Comenzamos este resumen por lo que hizo Markieff Morris, de Phoenix Suns. El muchacho le hundió una pelota en la cara al lituano Valanciunas, de Toronto Raptors. Un atrevido.



Y si hablamos de enterrarla hasta el hueso, hay que ver esta de Julius Randle, de Los Angeles Lakers. Mucha polenta.

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También es importante en el básquetbol, como en la vida, recoger la basura. Y en eso se destacó Gerald Henderson, de Portland, el triunfo contra Milwaukee. ¿Bola suelta al lado del aro? Pa adentro.

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En ese mismo partido, Miles Plumlee, de Milwaukee, le hundió una bola de Mason Plumlee, su hermano menor. No pasa nada, en casa lo arreglamos.



Esto es un gran doble, a puro movimiento, habilidad y técnica de Dwyane Wade, de Miami Heat. Su equipo perdió ante Houston, pero él nos regaló esto.
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Para terminar les dejamos esta despedida de James Harden, de Houston, entrevistado al término del partido por un periodista casi tan barbudo como él. "Gracias Barba", le dice el propio Harden al periodista. Qué loco, ¿no?