Empecemos por el final. Brasil fue campeón como otras tantas veces. Cuando los brasileños están enchufados, son muy pocos los equipos del mundo que le pueden hacer partido en este deporte.

Ganaron las eliminatorias de punta a punta, perdieron un solo partido (frente Argentina cuando ya estaban clasificados) y nunca hicieron menos de cinco goles por partido. Es más, en total convirtieron 41 goles en los seis partidos que disputaron.

Paraguay volvió a salir segundo, como en el 2013, y se metió por segunda vez consecutiva en un Mundial. No es casualidad que los guaraníes sean los segundos del ranking de fútbol playa en Sudamérica, desplazando de ese lugar a Argentina.

El tercer clasificado al Mundial fue justamente Argentina, que le ganó por penales a Ecuador en el partido por el tercer puesto. Sudamérica repite entonces los mismos tres equipos que fueron al Mundial pasado, dejando claro que el fútbol playa se ha vuelta más competitivo que nunca.

En esta eliminatoria debutó Bolivia, que terminó saliendo noveno al ganarle el partido por el último puesto a Venezuela (que había ido al Mundial 2011). Los del altiplano también empataron contra Colombia 0 - 0 (perdieron por penales) y solamente fue derrotado por un gol contra Ecuador, que por segunda vez consecutiva vuelve a quedar cuarto y a las puertas de su primer Mundial.

Por su parte, Chile viene creciendo a pasos agigantados, mientras que Perú venció a Uruguay por el grupo y llegó a los penales contra Argentina.

¿Y Uruguay? No ha crecido a la par de los países nombrados. El camino fácil indica que hay que exigir un recambio de jugadores, pero no es nada sencillo encontrar jugadores de un deporte poco o nada practicado en Uruguay (este año ni siquiera hubo campeonato interno). Mucho más difícil es formarlos.

Uruguay hace tres Mundiales que falta. Esta vez estuvo muy cerca, venció a Argentina con autoridad, pero luego no pudo con Perú, lo que lo dejó fuera de la segunda fase.

Una realidad difícil de cambiar cuando desde arriba las señales no son las mejores. Kevork Kouyoumdjian le dio paso a Ricardo Abracinskas en la presidencia del fútbol playa en la AUF, pero luego de un corto período volvió Kouyoumdjian.

Lo mismo pasó con los técnicos de la selección: Aguirrezabala-Monserrat-Aguirrezabala. Y a la generación de jugadores que supieron estar siempre en los primeros lugares del mundo los está alcanzando la biología.

Este campeonato fue el último de Leandro Ortiz. "Fiore", como se lo conoce, junto a Diego Monserrat fueron la dupla de arqueros de esa generación, ahora ambos retirados. Canaveris y "Coco" Ortiz se habían ido hace un tiempo atrás. Todavía siguen Parrillo, Martín Díaz, "Ricar" y "Pampero" como los más experientes, y una generación intermedia con Matías Cabrera, Capurro, Sebe y Vallarino.

No se puede pensar un recambio sin jugadores que vuelquen toda la experiencia acumulada. El desafío pasa por formar jugadores. La ventaja con la que cuenta Uruguay es que ya ha sabido ganar cosas en este deporte, ya que siempre es más fácil volver a un lugar donde uno ya estuvo. 

Los 16 clasificados al Mundial de este año son:

Conmebol
Brasil
Paraguay
Argentina

Concacaf
México
Costa Rica

África
Senegal
Madagascar

Oceanía
Tahití

Asia
Irán
Omán
Japón

Europa
España
Rusia
Italia
Suiza
Portugal (anfitrión)