Partido cerrado, con las defensas bien paradas y concentradas 100%, porque un gol en contra en este tipo de trámite en la mayoría de los casos es definitivo. No importa si al público le gusta o no, una final por el descenso es así.

Por eso, un gol viene generalmente de un yerro defensivo o de una genialidad del atacante. El domingo pasado ocurrió esto último, porque en Fénix juega una de las mejores pegadas del fútbol uruguayo.

Martín Ligüera habló con PDA de lo que es jugar por el descenso, del triunfo 1 - 0 ante Rampla, de las piedras y hasta de la responsabilidad que significa ser "el Pirlo de Capurro".

Se ganó una final ante un rival directo por el descenso...
Sin duda, un partido muy difícil en donde los dos equipos nos brindamos por entero. Nosotros nos llevamos el triunfo, pero también se lo pudo llevar Rampla. Nosotros buscamos sumar, llegamos a 70 puntos y nos faltan tres o cuatro todavía. Vamos en busca de eso.

Quien ganara quedaba en el umbral. ¿Con esta victoria y una más se salvan?
Sí, creo que vamos a precisar cuatro puntos de acá en más para salvarnos definitivamente. Está todo muy parejo, todos los equipos están quemando los ultimos cartuchos, no paran de ganar y de sumar, por eso creo que va a ser difícil hasta el final.

¿Cómo son estos partidos ante un rival que, como Fénix, pelea por no descender?
Son muy difíciles. Siento muchas veces que es más dificil jugar para salvarte del descenso que una final del Uruguayo. Es una presión rara, jugás forzado, tenso… Por suerte estuve fino en el tiro libre y pudimos abrir el partido.

¿Cómo maneja el plantel esa "presión rara" de tener que sumar para no descender?
La presión nos llega a todos, pero tenemos que absorberla los de más experiencia. Como te decía, no es fácil jugar por el descenso.

¿Preocupado por las pedreas?
Sí, aparte justo vino mi familia a verme, pero por suerte todo está bien.

¿Sos el Pirlo de Capurro?
(Risas) ¡No! ¡Estás exagerando!