Recuperando sensaciones
Uruguay le ganó a Argentina y está muy cerca de clasificar a semis de las eliminatorias para el mundial de Fútbol Playa.
Plantel uruguayo para estas eliminatorias
Hacía tiempo, mucho tiempo, que los partidos parejos terminaban con derrota para Uruguay. En as últimas dos eliminatorias mundialistas, los celestes no habían superado la primera fase y con grupos más accesibles que el actual. Es verdad que todavía no está segura la clasificación, pero está cerca y las sensaciones son buenas.
El plantel uruguayo tenía claro que el rival a vencer era Argentina, y había que ganarle a Venezuela para llegar con chances contra los albicelestes. Era una final y así se jugó, sin especular, sin guardarse nada y con esas ganas de volver a ser lo que ya supieron ser: ganadores.
Argentina comenzó ganando, pero luego de una corrida de Gonzalo Rosa le cometen un foul muy cerca del área, que lo remató muy bien, y se fue el primer tiempo en empate.
El segundo tiempo comenzó con un contratiempo: penal por mano involuntaria de “Ricar” que el juez entendió era roja directa. Pero este no era el día para perder, el penal fue gol, pero Uruguay sacó y empató con gol de Catardo. Y así se fue el segundo tiempo, con empate a 2.
Los que saben de este deporte dicen que los partidos se ganan o se pierden en el tercer tiempo. Matías Cabrera enganchó para acá y para allá, se acomodó para su zurda y Uruguay pasaba en el marcador.
Los minutos pasaban y la arena pesaba en las piernas, Uruguay pasaba los minutos defendiendo, sin poder sacarse de arriba el embate argentino. De una pelota que no se puede despejar vino el empate de Argentina. 3 - 3, pero este no era el día para perder.
El juez levantaba los dedos haciéndole la cuenta de cuatro segundos al arquero argentino. Pasó el pulgar, el índice, el mayor y el arquero que no sacaba, se levantó el anular y se sintió el silbato. Falta técnica para Uruguay. Pampero remató con la energía acumulada de todo el tiempo alejado por una sanción administrativa, y la pelota picó para donde tenía que picar: a la red.
Uruguay pasaba 4 - 3, Argentina salía a buscar de nuevo, no había mañana. Los celestes marcaban, las ayudas llegaban siempre, las divididas no se perdían y mantenían la ventaja de un gol.
Faltaban poco más de tres minutos para el final y el arquero uruguayo, Leandro Ortiz, ve como la pelota pega en el palo y se va. No era el día para perder. Minutos después Matías Cabrera y Pampero se inventan una jugada por aire, el primero se la da al segundo que remata de cabeza. El capitán ponía las cosas en orden: dos goles de diferencia y partido para Uruguay.
La próxima fecha será ante Perú, el jueves a las 15 horas de Uruguay. Perú sabe que si gana y Argentina no vence a Brasil, se mete en segunda fase. Uruguay sabe que si no pierde en el tiempo reglamentario es más que probable que avance a semis.
El plantel uruguayo tenía claro que el rival a vencer era Argentina, y había que ganarle a Venezuela para llegar con chances contra los albicelestes. Era una final y así se jugó, sin especular, sin guardarse nada y con esas ganas de volver a ser lo que ya supieron ser: ganadores.
Argentina comenzó ganando, pero luego de una corrida de Gonzalo Rosa le cometen un foul muy cerca del área, que lo remató muy bien, y se fue el primer tiempo en empate.
El segundo tiempo comenzó con un contratiempo: penal por mano involuntaria de “Ricar” que el juez entendió era roja directa. Pero este no era el día para perder, el penal fue gol, pero Uruguay sacó y empató con gol de Catardo. Y así se fue el segundo tiempo, con empate a 2.
Los que saben de este deporte dicen que los partidos se ganan o se pierden en el tercer tiempo. Matías Cabrera enganchó para acá y para allá, se acomodó para su zurda y Uruguay pasaba en el marcador.
Los minutos pasaban y la arena pesaba en las piernas, Uruguay pasaba los minutos defendiendo, sin poder sacarse de arriba el embate argentino. De una pelota que no se puede despejar vino el empate de Argentina. 3 - 3, pero este no era el día para perder.
El juez levantaba los dedos haciéndole la cuenta de cuatro segundos al arquero argentino. Pasó el pulgar, el índice, el mayor y el arquero que no sacaba, se levantó el anular y se sintió el silbato. Falta técnica para Uruguay. Pampero remató con la energía acumulada de todo el tiempo alejado por una sanción administrativa, y la pelota picó para donde tenía que picar: a la red.
Uruguay pasaba 4 - 3, Argentina salía a buscar de nuevo, no había mañana. Los celestes marcaban, las ayudas llegaban siempre, las divididas no se perdían y mantenían la ventaja de un gol.
Faltaban poco más de tres minutos para el final y el arquero uruguayo, Leandro Ortiz, ve como la pelota pega en el palo y se va. No era el día para perder. Minutos después Matías Cabrera y Pampero se inventan una jugada por aire, el primero se la da al segundo que remata de cabeza. El capitán ponía las cosas en orden: dos goles de diferencia y partido para Uruguay.
La próxima fecha será ante Perú, el jueves a las 15 horas de Uruguay. Perú sabe que si gana y Argentina no vence a Brasil, se mete en segunda fase. Uruguay sabe que si no pierde en el tiempo reglamentario es más que probable que avance a semis.
