"Habría que preguntarle a los rumores"

Tras obtener el título, PDA habló con Pablo López, quien ironizó sobre los rumores que lo alejan de Malvín.

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Tras la consagración de Malvín como campeón de la Liga Uruguaya el pasado martes, hablamos con Pablo López, entrenador del equipo. López dirige al conjunto playero desde 2006 y ha conseguido los tres títulos de Liga con los cuales cuenta el equipo. 

Anteriormente, había disputado dos finales de Liga Uruguaya con Paysandú, en las que fue derrotado. A su vez, obtuvo otros dos vicecampeonatos con Malvín, por lo que en un total de once ediciones de la LUB, estuvo presente en siete finales, obteniendo los mencionados tres títulos.

Además, fue entrenador de la selección uruguaya desde 2012 y actualmente permanece al frente, pese a que el futuro del cargo no está para nada claro.

A continuación, dejamos la entrevista con el técnico del nuevo campeon. 

¿Cómo explicás la superioridad de Malvín ganando cuatro partidos al hilo?

Parece más sencillo de lo que fue dentro de la cancha. Defensor hizo un gran trabajo y fue bastante difícil ganar cada uno de estos partidos.

¿Cómo se festejó la victoria?

Hasta muy tarde. Lo importante fue compartirlo con la gente del barrio y del club porque son ellos quienes están siempre en las buenas y en las malas.

¿Cuánto se siente la presión a la hora de trabajar con un equipo favorito al título?

Disfrutando el camino, ese es el punto. Tratando de que cada paso que das sea evaluado de manera correcta. Es un muy buen desafío.

Pensando en los comentarios de Mazzarino, quien aseguro que le costó adaptarse a tu estilo, ¿cuánto te costó ensamblar el equipo y acoplar a los jugadores que llegaron?

Para mí es muy sencillo. Nosotros ya traíamos un proceso de trabajo de muchos años. Los americanos que trajimos vinieron con una ética muy buena. Tal vez fue distinto para Nicolás (Mazzarino) que vino de un nivel como Italia, distinto al nuestro y con otro rigor deportivo que pasa por el plano cultural y de talento.

Mazzarino dijo que sos un técnico “raro” porque hacés “cosas raras”, ¿tuviste esta charla con él en algún momento?

Sí, hablamos habitualmente de básquetbol. No creo que le haya costado, pero es un método de trabajo, cada uno tiene el suyo. Yo creo mucho en el mío y para mí fue muy valioso poder contar con su aporte pudiendo escucharlo cuando tenía cosas para decir. Entrenarlo es todo un lujo.

Fuiste parte medular de los tres títulos de Malvín. Comparado con los anteriores, ¿cuáles fueron las particularidades en esta ocasión?

Como persona vas cambiando así que vas sintiendo un gusto distinto. Ahora lo importante fue poder consolidar a algunos jugadores como Fitipaldo, o seguir desarrollando a Calfani y poder disfrutar del apogeo deportivo de Newsome, Germán Silvarrey o Fernando Martínez.

Hablando de Bruno Fitipaldo, ¿tiene lo necesario para jugar en ligas extranjeras?

Me parece que para jugar en Sudamérica está más que pronto. El próximo desafío de él es que, en el caso de ir a Europa, va a tener que adaptarse, poner el pie, entrenar, evaluar y ser conocido por los entrenadores y gerentes deportivos. Es un jugador que ha hecho de su vocación una profesión y que tiene una calidad de entrenamiento que le permite ser quien es hoy.

Emigrar a Europa ¿está dentro de sus posibilidades actuales?

Me parece que es todo un plano de gestión que está fuera de sus manos. Él como jugador está más que pronto.

Pese al buen rendimiento del equipo, a lo largo del año se han oído rumores de que tras el final de temporada te alejarías del club. ¿Vas a seguir en Malvín?

No lo sé. Habría que preguntarle a los rumores.

En cuanto a la selección uruguaya, ¿qué es lo último que se te ha comunicado?

Hace unos meses tuve una reunión con el presidente y el vicepresidente y quedamos de charlar más adelante.

Tanto en el caso de Malvín como en el de la selección, ¿tus ganas para trabajar ahí siguen estando o pensás en otras posibilidades?

No tengo otras posibilidades y estoy a la espera de eso.