​Juventud, divino tesoro

Lola Moreira contó a PDA cómo vive este momento de su vida. Siente que muchos la consideran un modelo a seguir para la juventud.

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Dolores Moreira junto a Luis Chiapparro, su entrenador, tras recibir su medalla en Toronto 2015.
Dolores Moreira se transformó en una de las grandes referentes de nuestro deporte desde su medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. 

La representante de vela, con tan solo 16 años de edad, pasó de ser conocida por pocos, a ser “Lola” para todos y su imagen se repitió en los medios de comunicación en los días posteriores a su retorno de Canadá. 

La sanducera, que actualmente esta compitiendo en la regata Cork International en la misma sede donde ganó la presea panamericana, se prepara para su debut en el Mundial Juvenil de Láser que será este viernes y se desarrollará en Kingston, Canadá. En uno de sus ratos de descanso, habló con PDA.

“Está medio difícil”, comentó la uruguaya al ser consultada sobre el nuevo desafío y explicó: “solo competí con seis o siete de las competidoras que van a estar allá, por lo que a la mayoría no las conozco en el agua, solo de estudiarlas”

“Lola” nos comentó que en la anterior edición de este Mundial, realizada en el 2014 finalizó en el décimo puesto en la clasificación general. "Espero igualar o mejorar esa colocación, pero también aprender y disfrutar”, contó.

Moreira se encontró con la fama de golpe y fue a raíz de su gran éxito deportivo en Toronto 2015, pero ella es la primera en decir que aún no logró acostumbrarse a esta situación. “Cuando llegué de los Juegos Panamericanos había muchísima gente esperándome y fue increíble el apoyo que recibimos. Desde allí en más fue algo increíble. La gente me para a saludarme, agradecer y hasta me esperan para pedirme fotos”, reveló. 

Pero no es fácil acostumbrarse a estos cambios de golpe y “Lola” lo sabe muy bien. Confesó que no es fácil para ella ser tan demandada por los medios: “Todavía me sigo poniendo nerviosa a la hora de dar entrevistas. Tengo que aprender para superarlo y hablar más tranquila”

La deportista ha recibido elogios y son muchos los que la presentan como una muchacha con la cual identificarse, un modelo a seguir. Ella lo percibe y cree entender por qué sucede. “Creo que es porque soy joven y los mayores me ven como esperanza en la juventud. Muchos a mi edad están en otra. La mayoría son medios rebeldes con el liceo y no practican deporte alguno. Pienso que cuando me ven, me asocian con otro camino por el que también se puede optar”, aseguró. 

Toronto le dio la posibilidad de conseguir la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016 y para ello ya trabaja en un plan de acción: "La parte física es fundamental, por lo que voy a seguir con mi preparadora para crecer desde ese lugar. Ahora comienza una nueva etapa que es la puesta a punto para esa cita, algo que quizás no tenía previsto alcanzar ya en los Juegos Panamericanos y que modificó algunos planes. Al no ser un deporte de marcas o tiempos, necesitamos medir nuestros avances en competencias. El mayor nivel en la vela está en Europa y por ahora todas las clasificadas son europeas, entonces estaría bueno ir a medirme con ellas y ver en qué tengo que mejorar. Buscamos ir a todos los campeonatos que podamos”

A la hora de referirse a su familia explicó que es lo más importante en su vida, "siempre están en las buenas y malas, para ayudarme a tomar decisiones difíciles y me bancan en todas”. También hizo un comentario sobre Alejandro Foglia -ganador del diploma olímpico en Londres 2012, quien habló maravillas de ella- y Andrea Foglia -última representante en la clase Láser Radial a nivel olímpico-: “Son mis mayores ídolos. Que un ídolo hable cosas buenas de ti, es lo máximo que te puede pasar”