
Faltan 47 días
Seguimos recordando jugadas históricas mientras esperamos que arranque el Mundial. Hoy: la patada de Schumacher.

Foto: top11.fr
Alemania Federal y Francia disputaron una de las semifinales del Mundial de España 1982. Las dos selecciones presentaban grandes jugadores: los galos, encabezados por Platini; y los germanos con estrellas de la talla de Rummenigge o Fischer.
La polémica se instauró en el segundo tiempo. El partido se encontraba empatado 1 - 1, y la igualdad de posibilidades de los equipos hacía vibrar a los espectadores con cada ataque.
En una jugada de ese segundo tiempo, Platini lanza un balón largo a Battiston, que llega de frente al arquero para anotar. El delantero francés reacciona rápidamente y busca definir de la mejor manera posible, cuando el arquero alemán, Schumacher, le cae con las rodillas sobre la parte superior del cuerpo.
La reacción del germano conmocionó a público y jugadores. Los franceses reclamaban la falta y expulsión del arquero, mientras que los alemanes hacían lo posible para no llegar a tener tal sanción.
Schumacher tomó la pelota y se dispuso a sacar del arco en el momento que el delantero francés era retirado en una camilla con pérdida de conocimiento. En el hospital le detectaron lesiones en la boca y en las vértebras.
Battiston dijo haber perdonado al alemán. Según su experiencia, el delantero lanzó el balón hacia el arco y al no ver nada en el camino, no pudo protegerse del choque con el arquero.
El alemán no se arrepiente de la jugada. Llegaba a la pelota y un error de cálculo hizo que el delantero francés llegara primero. Para él, no hubo ninguna mala intención. La actitud posterior al incidente la explica con la actitud de los jueces: nunca cobraron nada, y reconoce haber sentido miedo por lo que podría haber ocurrido.
El juez del partido confesó que cometió el error al pensar que el balón que iba hacia el arco, e iba a terminar siendo gol. Mirando al esférico no pudo ver con claridad que pasaba, y en esa disyuntiva decidió no cobrar.
Con el jugador retirado, el partido continuó. Francia, debilitada, mantutvola lucha y luego de un alargue que terminó 3 - 3, el encuentro debió ir a penales. La polémica siguió cuando Schumacher, que debió ser expulsado, ataja dos penales y permite a Alemania disputar la final del Mundial.
El público no olvidó el incidente y cada vez que el arquero, que en ese momento jugaba para Colonia, salía de su ciudad era recibido al grito de "asesino, asesino".
Mirá cómo fue la jugada:
La polémica se instauró en el segundo tiempo. El partido se encontraba empatado 1 - 1, y la igualdad de posibilidades de los equipos hacía vibrar a los espectadores con cada ataque.
En una jugada de ese segundo tiempo, Platini lanza un balón largo a Battiston, que llega de frente al arquero para anotar. El delantero francés reacciona rápidamente y busca definir de la mejor manera posible, cuando el arquero alemán, Schumacher, le cae con las rodillas sobre la parte superior del cuerpo.
La reacción del germano conmocionó a público y jugadores. Los franceses reclamaban la falta y expulsión del arquero, mientras que los alemanes hacían lo posible para no llegar a tener tal sanción.
Schumacher tomó la pelota y se dispuso a sacar del arco en el momento que el delantero francés era retirado en una camilla con pérdida de conocimiento. En el hospital le detectaron lesiones en la boca y en las vértebras.
Battiston dijo haber perdonado al alemán. Según su experiencia, el delantero lanzó el balón hacia el arco y al no ver nada en el camino, no pudo protegerse del choque con el arquero.
El alemán no se arrepiente de la jugada. Llegaba a la pelota y un error de cálculo hizo que el delantero francés llegara primero. Para él, no hubo ninguna mala intención. La actitud posterior al incidente la explica con la actitud de los jueces: nunca cobraron nada, y reconoce haber sentido miedo por lo que podría haber ocurrido.
El juez del partido confesó que cometió el error al pensar que el balón que iba hacia el arco, e iba a terminar siendo gol. Mirando al esférico no pudo ver con claridad que pasaba, y en esa disyuntiva decidió no cobrar.
Con el jugador retirado, el partido continuó. Francia, debilitada, mantutvola lucha y luego de un alargue que terminó 3 - 3, el encuentro debió ir a penales. La polémica siguió cuando Schumacher, que debió ser expulsado, ataja dos penales y permite a Alemania disputar la final del Mundial.
El público no olvidó el incidente y cada vez que el arquero, que en ese momento jugaba para Colonia, salía de su ciudad era recibido al grito de "asesino, asesino".
Mirá cómo fue la jugada: