"Esa noche casi no dormí"

Jhonatan Esquivel contó a PDA cómo vivió su primera clasificación a los Juegos Olímpicos. "Cumplí un sueño", afirmó.

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Foto: Ruben Scarpati

La semana pasada Jhonatan Esquivel obtuvo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río, gracias a su tercer puesto en la semifinal del Preolímpico en Chile, lo que le valió terminar entre los seis mejores de la competencia.

El remero de Montevideo Rowing confesó que casi no pudo dormir la noche posterior a la semifinal, ya que para asegurarse la clasificación debía esperar que el otro bote uruguayo (el doble par ligero de Collazo y López) no hiciera lo propio.

Finalmente el doble par ligero no consiguió el objetivo y Esquivel se metió por primera vez en su carrera en los Juegos Olímpicos. Tras el logro obtenido, Esquivel charló con PDA y contó cómo vivió esos días.

¿Cómo viviste la previa al Preolímpico?

Todos los días previos a la primera regata entrenaba motivado y convencido que estaba en mí. Remaba y veía los aros abajo del agua.

¿Cómo se dio esa regata semifinal que te dio la clasificación?

La viví como una final, sabía que esa era mi final para el el pasaje a Río. Salí fuerte, pero a hacer mi trabajo. Pasando los primeros 500 metros iba sexto, pero cerca de un bote. Seguía concentrado en mi cuenta-remadas que me venía marcando lo que yo hacía. Pasando los 1000 metros me coloqué en la quinta posición, pero aun así no me alcanzaba para entrar a los Juegos.

Ahí tuve que hacer una levantada y me coloqué en la cuarta posición, eso me dejaba a un puesto y casi proa a proa, y los últimos 500 metros eran míos. Venía muy bien, metí la proa a Venezuela y cuando faltaban 300 metros me di cuenta que estaba Argentina a nada y empecé a levantar buscando la segunda posición y termine quedando a un segundo.

¿Qué sentiste en ese momento?

En esos momentos se me pasaron muchas cosas, pero lo que más me sentí fue que lo había logrado, que estaba con los dos pies dentro de los Juegos Olímpicos. Más allá de si el doble clasificaba o no, yo había hecho mi parte y lo que tenía que hacer.

Al día siguiente tenía mi final y la final del doble. Esa noche no dormí casi nada. Y al día siguiente largué a buscar medalla pero pasando los 500 metros no tenía piernas, estaba fundido. Igual seguí con lo que me quedaba. Llegue 6° y me quedé aflojando ahí en la vuelta y esperando la regata del doble que definiría qué pasaría conmigo.

¿Era algo pendiente que tenías?

Sí, y algo que siempre quise desde que arranqué a competir. Lo viví como un desafío, porque cuando tuve las eliminatorias para ir a México y no fui convocado me molestó bastante porque había cumplido con alguna marca que habían pedido.

Pero por suerte tuve un grupo de amigos que me ayudó y me dio en buen término una cachetada y me hicieron abrir los ojos para hacer un click.

Una noche antes había hablado con Rodo (Collazo), mi compañero de cuarto, y me dijo: "Vos Jhony tenés que clasificar y te tenés que asegurar un lugar en Río. Si nosotros entramos después se ve, es una cagada que solo pueda ir un bote, pero bueno, después se ve. Vos metele y asegurate un puesto en los Juegos".

¿Y ahora a qué aspirás en los Juegos?

Cumplí un sueño y ahora tengo otro y pienso entrenar mejor de lo que he entrenado hasta ahora para no solo ir, si no ir a estar a la altura de lo que es un Juego Olímpico, que sinceramente no sé lo que es porque van a ser mis primeros Juegos.

Para el Preolímpico lo pensé como las regatas más duras de mi vida. A esto lo voy a tomar con uno o dos niveles más difícil y pienso ir a dar batalla, así que tendré que mejorar muchas cosas.