Fue una tarde hermosa en el Parque Viera. Espléndido clima, aunque el sol picante estaba en la tribuna de enfrente, cancha con un verde gramado sin igual y un marco simbólico de árboles que redondeaba la jornada perfecta. Para mejor, aquellos que iban con la patrona no tenían que pagarle la entrada.

Pero el fútbol no estuvo. Y por momentos el partido fue muy aburrido. Ninguno manejó el hilo del partido ni la esencia del juego. Porque, si bien Wanderers fue el que más la tuvo, no fue ese equipo aceitado que conocemos.

En la primera parte los bohemios la pasaron fea. Controlaban el balón, abrían las bandas, pero perdían tontamente en el negocio. Eso Juventud lo aprovechó muy bien, pero sin suerte.

Los de Las Piedras tuvieron cuatro claras chances de gol. Ya de arranque pudo ser con una apilada de Puerari, pero Maximiliano Olivera, en la línea, salvó la apertura de palomita. Enseguida Porcari tuvo la suya de cabeza: pasó cerca.

Wanderers la tenía, tocaba, abría y coordinaba, pero una y otra vez la rifaba. Y otra vez el "Juve" llegaba. Diego Rodríguez tuvo la más clara con un cabezazo que rozó el palo, y enseguida Rosano sorprendió con un bombazo de pelota quieta a distancia que desvió Cristóforo.

Lo mejor que le pasó a Wanderers fue que terminó el primer tiempo. Y ahí nomás los jugadores armaron un círculo y charlaron, con Cristóforo a la cabeza. Parece que de algo sirvió, porque en el complemento estuvieron más precisos.

La carta de Arias para el segundo chico fue Diego Riolfo, quien regresaba tras la lesión que sufrió en uno de los dedos de la mano. El chiquito entró como siempre: firme, seguro y rapidísimo, pero la falta de ritmo se notaba.

Lo peor vino acá. El partido cayó en un baldío tremendo en el que ninguno proponía. La pelota se disputaba en la mitad de la cancha y cuando un equipo la tenía, la perdía, el otro recuperaba, perdía y así sucesivamente.

En ese trajín de ataques bohemios, generalmente comandados por Gastón Rodríguez o Nicolás Albarracín, la defensa de Juventud tuvo que cometer penal. El "Nico" fue el derribado y Gastón se encargó de transformar el penal en gol.

Con algunos minutos por jugar, Giordano se la jugó por el "Malaka" Martínez a la cancha. El volante había sido exigido el viernes para confirmar su neta recuperación y pudo estar a la orden. Aunque de fútbol, muy poco.

Los últimos minutos dejaron un clima caldeado, en el que Andrés Martínez dejó pegar un montón y el partido terminó en un ambiente que no necesitaba. Primero el técnico Arias se fue expulsado por protestar y luego la "Chinita" Báez por una dura entrada.

Wanderers sumó interesantes puntos que le dan expectativa para lo que viene, aunque le prenden la alerta sobre su juego y su estilo. Juventud se va con el sabor amargo de que pudo ser.

Ficha del partido:

WANDERERS: Federico Cristóforo; Alex Silva (81' Emiliano Díaz), Gastón Bueno, Martín Rivas, Maximiliano Olivera; Adrián Colombino, Nicolás Freitas (45' Diego Riolfo), Paulo Lima; Nicolás Albarracín; Gastón Rodríguez y Sebastián Gularte (62' Yuri Galli). DT: Alfredo Arias

JUVENTUD: Fabián Carini; Sebastián Rosano (75' Jorge Martínez), Fernando Machado, Diego Rodríguez, Matías Pérez; Rodrigo Viega, Emiliano Romero, Cristian Latorre (72' Matías Duffard), Matías Porcari; Gastón Puerari y Jaime Báez. DT: Jorge Giordano

Gol: 75' G. Rodríguez (Wanderers)

Amarillas: Silva, Colombino, Freitas y Lima (Wanderers); Latorre y Viega (Juventud)

Roja: 90' Báez (Juventud)

Jueces: Andrés Martínez, Gabriel Popovits y Marcelo De León

Parque Alfredo Víctor Viera