En una ciudad como Montevideo, capital de un país donde el deporte está tan arraigado, uno tendería a pensar que recorriéndola encontrará vestigios de tal arraigo. O, mucho más que vestigios, señales o pautas claras de que estamos en una ciudad donde el deporte es algo importante para la gente.

Si el que recorre se fija en la actitud de la gente, en lo que están haciendo los niños en el parque o en la playa, seguramente lo vea muy claramente: el deporte, y sobre todo el fútbol, están muy presente en la vida montevideana.

Pero si esa misma persona tiene la curiosidad de mirar los nombres de las calles, y preguntarse quién es el tipo cuyo nombre está en el cartel, difícilmente llegue a la misma conclusión. Militares, políticos, intelectuales, abogados y artistas abundan en el nomenclátor de Montevideo. Pero deportistas, no.

Hay una probabilidad muy baja que un montevideano viva en una calle con nombre de futbolista. Para que ello ocurra tiene que vivir en el barrio Plácido Ellauri, en las cercanías de Casavalle, donde una serie de pasajes y pequeñas calles fueron nombradas con las glorias más antiguas del fútbol celeste.

O en tres calles puntuales: una en el barrio Bella Vista, José Nasazzi; otra en el Barrio Sur, Víctor Rodríguez Andrade; y la otra en Jardines del Hipódromo, José Piendibene. Luego hay un par de calles más con nombres de futbolistas: Héctor Scarone y Pedro Arispe, pero estas no tienen casas, sino que cruzan parques.

Suena a poca cosa y suena también a que cuando se realizaron la gran mayoría de las denominaciones, el fútbol todavía no era lo importante que es hoy. Otra muestra de ello es que hay unas cuantas calles que remiten al turf y hasta a ciertos caballos en particular, algo que no ocurriría en los tiempos que corren.

No podemos culpar a las autoridades de comienzos del siglo XX, pero sí podemos reconocer que a las actuales parece estarles costando la renovación del nomenclátor. Aún hay calles sin nombre, calles cuyo significado directamente no se sabe (“se desconoce el motivo de esta designación”, dice el libro oficial) y hasta hay algunas con nombres repetidos: Vázquez y Santiago Vázquez refieren a la misma persona, por citar un caso.

Una resolución en el 2011 fue la que tomó cartas en el asunto y le puso a un montón de pasajes del barrio Plácido Ellauri nombres de futbolistas. Antes de eso, en la década de los 90, un fragmento de la calle Cuaró fue renombrada como Carlos Solé, en homenaje al relator del 50. Los que todavía esperan por entrar son los campeones de Maracaná y, ¿por qué no?, deportistas de otras disciplinas que hayan tenido grandes logros, como por ejemplo, medallas olímpicas.

En total son 39 las calles de Montevideo que tienen que ver con el deporte, más siete espacios públicos (plazas, plazoletas o espacios libres). Capaz que está bien, y aunque esté mal tal vez no sea algo trascendente ni que cambie la vida de nadie, pero al menos queremos avisarle al tipo que cuando empezó este artículo estaba recorriendo la ciudad y mirando los carteles que no se asuste; nos importa mucho más el deporte de lo que parece.

Las calles deportivas de Montevideo:

Espacios públicos: