Andá festejando

Tras un partido loco y un final deplorable (que hizo que el triunfo todavía no sea oficial), Nacional festejó el título de Campeón Uruguayo.

copa.jpg
Antes que pasara todo lo que pasó, hubo un partido de fútbol. Un partido de fútbol que estuvo buenísimo, atrapante e increíble. Nacional arrasó en el primer tiempo y se fue ganando cómodo por 2 - 0, pero Peñarol, que jugó muy mal, lo remontó heoricamente y empató en la hora, forzando un alargue.

Los aurinegros hicieron lo que pudieron para aguantar el empate en el alargue, pero su resistencia duró veinte minutos, cuando el "Colo" Romero hizo, de cabeza, el gol definitorio. El del 3 - 2, el gol del campeonato.

Empezando a analizar lo primero, fue asombroso cómo Nacional fue superior a Peñarol en la primera parte. Los aurinegros tuvieron la primera chance del partido (pase de Pacheco, pique de Urreta y definición fallida), pero luego desaparecieron por completo.

Nacional lo frenó notable, lo presionó bárbaro y no lo dejó jugar. No lo dejó ni siquiera salir del fondo. Intenso y con mucha actitud, Nacional avanzó en la cancha y empezó a pisar con frecuencia las inmediaciones de Migliore.

El gol se veía venir y vino. "Papelito" Fernández, tras una bola que bajó Alonso de cabeza y antes había centreado De Pena, la mandó a guardar ante la atenta mirada de los marcadores. Poco después, Alonso cambió penal por gol y puso el 2 - 0.

El penal vino de una pelota que pierde Sandoval en la salida, no puede despejar Mac Eachen y Diogo termina derribando a Barcia. Un error múltiple de un fondo mirasol que la pasaba muy pero muy mal.

Se puede decir que Peñarol, al irse perdiendo apenas 2 - 0, la sacó barata. Salvo la primera de Urreta, no volvió a generar nada en ataque. Y en defensa sufrió un montón. Lo que más sorprendía, además de lo futbolístico, era la diferencia de actitud entre ambos equipos.

El Nacional que ganaba todas las pelotas divididas, que anticipaba siempre y que cubría todos los espacios salió a jugar el segundo tiempo con el mismo plan. Manteniendo la línea, era difícil que se le escapara el triunfo.

Bengoechea, obviamente, tenía que hacer cambios. Sacó a los dos laterales (de flojísima actuación) y puso a Nández y Leyes. Al sub 20 lo mandó de lateral derecho y a Leyes de punta, bajando el "Japo" al puesto de lateral izquierdo. Esa improvisación le costó cara, ya que Rodríguez no pudo con la marca de Tabó y terminó expulsado.

Igual, pese a todo eso, Peñarol se sacó un poco de encima al asedio tricolor. Los de Gutiérrez dejaron de presionar tanto y tal vez inconscientemente sacaron el pie del acelerador. Pero el trámite no corría riesgos, ya que Peñarol era el reino de las imprecisiones y no generaba nada en ofensiva.

Lo que salvó a Peñarol fueron las inspiraciones individuales. Urreta, que no le había salido una, logró meter una buena apilada y fue bajado por Barcia. Aguiar se hizo cargo de ese tiro libre y la pudrió en un ángulo. Golón y descuento.

Peñarol quedó a uno del empate y se entonó anímicamente, pero el fútbol no acompañó. Pasaron los minutos y seguía totalmente desconectado y oxidado en sus jugadas. Zalayeta jugó sorprendetemente mal, perdiendo casi todas las pelotas que tocó.

Mientras, Nacional amenzaba con los contragolpes y tenía mejores opciones de meter el tercero, que Peñarol de empatar. Pero el fútbol tiene "esas cosas" y Peñarol empató. Otra incursión de Urreta, esta vez de izquierda hacia el medio, terminó con una falta recibida.

Esta vez la falta fue de Prieto y fue adentro del área. Penal en la hora. Aguiar volvió a hacerse cargo de la ejecución y volvió a ponerla un ángulo. La jerarquía de la pegada del volante ponía el milagroso empate 2 - 2.

Y vino el alargue. Peñarol, con 10 por la expulsión del "Japo" y totalmente desorganizado (Mac Eachen de lateral, por ejemplo) solo atinó a aguantar el empate. En el primer chico, Nacional no pudo romperlo. En el segundo sí: corner de Recoba y bochazo solo del "Colo" Romero.

Casi inmediatamente, otro penal para Nacional. Y vino el caos. Lluvia de butacas, invasión del talud e incidentes varios. Todo en la Ámsterdam. Un bochorno gigante. Igual el penal se pateó y Migliore se lo atajó al "Chino".

El partido seguía 3 - 2 y todavía faltaban cinco minutos. Todo una gran locura. En un momento, la ambulancia de SUAT invadió la cancha en pleno juego. Otra escena dantesca. Es que le estaban tirando de todo la tribuna y la iban a romper. Entonces el juez suspendió el partido.

Nacional festejó como si hubiera salido campeón, dio la vuelta olímpica y hasta le dieron la copa de Tenfield. Es que en realidad lo fue. Para la AUF todavía no es oficial porque técnicamente el partido no terminó y falta que el tribunal falle.

El fallo puede ser que se jueguen los minutos restantes o que se le dé por ganado el Campeonato Uruguayo a Nacional. Esto último es lo que debería ocurrir. Para castigar a los hinchas que causaron disturbios.

Y porque además tiene los merecimientos más que necesarios. Fue el mejor de la temporada por robo (ganó la Anual despegado) y en la final fue ampliamente superior a su rival. Por eso, aunque resten detalles administrativo, podemos decir: salud, campeón.

Ficha del partido:

NACIONAL: Gustavo Munúa; Santiago Romero, Sebastián Gorga, Diego Polenta, Alfonso Espino; Leandro Barcia (75' Cristian Tabó), Diego Arismendi (70' Nicolás Prieto), Gonzalo Porras, Carlos De Pena (87' Álvaro Recoba); Sebastián Fernández e Iván Alonso. DT: Álvaro Gutiérrez

PEÑAROL: Pablo Migliore; Jonathan Sandoval (45' Nahitan Nández), Carlos Valdez, Emilio Mac Eachen, Diogo Silvestre (45' Gabriel Leyes); Luis Aguiar, Sebastián Píriz, Jorge Rodríguez; Antonio Pacheco (75' Hernán Novick); Jonathan Urretaviscaya y Marcelo Zalayeta. DT: Pablo Bengoechea

Goles: 20' Fernández (Nacional), 33' Alonso (Nacional), 69' Aguiar (Peñarol), 90' Aguiar (Peñarol) y 109' Romero (Nacional)

Amarillas: Arismendi (Nacional); Valdez, Diogo, Rodríguez y Leyes (Peñarol)

Rojas: 67' Juan Manuel Olivera (Peñarol) y 84' Jorge Rodríguez (Peñarol)

Jueces: Javier Bentancor, Miguel Nievas y Raúl Hartwig

Estadio Centenario