“Creo que hay un boom del deporte”
La Profesora de Educación Física, Silvana Renom, habló con PDA sobre el desarrollo y la actualidad del handball en Uruguay.
Silvana Renom (“La Pioja”), Profesora de Educación Física desde hace 16 años, viene desarrollando el Handball en el club AEBU. Viajes, proyectos y desafíos sirvieron de excusa para que PDA se acercara a conocer un poquito más sobre un deporte que en los últimos años ha tenido un “boom” en su práctica.
¿Cómo ha sido tu recorrido en el handball?
En el año 1991 empecé a jugar aquí en AEBU. Yo tenía 16 años. En 1993 me llamaron para la selección uruguaya y viajamos a Maringá (Brasil), donde fueron los Primeros Juegos Deportivos Estudiantiles. Fuimos con mucha gente de AEBU y también Regatas. En 1995 nos fuimos de acá y jugamos en el Colegio Alemán. Desde 1993 al 2003 estuve todos los años en la selección uruguaya de handball. Participamos en todos los campeonatos; sudamericanos, panamericanos y algunos mundiales. En esa época jugaban las hermanas Del Campo, y realmente fue muy buena la categoría nacida en 1975. El Técnico era Jorge Botejara y como ayudante estaba siempre Eduardo Rey López. Termina mi historia como jugadora en el año 2003 que voy al mundial de Croacia y resulta que hicimos una gira previa por Barcelona y me sentía súper cansada. Me hago un examen y resulta que ¡estaba embarazada! Acompañé al equipo desde la tribuna.
Como entrenadora, en el 2002 fui ayudante de Ricardo Colamonicci en la Selección. A su vez tenía la dirección de menores y cadetas. También en ese tiempo trabajé junto a Leonardo Puñales. Esto fue hasta el 2004. Después de esto ya me dediqué a mis hijos y no me quedaba mucho tiempo. Además, dirigir en la selección tiene mucho de “amor al arte” ya que apenas te pagan los viáticos.
Hoy en día dirijo todas las categorías de AEBU. A su vez, estamos metidas con un proyecto de viaje a Europa para el año 2016. Sería la tercera edición, ya que hemos viajado en 2010 y 2013, compitiendo en Italia y España.
Hoy en día, ¿cómo sentís que es la práctica del handball en Uruguay?
Se pueden separar dos cuestiones, por un lado la tarea educativa y por otro la competencia federada. Al encontrarse en el programa escolar, el deporte ha aumentado mucho la participación, y más que nada a nivel femenino. Es muy accesible, y considero que se trabaja muy bien tanto en las escuelas públicas como en los colegios privados. Está bueno porque hay muchas competencias. Es el deporte colectivo exclusivo de las mujeres; a nivel masculino es otra la historia, ya que el fútbol o basquetbol dominan.
Cuando yo jugaba había 6 equipos, por lo que la competencia era muy baja. Hoy en día en la Federación hay 12 equipos y en la Liga Universitaria 15. Creo que falta darle mayor importancia a las plazas públicas, que podrían funcionar como un buen semillero de jugadoras.
¿Cómo está posicionado Uruguay a nivel de la región?
En las formativas se compite muy bien a nivel panamericano. En mayores no se compite con las grandes potencias. Las muchachas que viajaron a Croacia le ganaron a algunos países pero en general se siente la diferencia económica. Hace poco le ganaron a Argentina, donde allí cinco jugadores reciben plata por jugar. Son realidades muy diferentes. Por ejemplo, nosotras tenemos solamente dos canchas disponibles para las competencias oficiales que son Saint Brendans y Scuola Italiana.
A nivel del sistema de juego, ¿cuáles son las principales características del handball uruguayo?
Antes se marcaba un sistema defensivo 6-0, ahora es el sistema 3-3 el que estamos intentando desarrollar. Nuestras jugadoras son bajas; tomando en cuenta que hoy en día te tiran desde 12 metros y te hacen un gol esto te lleva a una contrapropuesta. Sí somos rápidas (al no ser tan altas), pero a su vez esto te lleva a tener que correr más. Hoy no te gana un equipo que tenga seis estrellas sino aquel que es más parejo en las doce jugadoras. Como siempre les digo a mis jugadores “son mejor doce fititos tuneados que seis BMW”.
