras haber estado al borde de la cornisa. El inicio albiceleste prometía una rápida salvación y un pronto olvido para la tabla de abajo, esa a la que le escapa hace unos cuantos torneos.

Pero Cerro se vio complicado porque no estuvo preciso y perdió puntos que duelen en las primeras fechas. Rozó puestos de descenso y no encontró el camino adecuado para mejorar. Finalmente Pablo Alonso, ex entrenador, renunció.

Al asumir Pablo Rodríguez, técnico de las formativas, comenzaron a aparecer los resultados. La victoria ante Defensor Sporting ilusionó y el triunfo sobre Peñarol terminó de coronar esa esperanza.

Hoy Cerro está fuera de la zona de descenso pero tiene un punto por debajo a Juventud y dos a Sud América, que duplica. Este fin de semana enfrentará en un partido clave a los de Canelones, luego será local ante Nacional, visitará a Fénix y cerrará con Liverpool en el Tróccoli.

Tras la victoria sobre Miramar, PDA conversó con Gustavo Varela.

¿Pensaron que iba a ser tan difícil ganarle a un equipo ya descendido?

Sí. Más que nada por la cancha y porque además ellos se defendían. Jugaban por el prestigio. Tirar la toalla no era lo indicado. Así fue.

Ganaron pero sus rivales cercanos también, por lo que aún siguen en la lucha...

Está todo muy parejo. Ahora tenemos una final con Juventud. Ahí podríamos sacar un aire definitivo para lo que queda del torneo. Nos arrimamos a Racing y también a Liverpool, eso fue importante

¿Por qué un equipo como Cerro pelea por no bajar?

Porque tuvimos una primera etapa del torneo mala. No se dio el juego que los técnicos del momento nos plantearon. Ahora estamos pagando el no haber ganado y sumado más puntos. No jugamos como debíamos.

¿Qué cambios trajo el nuevo cuerpo técnico de Pablo Rodríguez?

Muy pocos. Pablo agregó un par de cosas en lo táctico que faltaban. También en lo motivacional, que lo hace muy bien. Nosotros sentamos cabeza y nos dimos cuenta de la situación en la que estábamos. Muchos de los jóvenes también se dieron cuenta y mejoraron su rendimiento.

¿Cuál es el fuerte de Cerro de cara a esta recta final?

Es la tranquilidad. La experiencia de muchos de nosotros. Muchos de los jóvenes se pusieron el traje de que estamos jugando el descenso y lo asumieron con mucha responsabilidad. Eso educa a los mayores. No solo nosotros tenemos que salvar a Cerro sino que es algo de todos. Ahora funcionamos como un grupo.