No se hunde
Luego de años de irregularidades el Club Neptuno tiene nueva directiva. PDA habló con su presidente que contó su objetivo de reabrir la piscina de 50 metros.
Carlos Marcucci, el nuevo presidente del Club Neptuno.
“Las últimas elecciones en el Club Neptuno habían sido en el año 2009. Debió haber elecciones en 2013 y nunca las hubo. Desde el balance del 31 de agosto 2010, no hay balances aprobados. Durante seis años los socios acá en el club no tuvieron un número y no sabían qué pasaba en el club, que además se caía a pedazos”. Así empezó la historia, y mientras la cuenta, Carlos Marcucci pasa por momentos de mucha emoción. En algunos pasajes su voz se quiebra y algunas lágrimas brotan de sus ojos. Se conmueve. Está hablando del club al que llegó con cinco años y del que ahora es presidente. Lo será por los próximos cuatro años, hasta unas nuevas elecciones en 2020. “Para mí es un gran orgullo y una gran responsabilidad ser hoy el presidente del club”, asegura.
Las circunstancias que lo depositaron en la presidencia no fueron las ideales, así como tampoco lo es el estado actual del edificio en el que funciona el club. “Era una monarquía esto. Un atropello a los socios, una falta de respeto. Hace un año y medio recurrimos a los organismos del Estado para reclamar legalmente que esto estaba en una situación irregular. Al principio nos dieron corte y en noviembre nos cambiaron el discurso. Entonces presentamos un recurso de amparo en la justicia”, explica el contador Marcucci. Así se destrancó el asunto. El Poder Judicial dio la razón a este grupo de socios y se realizó el pasado 20 de enero una asamblea, por primera vez en seis años. El 16 de marzo finalmente hubo elecciones, y la lista única liderada por Carlos obtuvo más de doscientos votos.
“Hay mucha gente en el club que está interesada, tiene su corazón en el club y quiere que no se cierre esto. Hay gente que ha venido a arreglar las plantas por darte un ejemplo”, dice el nuevo presidente.
Ahora viene la tarea. Reconstruir algo que estaba cada vez peor en los últimos años. Sobre estos desafíos, entre los que se encuentra la rehabilitación de la piscina de 50 metros, única piscina olímpica de nuestra capital, PDA habló con Carlos Marcucci.
¿Qué se encontraron en el Club Neptuno?
Encontramos un club con una situación financiera muy comprometida, un presupuesto mensual muy comprometido, con deudas viejas que no se han pago por las cuales están cayendo pleitos. Un club en un estado deplorable de mugre y abandono por el cual muchos socios se fueron. Una de las cosas que intentamos hacer primero es limpieza.
¿Qué objetivos se trazaron?
Tenemos dos objetivos necesarios. Recomponer la sala de aparatos que está venida a menos es el primero. Ya estamos en gestiones para armarla. Lo otro que tenemos sí o sí es que abrir la piscina de 50 metros que está cerrada desde hace tres o cuatro años. Estamos funcionando solo con la de 25 metros.
Hay que conseguir los fondos para arreglar la piscina de 50 metros y abrirla. Teníamos 10 mil versiones de la piscina y por lo que vimos ahora no es tan serio el problema. Es una piscina que está con agua sucia, pero no se filtra. Se está esperando el arreglo de un caño de desagüe para desagotarla. Hay que emprolijarla, pintarla, arreglar los revoques. Es completamente recuperable. Esa piscina se va a abrir. No sé en qué tiempo, pero se va a abrir.
Tengo pendiente una reunión con la presidenta de la Federación Uruguaya de Natación, porque la piscina del Neptuno es emblemática y es muy importante para el Uruguay. Es la única piscina de 50 metros y si querés hacer un sudamericano de natación, el único lugar que tiene una piscina de 50 metros y una de 25 es el Neptuno. Es necesario por el país que le demos solución a esta piscina. Para uso de los nadadores del Uruguay.
¿Cuál es la situación económica del club para enfrentar esto?
