
Rusia siempre estuvo cerca
Ya se empieza a palpitar el Mundial de Rusia y todos miramos un rato para ese lado del mundo. PDA también.

Kazan Arena
1317 días y todas las Eliminatorias faltan para el Mundial de Rusia 2018. Aún con los goles de Brasil repitiéndose en algunas publicidades, Rusia se empieza a asomar con la presentación del logo oficial.
Blatter dejó claro que, al lado de lo que pasó en Brasil, las obras en Rusia están muy avanzadas. Pero, ¿cómo vive un país la organización de un Mundial cuando todavía falta tanto? PDA no tiene idea, por eso fue a preguntarle a Asal Hamitova.
Asal vive en Kazán, una de las 11 ciudades que albergarán partidos del Mundial. Es Licenciada en Relaciones Internacionales, aprendió a hablar español gracias al fanatismo que tiene por Fernando Alonso y fue la encargada de la delegación uruguaya en los Juegos Olímpicos Universitarios (Universíada) de Kazán 2013.
Asal piensa que "para la gente que vive en Rusia el Mundial es una cosa muy importante. Rusia se desarrolla mucho y nosotros queremos mostrar que Rusia es un país moderno, especial y bonito".
Aunque no oculta también las preocupaciones: "Ahora pasan cosas terribles en Ucrania, el Mundial debe ser un evento para reunirnos. Porque deporte y cultura existen para lograr paz y placer. Esperamos mucho del Mundial, tenemos mucho entusiasmo. Y como los Juegos Olímpicos de Sochi tuvieron mucho éxito, esperamos que lo mismo pase con el Mundial", explica.
Quién haya estado en Moscú sabe que no es una ciudad muy amigable con los turistas. El Metro tiene sus indicaciones en cirílico, las cartas de los restaurantes pocas veces están en otro idioma que no sea ruso y la mayoría de las personas no hablan ni entienden una palabra de inglés.
Pero Asal se muestra optimista con el tema: "Yo estuve en Moscú hace poco y vi que en el Metro el gobierno añadió marcas de los colores diferentes para orientarse mejor". Y agrega: "Todavía hay tiempo para mejorar la situación con el inglés. Seguro que el gobierno trabajará en ello".
Brasil tuvo sus protestas previas al Mundial por los recursos destinados a la organización. Algo similar podría pasar en Rusia, pero por asuntos de soberanía. Conflictos como el de Chechenia, Osetia del Sur o Ucrania siguen latentes. Asal cree que dentro de Rusia no habrá protestas, pero no descarta que se den en el exterior.
Kazán es una ciudad de 1010 años, es considerada la capital del deporte en Rusia, está ubicada a unos 800 kilómetros al este de Moscú, y es la capital de la República de Tartaristán. Asal cuenta que la ciudad se prepara desde el 2008, cuando le asignaron la organización de la Universíada.
Un año después, cuando Rusia fue escogida como sede del Mundial 2018, también supieron que en el Kazán Arena se jugarían partidos mundialistas. Las grandes obras de la ciudad ya fueron hechas, el estadio tiene capacidad para unas 45 mil personas, es utilizado por el Rubin Kazán y posee una pantalla HD de 4200 metros cuadrados de fachada.
Blatter dejó claro que, al lado de lo que pasó en Brasil, las obras en Rusia están muy avanzadas. Pero, ¿cómo vive un país la organización de un Mundial cuando todavía falta tanto? PDA no tiene idea, por eso fue a preguntarle a Asal Hamitova.
Asal vive en Kazán, una de las 11 ciudades que albergarán partidos del Mundial. Es Licenciada en Relaciones Internacionales, aprendió a hablar español gracias al fanatismo que tiene por Fernando Alonso y fue la encargada de la delegación uruguaya en los Juegos Olímpicos Universitarios (Universíada) de Kazán 2013.
Asal piensa que "para la gente que vive en Rusia el Mundial es una cosa muy importante. Rusia se desarrolla mucho y nosotros queremos mostrar que Rusia es un país moderno, especial y bonito".
Aunque no oculta también las preocupaciones: "Ahora pasan cosas terribles en Ucrania, el Mundial debe ser un evento para reunirnos. Porque deporte y cultura existen para lograr paz y placer. Esperamos mucho del Mundial, tenemos mucho entusiasmo. Y como los Juegos Olímpicos de Sochi tuvieron mucho éxito, esperamos que lo mismo pase con el Mundial", explica.
Quién haya estado en Moscú sabe que no es una ciudad muy amigable con los turistas. El Metro tiene sus indicaciones en cirílico, las cartas de los restaurantes pocas veces están en otro idioma que no sea ruso y la mayoría de las personas no hablan ni entienden una palabra de inglés.
Pero Asal se muestra optimista con el tema: "Yo estuve en Moscú hace poco y vi que en el Metro el gobierno añadió marcas de los colores diferentes para orientarse mejor". Y agrega: "Todavía hay tiempo para mejorar la situación con el inglés. Seguro que el gobierno trabajará en ello".
Brasil tuvo sus protestas previas al Mundial por los recursos destinados a la organización. Algo similar podría pasar en Rusia, pero por asuntos de soberanía. Conflictos como el de Chechenia, Osetia del Sur o Ucrania siguen latentes. Asal cree que dentro de Rusia no habrá protestas, pero no descarta que se den en el exterior.
Kazán es una ciudad de 1010 años, es considerada la capital del deporte en Rusia, está ubicada a unos 800 kilómetros al este de Moscú, y es la capital de la República de Tartaristán. Asal cuenta que la ciudad se prepara desde el 2008, cuando le asignaron la organización de la Universíada.
Un año después, cuando Rusia fue escogida como sede del Mundial 2018, también supieron que en el Kazán Arena se jugarían partidos mundialistas. Las grandes obras de la ciudad ya fueron hechas, el estadio tiene capacidad para unas 45 mil personas, es utilizado por el Rubin Kazán y posee una pantalla HD de 4200 metros cuadrados de fachada.