La historia es así. El plantel del Dalkurd FF, un equipo de fútbol de la C de Suecia, estaba de pretemporada en Barcelona. Allí estuvieron unos días y, de regreso, tenían pasaje marcado para el vuelo de la aerolínea Germanwings que iba de Barcelona a Düsseldorf, ciudad en la que harían escala para luego ir a Suecia.

Pero, cuando ya estaban en el aeropuerto por embarcar, decidieron cambiar, ya que el tiempo de espera en Düsseldorf iba a ser un poco largo. Entonces, como a esa hora salían tres vuelos más (dos a Munich y uno a Zurich) y la espera era mucho menor, optaron por cambiar los pasajes y dividir el plantel en esos vuelos.

Resultado: los tres vuelos que pasaron por arriba de los Alpes y llevaban gente del Dalkurd FF, llegaron a buen puerto. El otro, el que iba a Düsseldorf, sufrió un accidente, se cayó y provocó más de 100 muertos.

"Había cuatro aviones que han salido a esa hora y que volaban hacia el norte, pasando por encima de los Alpes. Cuatro aviones, y nosotros teníamos jugadores en tres de ellos. Se puede decir que hemos tenido verdaderamente mucha, mucha suerte", fue la reflexión de Adil Kizil, el director deportivo del club.