Más respeto que soy tu madre
Un club brasileño tomó una increíble medida para frenar la violencia: puso a las madres de los hinchas como securitys. Genial.
Foto: ole.com.ar
Bonomi, tomá nota. En Brasil, puntualmente en la ciudad de Recife, se jugaba el clásico entre Sport Recife y Náutico, por la fecha 2 del torneo estatal de Pernambuco. Partido picante y seguramente calificado de "alto riesgo" por la policía local.
El tema de la violencia venía pegando duro, entonces a la gente de Sport Recife, asesorada por una agencia, se le ocurrió una gran idea: usar a las madres de los hinchas como guardias de seguridad.
Las entrenaron pertinentemente, les pusieron chalecos que decían "madres de seguridad" y las mandaron a patrullar las tribunas. Por las dudas, para que no quedaran dudas, las mostraron por las pantallas gigantes y pusieron un cartel que decía: "Hoy las responsables del operativo de seguridad son las madres. Respeten".
Saldo del operativo: cero incidentes. Un lujo.
El jefe de marketing del club explicó: "Este es el tipo de acción que tomó a todos por sorpresa. Nadie podría imaginarse que encontraría a su madre en un partido de fútbol, y lo más interesante: trabajando por la paz en el estadio".
"La idea fue que los hinchas más fanáticos tomaran conciencia. Al final, nadie quiere pelear en la presencia de una madre, especialmente la propia", concluyó.
El tema de la violencia venía pegando duro, entonces a la gente de Sport Recife, asesorada por una agencia, se le ocurrió una gran idea: usar a las madres de los hinchas como guardias de seguridad.
Las entrenaron pertinentemente, les pusieron chalecos que decían "madres de seguridad" y las mandaron a patrullar las tribunas. Por las dudas, para que no quedaran dudas, las mostraron por las pantallas gigantes y pusieron un cartel que decía: "Hoy las responsables del operativo de seguridad son las madres. Respeten".
Saldo del operativo: cero incidentes. Un lujo.
El jefe de marketing del club explicó: "Este es el tipo de acción que tomó a todos por sorpresa. Nadie podría imaginarse que encontraría a su madre en un partido de fútbol, y lo más interesante: trabajando por la paz en el estadio".
"La idea fue que los hinchas más fanáticos tomaran conciencia. Al final, nadie quiere pelear en la presencia de una madre, especialmente la propia", concluyó.