"Los uruguayos lloran"
Un periodista estadounidense dice que los uruguayos están entre los hinchas más apasionados.
Foto: fifa.com
"Los uruguayos lloran. Lloran mucho". Asi comienza un artículo del periodista estadounidense Ryan Rosenblatt para la web deportiva SB Nation. El título de esta pieza, asegura que los uruguayos se pueden considerar la aficion más apasionada del Mundial.
Rosenblatt, quien estuvo presente en la victoria celeste ante Italia, explica con algo de ironía que vio llorar a los uruguayos durante el himno, durante el saque inicial, durante el entretiempo, cuando Marchisio fue expulsado, cuando Suárez mordió a Chiellini, cuando Godín hizo el gol y cuando el silbato del juez anunció el final del partido. También asegura que lloraban cuando salían del estadio.
La nota continúa comparando a los hinchas uruguayos con los fanáticos de otras selecciones: "Uruguay tiene los hinchas más apasionados que vi en esta Copa del Mundo. Mientras los estadounidenses hacen fiestas, los australianos toman, los japoneses sonríen y los ghaneses bailan, los uruguayos solo se preocupan por una cosa: el partido".
Las descripciones de las escenas que vivió durante el partido, ensalzan al público uruguayo, que según su criterio ocupaba la mitad de los asientos del estadio, pero que también se encontraba en las afueras, donde aquellos que no tenían entradas vieron el partido.
Aquí les dejamos otras frases que este estadounidense escribió sobre la hinchada celeste:
"Cantaban en cada oportunidad y celebraban con los abrazos más violentos que jamás he visto".
"Nada en el mundo les importaba hoy, más que este partido".
"Saltaban ondeando bufandas o banderas. La escena era tan surrealista que los brasileros sacaron sus cámaras para capturar el momento".
"Era casi aterrador ver a los uruguayos en las tribunas. Había veces en las que parecía que se iban a avalanzar sobre el campo. Como cuando Balotelli pareció lesionar a un uruguayo en su cabeza. Le lanzaron un montón de insultos y silbidos".
"El gol de Godín los puso como locos. Cada uruguayo saltó encima del asiento más cercano, rompiendo seis de ellos solo en mi sección. Hombres y mujeres viejos lloraban. También lloraban los niños y niñas y todos los que estuvieran en el medio".
"En el entretiempo los uruguayos pensaron que estaban acabados. Hablaban de que Italia no permitiría un gol ni tampoco lo permitiría el árbitro. 36 minutos después estaban frente a frente con la clasificación a octavos de final".
Rosenblatt, quien estuvo presente en la victoria celeste ante Italia, explica con algo de ironía que vio llorar a los uruguayos durante el himno, durante el saque inicial, durante el entretiempo, cuando Marchisio fue expulsado, cuando Suárez mordió a Chiellini, cuando Godín hizo el gol y cuando el silbato del juez anunció el final del partido. También asegura que lloraban cuando salían del estadio.
La nota continúa comparando a los hinchas uruguayos con los fanáticos de otras selecciones: "Uruguay tiene los hinchas más apasionados que vi en esta Copa del Mundo. Mientras los estadounidenses hacen fiestas, los australianos toman, los japoneses sonríen y los ghaneses bailan, los uruguayos solo se preocupan por una cosa: el partido".
Las descripciones de las escenas que vivió durante el partido, ensalzan al público uruguayo, que según su criterio ocupaba la mitad de los asientos del estadio, pero que también se encontraba en las afueras, donde aquellos que no tenían entradas vieron el partido.
Aquí les dejamos otras frases que este estadounidense escribió sobre la hinchada celeste:
"Cantaban en cada oportunidad y celebraban con los abrazos más violentos que jamás he visto".
"Nada en el mundo les importaba hoy, más que este partido".
"Saltaban ondeando bufandas o banderas. La escena era tan surrealista que los brasileros sacaron sus cámaras para capturar el momento".
"Era casi aterrador ver a los uruguayos en las tribunas. Había veces en las que parecía que se iban a avalanzar sobre el campo. Como cuando Balotelli pareció lesionar a un uruguayo en su cabeza. Le lanzaron un montón de insultos y silbidos".
"El gol de Godín los puso como locos. Cada uruguayo saltó encima del asiento más cercano, rompiendo seis de ellos solo en mi sección. Hombres y mujeres viejos lloraban. También lloraban los niños y niñas y todos los que estuvieran en el medio".
"En el entretiempo los uruguayos pensaron que estaban acabados. Hablaban de que Italia no permitiría un gol ni tampoco lo permitiría el árbitro. 36 minutos después estaban frente a frente con la clasificación a octavos de final".