Esta historia comenzó el pasado sábado, en la cancha de Queens Park Rangers, donde el local empató 2 - 2 con Manchester City.

En ese encuentro ocurrió una curiosa incidencia: Yaya Touré ensayó un remate desde lejos y le salió desviado, con tanta mala suerte que le pegó en la cara a una niña (hincha de QPR) que estaba en la tribuna.



Finalizado el partido, el marfileño quedó bastante consternado con esa situación y se preocupó por la niña. "Aliviado de enterarme que la niña golpeada por mi tiro está bien. Estaba muy preocupado", tuiteó Yaya.

No conforme con eso, Yaya llamó a la familia de la niña y luego volvió a tuitear: "Acabo de hablar por teléfono con la amorosa Chloe y su padre. Feliz de que esté bien".

Para cerrar su gran gesto, el volante le envió una camiseta firmada por él que decía "sorry". Mucha ternura.