La tormentosa salida de Sampaoli y lo difícil que les fue encontrar un nuevo entrenador, hizo que el último mes fuera un parto para la selección de Chile.

Bielsa dijo que no, Pellegrini dijo que no, lo mismo que Berizzo y Sabella. Recién a la quinta opción encontrar un sí. Y esa opción fue la de Juan Antonio Pizzi, argentino de nacimiento pero futbolísticamente nacionalizado español.

Es el cuarto argentino consecutive que dirige la selección de Chile, luego de Bielsa, Borghi y Sampaoli. Salvo el "Bichi", todos le dieron muy buen resultado. ¿Para qué cambiar la fórmula?

Pizzi conoce el fútbol trasandino (dirigió a Santiago Morning y Universidad Católica, con la que salió campeón), tiene experiencia en Europa (dirigió al Valencia), sacó campeón a San Lorenzo en Argentina y ahora estaba dirigiendo con buen pasar al León de México.

Tras acumular esos interesantes pergaminos, a sus 47 años a Pizzi le llegó la chance de pasar a una selección. Agarra a una Chile difícil, aunque curiosamente es la actual campeona de América, título que debe defender en junio en la Copa América Centenario.

En las Eliminatorias, Chile va 5° con siete puntos, producto dos triunfos, un empate y una derrota, que fue la goleada con Uruguay en el Centenario. 

Pizzi dijo que era "un gran honor" dirigir a Chile y tiró una frase que nunca falla cuando te presentan públicamente: "Me comprometo con todo el pueblo chileno para desarrollar mi trabajo con la máxima responsabilidad, dedicación y compromiso". Un señor.

Su debut será a fines de marzo cuando, por la quinta fecha de las Eliminatorias, le toque recibir a Argentina. Pocos días después será visitante ante Venezuela.