El bossaball es un juego (todavía no lo llamemos deporte) que se inventó en el 2004. Un empresario belga llamado Filip Eyckmans tuvo la idea y la aplicó en las playas de España.

Luego se fue divulgando en varias partes del mundo, y en donde se afincó más fue en Holanda, donde ya hay seis clubes de bossaball establecidos.

La estructura básica del juego es como la del voleyball: una cancha dividida por una red alta, con el objetivo para los equipos de que la pelota pique en la cancha rival. Eso es lo general. Pero en los detalles hay unas cuantas diferencias.

La primordial es el terreno de juego: la cancha es inflable. Entonces los jugadores saltan y rebotan, más aún en la parte central de la cancha, donde hay camas elásticas. Además, se permiten toques típicos del fútbol, como pegarle con el pie o pararla de pecho.

Y otra cosa que lo diferencia es su carácter festivo, de ahí su nombre con alusión a un estilo musical. El bossaball, siempre que se pueda, se juega con DJs en vivo y "árbitros samba", que además de impartir justicia, bailan y animan el espectáculo.

En Brasil y Argentina ya prendió bastante, así que esperemos que pronto el bossaball desembarque en Uruguay.

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