Si algo está mostrando Stanislas Wawrinka es que si él está en la cancha todos lo van a notar y el juego, en gran parte, va a depender de él. Por segunda vez en su carrera, derrotó a su amigo y compatriota Roger Federer, en la primera final que disputaron.

En una gloriosa temporada para Stan, se quedó con el título del Masters 1000 de Monte Carlo ganando la final por 4-6 7-6 6-2, impidiendo que Federer gane el Masters que no ha podido adjudicarse en ninguna de las cuatro finales que disputó.

Fue en esta tierra donde Wawrinka había conseguido su única victoria, hasta ahora, ante Roger en 2009. 

La final tuvo un desenlace muy parejo entre ellos, salvo el último set. Al comienzo se repartieron las oportunidades de quiebre pero sucesivos errores no forzados del 3 del mundo le facilitaron a Federer quebrar para luego mantener sus saques y empezar con el pie derecho la final.

Sin embargo, Stan no aflojó y fue el primero en quebrar en la segunda manga, la cual terminó siendo definida en tie-break, donde Wawrinka se lució. 

La constante presión del ganador fue agotadora y agobiante para un Federer que no encontraba respuestas. Los 32 tiros ganadores de Stanislas, solo uno menos que los errores no forzados que cometió en las casi dos horas y cuarto de partido, prevalecieron sobre los 21 de su oponente, que sumó 38 errores.

"Felicitaciones al equipo de Federer, que es medio como el mío también", expresó Stan tras ganar el duelo ante su amigo.

Wawrinka sumó así su tercer título del año. Temporada que arrancó con su primera conquista de Grand Slam en Australia, al que luego le sumó el ATP 250 de Chennai.