"Queda esa espinita"

Gastón Puerari, delantero de Juventud, habló con PDA de la experiencia en la Sudamericana. "En la altura la pasé muy mal", confesó.

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Gastón Puerari viene siendo una de las figuras de este Juventud que empezó a levantar en el torneo local y que hizo una gran Copa Sudamericana, incluso quedando afuera por muy poco ante el poderoso Emelec.

Sobre la experiencia de medirse a nivel internacional y el momento actual de los pedrenses, el delantero sanducero habló con PDA.

¿Cómo analizás el pasaje por la Copa Sudamericana de Juventud?
Fue muy positivo, muy bueno para el club. Era algo nuevo. Creo que ni ellos se esperaban pasar de fase y de estar tan cerca de ganarle a un rival que, en los papeles, era superior. Por suerte hicimos historia.

Ya habías jugado copa con Defensor y El Tanque. ¿Qué tiene de particular?
A mí me pasa que, al ser parte de salvarnos dos veces del descenso y de esperar hasta el último partido para ver si entrabamos en la Copa, es muy importante. Más porque el club es nuevo y te encontrás con cosas nuevas. Se vive de otra manera, es muy lindo para el grupo.

¿Qué sensación queda de haber estado tan cerca de vencer a Emelec?
Te queda esa espina, como diciendo que estuvimos tan cerca, y de que se nos fuera por penales. Te queda ese sabor amargo de haber estado tan cerca. Fue ante un gran equipo. Estamos contentos porque se hizo todo.

¿Por qué no pateaste vos el penal en el partido?
Con cariño hablamos con el "Facha" (Carini), que quería patear también antes por si había uno. Cuando la veo ahí la pelota voy, veo al "Facha" y me hace con el pulgar para arriba. Vino Lemos, agarró la pelota, se sintió con confianza y le pego él.

¿Y esa jugada que tuviste cerca del final?
Esa fue increíble. Se quedaron con la pelota el zaguero y el golero y no sabían qué hacer. Se las punteo, el golero queda parado, pegá en él y sale.

¿Qué cosas te sorprendieron en la Sudamericana?
Nos tocó en Potosí, que sabíamos que la altura iba a ser complicada. Casi ninguno había jugado en la altura. Por más que habíamos sacado una linda diferencia en Montevideo, iba a ser difícil. Lo que corrieron los muchachos es algo que no se podía creer. Después en el partido con Emelec allá, en lo defensivo -a lo que apostamos- se sacaron cosas que no sé ni de dónde salieron. Tuvimos mucha concentración. Dimos una sorpresa en el partido de acá, porque tuvimos las más claras ante Emelec.

¿Cómo te fue con la altura?
Yo lo había sufrido en Quito. La pasé muy mal. Le dije a Giordano cuando jugamos acá que cuando fuéramos a Bolivia iba al banco. En mil metros menos me había ido mal, imaginate a más altura. Entré cinco minutos y me sentí peor que los que corrieron los noventa.

¿El viaje fue muy complicado?
El viaje en ómnibus ya es raro. Son 100 km y los hacés en tres horas. Llegás a una altura de cinco mil metros y tenés que bajar mil más a Potosí. Es dolor de cabeza constante, estás engripado. Cuando hay sol te quema, cuando hay sombra te morís de frío.

¿Qué cosas les deja haber jugado una copa internacional?
Nos deja la experiencia y las ganas de pelear por otros puestos para la copa que viene. Fue algo muy lindo, pero también todo depende de nosotros de volver a repetirlo.

¿Entonces los objetivos son más ambiciosos ahora?
Eso es a lo que tenemos que apostar. De lo lindo que vivimos hay que apostar a volver a entrar a una copa.

¿Qué te entusiasma del proyecto de Juventud?
En mi etapa de fútbol creo que las cosas más lindas las viví acá. Me tocó ser campeón con Defensor, pero me dio más alegría haber salvado un descenso con Juventud en Cerro Largo. Más que nada por el grupo, por lo que se formó en el club. Entrar a una copa fue algo muy lindo.

¿Qué aportás vos?
La alegría de todos los días. Lo que uno ha pasado en los distintos clubes, lo positivo y lo negativo. También aprendés de los más jóvenes. Además hay gente muy experiente en el plantel, con recorrido para analizar.

¿Cómo te sentís en el esquema de Giordano?
Bien, porque me hace sentir libre de mi juego. Si está muy complicado atrás puedo bajar, o ir a una punta. A él le gusta que todos nos sacrifiquemos, eso lo hemos ido demostrando.