El año pasado, en Teramo (Italia), salimos vice campeonas. Dimos de que hablar, incluso un polaco nos ofreció ir a su país a entrenar para mejorar nuestro nivel de competencia. Las rivales eran muy altas, por lo que las salimos a buscar; se trata de poner una defensa muy dura y salir a contragolpear. Perdimos por un gol. Se juega mucho la transición con el ataque ampliado. Como la defensa es tan intensa, no todas tienen porque llegar a la cancha rival. Se vuelve un juego mucho más divertido con este sistema táctico.
¿Qué destacarías respecto a lo que transmite la práctica del deporte?
Lo que le genera a las chiquilinas; valores colectivos, motivación en la competencia así como la integración y socialización. Es decir, genera un montón de valores que andan perdidos. En este sentido el deporte se convierte en un medio para llegar a eso.
Las condiciones en que las chiquilinas entrenan genera algo distinto y eso se transmite en la cancha. La famosa garra te genera un plus especial. Genera un sentido de pertenencia que lo transmitís en agresividad positiva para ganarle a determinada situación.
¿Cómo se trabaja la iniciación al deporte y la permanencia en el mismo?
Aquí en AEBU se trabaja desde infantiles hasta mayores y es una tarea de hormiguita también con los padres. Siempre está bueno que ellos conozcan el trabajo. Hay que explicarles a los padres un montón de cuestiones. Por ejemplo, cuando empezamos (donde se desarrolla un juego más libre) preguntamos cuando alguien falta, como para mostrar interés. Después cuando se va ascendiendo de categoría el compromiso pasa a ser mayor. De esta forma desde chicas trabajamos desde el respeto y la responsabilidad.
En infantiles no jugamos federadas. Es a partir de los 13 que se compite. Un gran quiebre en la posible carrera deportiva se con las categorías sub 15 y sub 16: los bailes, la pereza de jugar los fines de semana y entrenar en la semana son limitantes.
Si empiezan en el deporte a los 8 años yo quiero que tengan 27 y sigan jugando al handball. Yo creo que hay que irlas llevando despacio y también pretendemos que lleguen a la selección, porque las motiva y vuelven entusiasmadas al club. Es un camino lento pero que está buenísimo.
Los viajes son importantes. Hoy en día ya estoy hablando con las chiquilinas que tienen doce, trece y catorce años. Ya pusieron en Facebook “quedan 700 días para irnos a Europa”. Ir a Europa es el sumun pero generalmente cada año hacemos un viaje a Santa María o Carlos Paz.
¿Por dónde ves que pueda existir una veta para mejorar la práctica del deporte?
Creo que hay un boom del deporte. Hace 10 años atrás no se participaba de los campeonatos chicos. En el 2002 se empezó a jugar en todos lados, desde las categorías más bajas tales como menores y cadetas. De todas formas, es complicada la parte económica; al mundial de Croacia les salía 3 mil dólares a cada jugadora poder estar ahí.
El Ministerio de Turismo y Deporte da la plata y la federación distribuye. Hay un tema político, y lo planteo con la siguiente interrogante: ¿tendrán que participar todas las delegaciones o solamente aquellas que tienen talento para llegar a algo? Capaz que es así. ¿Por qué llevar una selección cadetas que no es buena? Entiendo que existe la presión de los padres, quienes plantean “¿Cómo? ¿Mi nena no va a ir?”. Yo tengo un planteo un poco diferente; en este caso yo sería un poco elitista y en acuerdo con los directores técnicos y gente de la federación elegiría qué delegación se le pueda costear la participación en los campeonatos. Por ejemplo la generación nacida en 1995 tuvo la posibilidad de clasificar a los juegos olímpicos, simplemente era cuestión de trabajar cuatro años de forma sistemática. No se trabajó y se perdió la posibilidad.
En marketing hay que venderle el producto pero que hoy por hoy no es muy vendible. Está el tema del deporte femenino y la veta de género, hasta que esto no llegue al parlamento, habría que haber una ley de deporte. Existen mini proyectitos pero se necesita alguien que ponga la plata.