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Nario Quintana dio cátedra de escalada en su bici, ganó la etapa 16 del Giro de Italia y se convirtió en el nuevo líder.

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Foto: AFP.
“Este es mi día”, había declarado Nairo Quintana antes de la disputa de la 16ª etapa del Giro de Italia. ¡Y vaya si lo fue! El ciclista colombiano del equipo Movistar dio una demostración tremenda de potencia en sus piernas en el último ascenso del día y se terminó llevando la victoria con amplia ventaja sobre el líder de la general, lo que le permitió además vestirse con la maglia rosa.

En una de las etapas más duras de los últimos tiempos, condicionada por las bajas temperaturas y rodando en las montañas colmadas de nieve, Nairo atacó en el descenso del Stelvio (pico más alto del Giro, que en principio iba a ser controlado por la organización por la poca visibilidad y las condiciones de la carretera) y comenzó a sacar diferencias respecto a la mayoría de los favoritos.

"Sabía que hoy tenía que darlo todo, era mi etapa con tres premios de montaña. Gracias a Dios estoy recuperado, me había caído, tuve fiebre y una infección en la garganta. Ahora mi sueño es conservar hasta el domingo la camiseta rosa de líder del Giro", aseguró Quintana tras la etapa.

Con él salieron Ryder Hesjedal (Garmin-Sharp) y Pierre Rolland (Europcar), que lo acompañaron hasta los últimos kilómetros, cuando el terreno presentaba pendientes de hasta un 14%.

La diferencia respecto al grupo donde se encontraban Ribogerto Uran (Omega Pharma Quick-Step) y los demás candidatos a ganar el Giro empezó a crecer tanto que terminó siendo superior a los cuatro minutos.

Viendo que Quintana no tenía intenciones de disminuir su velocidad, empezaron los ataques en el grupo de perseguidores para perder la menor cantidad de tiempo y para intentar dejar atrás a los otros.

Uno de ellos era Rafal Majka (Tinkoff-Saxo), quien veía como el colombiano le arrebataba la camiseta de líder de la clasificación de los jóvenes.

Adelante, cuando faltaba un kilómetro y solo Hesjedal podía seguir a rueda de Quintana, Nairo volvió a pararse en los pedales y abrió una brecha de ocho segundos entre ellos para adjudicarse una etapa increíble.

Se llevó una victoria histórica en el ascenso a Val de Martello y además se vistió de rosado superando por un minuto 41 segundos a su compatriota, Uran, y por más de tres al australiano Cadel Evans. Rolland fue otro de los favorecidos al quedar a solo cinco segundos del podio.

Así fue el último kilómetro de carrera: