En época de campaña política, discursos miles, cientos de medidas, el deporte no suele estar dentro de los temas más discutidos. Sea porque los candidatos no lo ponen en la primera línea del discurso o porque los periodistas, en entrevista con los candidatos, no lo consideran un tema importante.

Este viernes Bordaberry dio a conocer las medidas en materia deportiva que implementaría en los primeros 100 días, y con él ya se conocen los tres planes de gobierno con respecto a deportes, de los partidos con serias aspiraciones presidenciales.

En este análisis nos centraremos en las propuestas para el deporte de competencia que tienen el Partido Nacional, Frente Amplio y Partido Colorado.

El programa del Frente Amplio comienza destacando los logros de su gestión en el gobierno, entre los que destaca el "Plan Nacional Integrado de Deporte (PNID)", la "puesta en funcionamiento de la Fundación Deporte Uruguay con mayor apoyo a las federaciones deportivas" y la “Ley de Promoción de Deporte".

Para el período 2015-2020, el FA establece las siguientes propuestas:

- Evitar la dispersión actual de apoyos al deporte. Implica una decisión política al más alto nivel para conseguir adoptar el criterio -sin concesiones para todo el Estado- de que las medidas de política e inversión pública que se realicen por los diferentes organismos, tomen en cuenta y se orienten en función del PNID.

- Profesionalización y reestructura de la gestión en las organizaciones federativas, con una mejora de la formación de los recursos humanos en todos los ámbitos.

- Creación y puesta en práctica de un Sistema Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, que incluya herramientas eficaces y eficientes de captación de talentos, apoyo permanente a las divisiones deportivas formativas, evaluación y actualización de las metodologías de entrenamiento.

- Jerarquización de deportes prioritarios y canalización de su apoyo a través del Ministerio, en articulación con los sectores públicos y privados.

- Actualización y creación de una infraestructura deportiva suficiente, adecuada a los nuevos estándares tecnológicos del deporte de alto rendimiento.

En filas nacionalistas comienzan con una fuerte crítica a la gestión frenteamplista. "Los gobiernos del Frente Amplio no han tenido una política de deportes digna de ese nombre", comienza diciendo el documento sobre políticas deportivas. También le achaca el "escaso apoyo al deporte de alta competencia, considerando el PBI per cápita que ha alcanzado el país".

Para su gobierno, el Partido Nacional propone:

- Otorgar becas de manutención a deportistas competitivos, con el objetivo de ayudarlos a prepararse para eventos específicos.

- Otorgar beneficios fiscales a aquellas empresas que decidan apoyar a un deportista competitivo.

- Creación de una red de complejos deportivos que asista en forma integral a deportistas de élite, con modernas técnicas de apoyo. La red estará integrada por el Centro Celeste de Alto Rendimiento (CeCAR) y algunos centros ubicados en distintos puntos del país.

También se hace alusión a un Plan de Deportes Menores que pretende fomentar deportes tales como "natación, el rugby, el vóley, el hándbol y las artes marciales", disminuyendo los impuestos a los artículos deportivos necesarios y generando "nuevas formas de financiamiento público y privadas".

Por último, el Partido Colorado comienza proponiendo la formación de un Instituto Nacional del Deporte (INADE), cuyo directorio estará integrado por "cinco miembros: uno idóneo del gobierno, uno del movimiento olímpico, uno de las Federaciones, uno de Educación Física y una figura del deporte".

También proponen la creación de cuatro centros de alto rendimiento, uno en Parque Batlle y los otros tres descentralizados. Buscan estimular la inversión privada a través de exoneraciones tributarias para el desarrollo de infraestructura deportiva. Cierra su programa con la propuesta de crear un "Salón de la Fama" uruguayo, donde se recuerden grandes deportistas que sean "ejemplo para actuales y futuras generaciones".

Ninguno de los tres programas da una pista de cómo financiar las nuevas obras planteadas. Por ejemplo, un Centro de Alto Rendimiento puede costar entre 50 y 80 millones de dólares, y para hacerse una idea, España cuenta con dos generales: uno en Madrid y otro en Barcelona (y un tercero para Alto Rendimiento en la altura).

También sería interesante saber cómo se pretende llevar adelante el "Sistema Nacional de Alto Rendimiento" del FA, si se puede desarrollar con la estructura existente o hay que invertir, y que se entiende por una "infraestructura suficiente".