Hay problemas financieros. Nos están llegando cedulones de préstamos del Ministerio de Turismo y Deporte, un dinero que entró hace tres años. Son 30 mil dólares que supuestamente entraron al club y nunca se presentó ni una rendición de cuentas de eso. Nosotros ahora tenemos que salir a buscar documentación que se ha extraviado, que es un misterio o que no está. La última cuota del Presupuesto Participativo (ciclo 2008) no se cobró porque no se presentó la rendición de cuentas de eso.
Yo tengo mi pensamiento muy claro sobre todo esto, pero hasta no reunir las pruebas no puedo decir nada. Estamos empezando a revisar la documentación que hay y si hubo irregularidades se van a iniciar acciones legales, pero preciso pruebas.
Ahora nosotros estamos haciendo contactos para traer inversiones al club para reactivar sectores que están muertos hoy en día. Que nos den ingresos y que podamos volcarlos al club y levantarlo. Seguir trayendo a los socios que todavía no vuelven porque no hay qué brindarles. Los números van a dar. Trayendo una cantidad de socios que no es descabellada vamos a equilibrar el déficit.
¿Qué metas deportivas tienen para esta gestión?
Tengo un gran interés por que el club vuelva a competir en natación. Hoy en día para nosotros es lo más fácil. Tenemos piscina, tenemos competidores en Amena, ordenándolo en corto plazo se puede hacer. El nombre de Neptuno en natación es emblemático. En judo se está compitiendo, en vóleibol también. La intención es que se pueda empezar a competir en las distintas disciplinas. Un club deportivo es social por un lado y competitivo por el otro. No por ganar, sino por estar en la actividad deportiva, relacionándose con los demás clubes. Si luego se traen trofeos, mejor, pero no es el fin actual. Queremos además inculcar valores. En el club se ha distorsionado mucho esto y el ambiente cambió. Vamos a hacer hincapié en empezar a inculcar valores.
En 2013 se evaluó realizar un acuerdo con la Fundación Deporte Uruguay (FDU) para utilizar el Neptuno como Centro de Alto Rendimiento (CAR) para varias disciplinas ¿Hay interés en conseguir un acuerdo de esas características?
En aquel momento yo era un socio común y corriente, teníamos muy poca información de lo que sucedía acá adentro. Aparentemente estaba encaminado, pero hubo un problema. El gobierno estaba negociando con representantes del club que no lo eran, que estaban en situación irregular por no haber llamado a elecciones. Cuando se conoció la situación pararon el tema.
El acuerdo que supuestamente se iba a hacer para el CAR en su momento, entregaba prácticamente todo el club; lo que quedaba para los socios era ínfimo. Ese acuerdo no se va a hacer. Los socios no lo quieren. El club es de los socios. Podemos compartirlo, llegar a un acuerdo, pero respetando la situación de los socios del Club Neptuno, que tomaron la decisión de que permanezca abierto. Podemos agarrar una parte del club y compartirla, pero no entregarlo. Eso es tajante.
Las circunstancias que lo depositaron en la presidencia no fueron las ideales, así como tampoco lo es el estado actual del edificio en el que funciona el club. “Era una monarquía esto. Un atropello a los socios, una falta de respeto. Hace un año y medio recurrimos a los organismos del Estado para reclamar legalmente que esto estaba en una situación irregular. Al principio nos dieron corte y en noviembre nos cambiaron el discurso. Entonces presentamos un recurso de amparo en la justicia”, explica el contador Marcucci. Así se destrancó el asunto. El Poder Judicial dio la razón a este grupo de socios y se realizó el pasado 20 de enero una asamblea, por primera vez en seis años. El 16 de marzo finalmente hubo elecciones, y la lista única liderada por Carlos obtuvo más de doscientos votos.
“Hay mucha gente en el club que está interesada, tiene su corazón en el club y quiere que no se cierre esto. Hay gente que ha venido a arreglar las plantas por darte un ejemplo”, dice el nuevo presidente.
