
"Podemos ir a más"
Líber Quiñones, el hombre que se transformó en el máximo goleador en la historia de Racing, habló con PDA sobre la actualidad albiverde.

La tarde soñada. Esa que el hincha nunca va a olvidar y el jugador tampoco. Esa que une, que llena el alma y que acompaña en cada grito de gol de Líber Quiñones.
Este fin de semana, el "Gordo", como le dicen sus compañeros, marcó los dos tantos con los que su querido Racing Club de Montevideo venció 2 - 0 a la IASA. Con uno bastaba para que Líber Daniel Quiñones Prieto superase la barrera de los 60, que estaban en poder del argentino Osvaldo Vega, delantero que brilló allá por la década del 60.
El partido estaba cerradísimo. Tanto Racing como Sud América buscaron jugar por abajo, pero el gol no aparecía. El primer tiempo se iba y parecía que quedaba en empate.
Pero apareció el hombre que tenía que romper la historia. El que llegó a Racing procedente de Defensor Sporting, donde no fue tenido en cuenta, y recaló en Sayago para convertirse en leyenda.
Vivió de todo. Desde estar último en la B, el posterior ascenso, hasta jugar la Copa Libertadores con Racing y pelear descensos. Salió del país varias veces, pero en ninguna pudo acomodarse del todo. Fue campeón en Danubio, volvió a salir, y otra vez Racing: su casa.
Primero, con un tiro libre de exquisita comba, el "Gordo" abrió la cuenta y rompió la estadística. Dos minutos después, Irazún se la dejó en bandeja y por arribita, como definen los finos, puso el definitivo 2 - 0.
Tras la victoria, y las históricas anotaciones, PDA conversó mano a mano con el delantero.
Suena la plena, todo es alegría y vos sos el goleador histórico de Racing. ¿Cómo lo estás viviendo?
Era lo que todos esperábamos: volver a Racing, y volver a convertir goles. Capaz era cuestión de tiempo superar esa marca. Estoy contento.
¿Ya sabías vos que estabas cerca de ser el goleador?
Antes de irme a Danubio ya lo sabía. Un día me paró un hincha y me dijo que si hacía once goles ese campeonato lo pasaba al que lideraba. Los hice, pero después me dijeron que me faltaba uno. Pero bueno, fue lo mismo para mí.
¿Pensabas mucho en esa posibilidad de hacer historia?
Trataba de pensar menos, porque si pensás mucho y te mentalizás, no llega. Hoy por suerte fueron dos, que sirvieron para el triunfo, que es lo que más importa.
En el primer gol la pudriste en el ángulo, en el segundo definiste por arriba, cuando cualquiera le hubiese dado como venía. ¿Cómo fueron?
Sí (se ríe), estaba cerca, al borde del área, era solo pasar la barrera. Pasó y entró en el ángulo. En el segundo estaba solo, me dio el tiempo para acomodarme y meterla.
¿Se trabajó distinto bajo la batuta de Darío Larrosa?
Se trabajó para que no nos convirtieran, con el "Vasco" (Ostolaza) también se hizo eso, pero no se daba. Por errores nuestros nos convertían en los primeros minutos. Hoy no pasó, sabíamos que en cualquier momento íbamos a convertir.
¿Para qué está este Racing?
Ahora vamos a ir partido a partido, tenemos la confianza de saber que podemos ir a más.