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Pablo Gardiol, uno de los candidatos a hacer la marca olímpica en maratón, se tuvo que bajar por una lesión. "Estoy desilusionado", confesó.
De acuerdo a los antecedentes previos, Pablo Gardiol era uno de los serios candidatos a intentar la clasificación en maratón para los Juegos Olímpicos de Río 2016, sueño que una lesión rebelde no le permitirá concretar.
Gardiol, un atleta con amplia experiencia en la materia y 21 años de trayectoria, tiene sobre sus espaldas doce participaciones en maratón y, teniendo en cuenta sus últimas tres, marcas en el orden de dos horas 21 minutos. Es decir: tenía argumentos para esperanzarse.
Su apuesta por el sueño olímpico era clara y justificable desde los números, pero una lesión le impedirá alcanzar esta posibilidad. En pleno proceso de clasificación a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, comenzó a acusar dolores por una lesión en el posterior de la pierna derecha y ello determinó que la misma se agudizara.
Luego de múltiples análisis y consultas con varios médicos deportólogos, los estudios de resonancia magnética diagnosticaron una "tendinitis en la inserción proximal del semimembranoso" (entesitis), es decir en la inserción de la pierna con el glúteo.
Este dolor se fue agravando, pese a los tratamientos, dificultando la intensidad de sus entrenamientos, que igualmente fueron llevados a cabo pero sin llegar al 100%. A su vez se sometió a varios tratamientos: fisioterapia, plasma enriquecido, ondas de choque, ozonoterapia y cámara hiperbárica.
A la fecha, y por prescripción médica y decisión de su entrenador (Lionel de Mello), no ha quedado otra alternativa que priorizar la salud del deportista y dedicar todos los esfuerzos a sanar la lesión, por lo que ha tenido que aceptar no concurrir a la competencia clasificatoria que tenía prevista en Europa.
"La prioridad es poder salir de la lesión y, con todas las fuerzas, concentrarse en el objetivo de clasificar al Campeonato Mundial del próximo año", comentó a PDA su entrenador Lionel de Melo. Para el Mundial se exige la misma marca que en la actualidad.
"Entiendo que es clave tener al deportista sano, porque si se está sano se puede dar pelea y aspirar a objetivos trascendentes. Ha sido difícil renunciar a un objetivo por el que el deportista ha trabajado tanto, pero el deporte tiene estas cosas y lo bueno es que a la vuelta siempre hay revanchas y el próximo Campeonato Mundial es una de ellas", afirmó De Mello.
"Seguramente que teniendo como único objetivo su recuperación, y haciendo los tratamientos adecuados, Gardiol estará en igualdad de condiciones para dar pelea por esas marcas clasificatorias, y no tengo dudas que tiene aptitudes y capacidades como para clasificar. Su esfuerzo y condiciones bien valen la pena. Nada se termina y todo continúa porque un atleta con sus condiciones y su capacidad de esfuerzo tiene mucho para dar aún", agregó el entrenador.
Para Pablo Gardiol al posibilidad de no estar en Río es algo difícil. "Estoy desilusionado por el momento que estoy viviendo y la compleja decisión que estamos tomando junto a Lionel", confesó a PDA.
"Es muy duro para cualquiera que ha hecho el esfuerzo de tantos años, horas de dedicación y sacrificios, tener que bajarte sin siquiera poder dar pelea en la carrera", añadió.
"No tendré por causa de esta lesión siquiera la posibilidad de enfrentarme a la distancia, la cual conozco muy bien y estoy seguro que de haber podido entrenar en los últimos meses sano y en igualdad de condiciones que el resto de los que estamos en este proceso, hubiera conseguido mi lugar en Río 2016", se lamentó el atleta.
"Pero así son las cosas de este deporte y más aún en una distancia tan exigente. Me esforcé al máximo, me levanté innumerables veces en cada caída, di todo lo que tenía para recuperarme, pero no se pudo. Ahora solo puedo dar un paso al costado en este intento, para tomar fuerzas e impulso, porque tengo mucho para dar y volver a intentarlo por otro sueño: el Mundial", concluyó Gardiol.