La selección sub 17 de básquetbol está entrenando desde enero bajo las órdenes de Luis Pierri. Prepara el Sudamericano de la categoría, que se jugará en setiembre en Argentina, y que otorga tres cupos clasificatorios al Premundial.

Actualmente están practicando 14 jugadores, de los cuales dos serán cortados antes que comience el torneo. Sobre cómo viene la preparación, qué podemos esperar de esta generación y algunas cosas más, el propio Pierri habló con PDA.

Van a llegar con nueve meses de preparación al Sudamericano. Imaginamos que dio para hacer una buena planificación…

Sí, sí, no va a haber problema. Es casi como formar un equipo. Obviamente no los tenés todos los días, pero sí se puede hacer y hemos tratado de trabajar combinadamente con los clubes. Lo más importante de todo, por mi año acá adentro y mi experiencia, es conseguir juego, es jugar.

¿Cuál es el objetivo para el Sudamericano?

Yo creo que el primer objetivo es estar en un podio. Lo dividimos en varias partes, pero el gran objetivo es el podio. Después, bueno, hay que ver. Es una generación que no nos conocemos (con los rivales). No hay antecedentes previos, no han competido con Chile, ni con Brasil, ni con Argentina, ni con Venezuela. No sabemos cómo juegan. El Sudamericano anterior de estos chicos, el sub 15, se suspendió, no se hizo. Entonces para todos va a ser una sorpresa saber en qué nivel está esta generación.

Aunque sea por los entrenamientos, ¿qué características le ves a esta generación?

Es una generación bastante completa. Tiene jugadores altos. No somos enormes, porque acá no lo vamos a ser nunca, pero yo vengo de dos generaciones que eran muy bajas, incluso una de ellas con un solo jugador por encima de la media -casi llegando a los 2 metros-, el resto eran todos bastante bajos. En esta generación, más allá que no tenemos uno enoooorme, tenemos chicos bastante parejos en altura.

Tenemos algunos buenos tiradores, tenemos conductores. Creo que es una generación muy completa, muy interesante. Está bueno porque es un desafío: para ellos y para mí. De acuerdo a lo que nos enfrentemos, vamos a tener que poner, como de costumbre, lo mejor. Tenemos que estar al 100% para, en una de esas, tener la fortuna de pelear una chance.

Como técnico, ¿qué virtud te gustaría que tenga tu equipo en la cancha: ofensivo o defensivo?

A esta altura, el tema de la defensa ya es casi obvio… el que no defiende, no juega. En todos los deportes. El deporte se ha transformado en algo muy físico, y el físico genera mucha dinámica defensiva. En general en estas categorías son defensas bastante presionantes, en toda la cancha, encimadas. Se comete mucho error, también.

Lo que sí me gusta es jugar bien ofensivamente. Porque, vuelvo a repetir, me parece que defensivamente la cuota tiene que estar, lo doy casi por entendido. Pero sí me gusta jugar prolijo ofensivamente, tener muchas variantes. El tiempo de trabajo me ayuda y eso es lo que estoy tratando que se vea en mi equipo: que defienda duro y fuerte, como Uruguay ha transmitido siempre a través de su historia, pero que juegue bien al básquetbol. Es que, en definitiva, metiéndola en el arito es como ganás.

Por tu experiencia como pívot, ¿le das algún consejo especial a los que juegan en esa posición?

Siempre hablamos, siempre trabajamos individualizado lo más que podemos. Y también hablo en general, porque creo que la experiencia hay que transmitirla. Obviamente que (a los pívots) les doy algunos consejos de algunos detalles que a veces no se entrenan, que son más de experiencia, pero después es transmitir lo que ha caminado uno en el deporte, los torneos que ha jugado, las posibilidades que ha tenido, los problemas que ha tenido y cómo los ha vencido.

A veces -no siempre- la transmisión de experiencias queda como anécdotas. Porque es casi intransferible, fijate que yo jugué juveniles hace 30 años y el básquetbol era bastante diferente a ahora. Puedo transmitir algunas cosas, pero otras quedan como una anécdota, porque son imposibles de repetir. Después hay otras cosas, como jugar torneos internacionales, la importancia que tienen, el orgullo de vestir la celeste. Eso sí se puede transmitir y es nuestro deber hacerlo. Pero hay cosas que no.

De acá a setiembre, ¿puede sumarse algún jugador nuevo al grupo?

Puede. Estamos en constante contacto y, siempre que he tenido la posibilidad, he ido a ver jugadores. Obviamente que si no me llama la atención y no me convence que es mejor que lo tengo, no cito por citar. Pero sí somos abiertos en ese aspecto. Todos los chicos tienen chance. Por sentido común, corrés con tres meses de diferencia, que cuentan.

¿Cómo ves al grupo mentalmente?

Es un grupo bueno en ese aspecto. Estamos trabajando con psicólogo y nos da una mano en esas cosas. Cada momento que estamos acá adentro, en estas mini-concentraciones que hacemos, se habla del podio, de Argentina, de los rivales, de las características. Se habla también de la realidad: que la historia no nos favorece. Pero también creo que estar demasiado mentalizados en este momento, se convierte en algo un poco aburrido. Se puede extender tanto en el tiempo que, llegado el momento de estar realmente concentrados, no poder hacer foco. Lo tomamos con tranquilidad.

Este es el plantel celeste: