Faltan 49 días

Seguimos con la cuenta regresiva para el Mundial. Hoy: Alemania y Austria, uno de los partidos más polémicos en la historia.

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Dos días bastaron en España '82 para que se diera la primera gran sorpresa del Mundial. En Gijón la selección de Argelia venció a Alemania Occidental por 2 - 1, poniendo emoción en un grupo con cierto aire favorable a germanos y austríacos. Los chilenos completaban el grupo con los argelinos.

Sin traumas por la derrota, Alemania derrotó 4 - 1 a Chile en la siguiente fecha, igualando en puntos a Argelia en la lucha por el segundo puesto. Los africanos vencieron a los chilenos un día antes del cierre del grupo, pero tras ir ganando 3 - 0, desaprovecharon la oportunidad de mantenerse con el amplio saldo de goles a favor. Al final el resultado fue 3 - 2.

Así, antes del último partido entre Alemania y Austria, Argelia superaba por dos puntos a Alemania e igualaba a Austria pero con menor saldo de goles.  Entonces se abrieron las especulaciones: los argelinos pasarían a la segunda ronda si había una victoria de Austria, un empate o una victoria de Alemania por dos o más goles de diferencia. Cualquier otro resultado (es decir victoria alemana por un gol), clasificaba a los dos europeos. 

Es difícil hacer algo perjudicial para uno mismo, pero eso fue lo que ocurrió en Gijón. Frente a 40 mil espectadores, luego de la anotación alemana por parte de Hrubesch, en la cancha los equipos establecieron un pacto de no agresión.

El partido no habría estado arreglado de antemano, pero austríacos y alemanes salían beneficadas con el resultado y por esa razón, en una negociación dentro del campo, resolvieron no buscar más anotaciones.

El público protestaba, cantaba en contra y entonaba el popular canto "que se besen" mientras los fotógrafos se negaban a sacar fotos del partido; nadie lograba que el encuentro volviera a los cauces normales de la competencia.

A pesar de que ambas selecciones clasificaron, muchos de los espectadores que tanto se enojaron tuvieron su revancha más adelante.

Seguramente festejaron el 28 de junio del '82  cuando Austria perdió con Francia y complicó su clasificación a semifinales. Y también el 11 de julio en el estadio Santiago Bernabeu cuando la selección italiana venció por 3 - 1 a Alemania y se coronó campeona del mundo. Pero aquel día, con solo un resultado posible para la clasificación de ambos equipos, alemanes y austriacos fueron más unidos que nunca y avanzaron de la mano hacia la siguiente ronda. 

Dios no quiere cosas chanchas