Bajo la lupa: Brasil

El próximo rival de Uruguay en el Mundial sub 20 es uno de los candidatos al título y un equipo distinto al del Sudamericano. Lo analizamos.

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Foto: facebook.com/fifau20worldcup
La moneda al aire determinó que Uruguay sea segundo del grupo y que el rival en octavos de final fuera Brasil. Si uno recuerda el flojo Brasil que fue a jugar el Sudamericano a Uruguay, es un poco sorprendente que en el Mundial lleve ganados los tres partidos que jugó.

Pero este equipo que está en Nueva Zelanda es otro, de verdad. Del once titular que enfrentó a Uruguay en el hexagonal final, solo Joao Pedro (lateral derecho) y Marlon (zaguero derecho) son titulares en el Mundial. Y el recambio fue más allá: los cuatro volantes y los dos puntas ni siquiera están en la lista mundialista.

Este Brasil de Nueva Zelanda es mucho más parecido a cualquier Brasil. La figura táctica es un 4-2-3-1, con Jean (Bahia) en el arco, Joao Pedro (Palmeiras) de lateral derecho, Marlon (Fluminense) y Lucao (San Pablo) de centrales y Jorge (Flamengo) por izquierda.

Brasil marca en línea y tira el achique constantemente, los centrales se paran en los 30 metros y cada vez que pueden salen a cortar. Jean desde el arco busca achicar cada vez que hay una pelota a espalda de los zagueros.

Los dos volantes centrales son el capitán Danilo (Sporting Braga) y Alef (Olympique de Marsella). Danilo es la referencia de juego, el encargado de organizar la salida de la pelota, mientras que Alef cumple funciones de cobertura y no tiene el mismo trato de pelota que el capitán.

Los tres volantes de creación son Gabriel Jesus (Palmeiras) por la derecha, Marcos Guilherme (Atl. Paranaense) por izquierda y Boschilia (San Pablo) por el centro. En el debut contra Nigeria comenzó jugando Andreas Pereira (Manchester United) por el centro, pero en el entretiempo lo suplantó Boschilia y se quedó con el puesto.

El nueve de área es Judivan (Cruzeiro), el Fred de la sub 20 pero con más movilidad. De los encargados de jugar el que tiene pinta de crack es el 10, Gabriel. Mucha técnica en velocidad y encarador, el circuito de juego siempre pasa por él.

Una mirada más de cerca de los dos primeros partidos del grupo nos pueden ayudar a entender cómo juega Brasil. El tercer partido fue contra Corea del Norte y Brasil aprovechó a rotar el plantel. 

vs. Nigeria

Fue el debut en el Mundial y un partido totalmente abierto. Nigeria le propuso un trámite de golpe a golpe, ataque por ataque. Así fue que el primer tiempo terminó 2 - 2. Esta Nigeria, que está formada principalmente por la sub 17 campeona en 2013, que eliminó a Uruguay en cuartos, presionaba en tres cuartos de cancha y, si robaba, buscaba rápidamente el pase al vacío.

Así fueron los dos goles que recibió Brasil: el primero una pelota robada cuando Lucao se la pasa a Danilo, y el segundo una contra de un córner. Los africanos le hicieron mucho daño atacando por el lado de Jorge, que va al ataque mejor de lo que defiende. Muchas veces los nigerianos encontraron espacios entre los zagueros y los laterales.

El mal juego en defensa de Brasil fue inversamente proporcional a lo bien que lo hizo en ataque. Basado en el circuito Danilo-Gabriel-Judivan por derecha, los norteños tuvieron muchas chances.

Judivan complicó pivoteando y jugando con los volantes por afuera y Gabriel, junto a las subidas de Joao Pedro que fueron un infierno. Esto es algo que Brasil hace mucho: Judivan se retrasa unos metros y los volantes por afuera hacen la diagonal al espacio creado por el nueve.

vs. Hungría

Los europeos, viendo que la salida desde el fondo de Brasil se hacía a través de sus volantes centrales, fueron con la tarea de taparlos. Con una presión en tres cuartos con especial énfasis en Danilo y Alef, Brasil nunca tuvo juego claro en los primeros minutos.

Hungría comenzó ganando con un gol que nace en un pelotazo de su lateral derecho. El nueve pelea con Lucao, le gana la posición por izquierda y de un sector de la cancha donde no debería generar ningún peligro, saca un remate que Jean colabora para que culmine en gol.

Hungría tenía todo controlado y era superior a Brasil, hasta que se le cruzaron los cables a su lateral izquierdo que se va expulsado por doble amarilla en 15 minutos. Brasil, con uno más y empujado por el resultado, se fue arriba.

Guilherme y Gabriel abandonaron la línea y empezaron a jugar más adentro, dejando el carril libre para la subida de los laterales que ya no tenían que defender tanto.

Logra dar vuelta el partido en el segundo tiempo con un gol de Danilo a la salida de un córner y Andreas Pereira de penal, luego que Gabriel desparramara rivales en el área hasta que lo bajaron.

En definitiva Brasil es un equipo poderoso, con muchos recursos en ataque, pero que sufre un poco en defensa. Lo complicaron los nueves grandes, cosa que Uruguay no tiene, pero también los rivales supieron sacar ventaja de los huecos que dejan los laterales. Los ataques rápidos lo complicaron y quizás por ahí puede estar la principal arma uruguaya.