Ahora viene la tarea. Reconstruir algo que estaba cada vez peor en los últimos años. Sobre estos desafíos, entre los que se encuentra la rehabilitación de la piscina de 50 metros, única piscina olímpica de nuestra capital, PDA habló con Carlos Marcucci.
¿Qué se encontraron en el Club Neptuno?
Encontramos un club con una situación financiera muy comprometida, un presupuesto mensual muy comprometido, con deudas viejas que no se han pago por las cuales están cayendo pleitos. Un club en un estado deplorable de mugre y abandono por el cual muchos socios se fueron. Una de las cosas que intentamos hacer primero es limpieza.
¿Qué objetivos se trazaron?
Tenemos dos objetivos necesarios. Recomponer la sala de aparatos que está venida a menos es el primero. Ya estamos en gestiones para armarla. Lo otro que tenemos sí o sí es que abrir la piscina de 50 metros que está cerrada desde hace tres o cuatro años. Estamos funcionando solo con la de 25 metros.
Hay que conseguir los fondos para arreglar la piscina de 50 metros y abrirla. Teníamos 10 mil versiones de la piscina y por lo que vimos ahora no es tan serio el problema. Es una piscina que está con agua sucia, pero no se filtra. Se está esperando el arreglo de un caño de desagüe para desagotarla. Hay que emprolijarla, pintarla, arreglar los revoques. Es completamente recuperable. Esa piscina se va a abrir. No sé en qué tiempo, pero se va a abrir.
Tengo pendiente una reunión con la presidenta de la Federación Uruguaya de Natación, porque la piscina del Neptuno es emblemática y es muy importante para el Uruguay. Es la única piscina de 50 metros y si querés hacer un sudamericano de natación, el único lugar que tiene una piscina de 50 metros y una de 25 es el Neptuno. Es necesario por el país que le demos solución a esta piscina. Para uso de los nadadores del Uruguay.
¿Cuál es la situación económica del club para enfrentar esto?
Hay problemas financieros. Nos están llegando cedulones de préstamos del Ministerio de Turismo y Deporte, un dinero que entró hace tres años. Son 30 mil dólares que supuestamente entraron al club y nunca se presentó ni una rendición de cuentas de eso. Nosotros ahora tenemos que salir a buscar documentación que se ha extraviado, que es un misterio o que no está. La última cuota del Presupuesto Participativo (ciclo 2008) no se cobró porque no se presentó la rendición de cuentas de eso.
Yo tengo mi pensamiento muy claro sobre todo esto, pero hasta no reunir las pruebas no puedo decir nada. Estamos empezando a revisar la documentación que hay y si hubo irregularidades se van a iniciar acciones legales, pero preciso pruebas.
Ahora nosotros estamos haciendo contactos para traer inversiones al club para reactivar sectores que están muertos hoy en día. Que nos den ingresos y que podamos volcarlos al club y levantarlo. Seguir trayendo a los socios que todavía no vuelven porque no hay qué brindarles. Los números van a dar. Trayendo una cantidad de socios que no es descabellada vamos a equilibrar el déficit.
¿Qué metas deportivas tienen para esta gestión?
Tengo un gran interés por que el club vuelva a competir en natación. Hoy en día para nosotros es lo más fácil. Tenemos piscina, tenemos competidores en Amena, ordenándolo en corto plazo se puede hacer. El nombre de Neptuno en natación es emblemático. En judo se está compitiendo, en vóleibol también. La intención es que se pueda empezar a competir en las distintas disciplinas. Un club deportivo es social por un lado y competitivo por el otro. No por ganar, sino por estar en la actividad deportiva, relacionándose con los demás clubes. Si luego se traen trofeos, mejor, pero no es el fin actual. Queremos además inculcar valores. En el club se ha distorsionado mucho esto y el ambiente cambió. Vamos a hacer hincapié en empezar a inculcar valores.
En 2013 se evaluó realizar un acuerdo con la Fundación Deporte Uruguay (FDU) para utilizar el Neptuno como Centro de Alto Rendimiento (CAR) para varias disciplinas ¿Hay interés en conseguir un acuerdo de esas características?
En aquel momento yo era un socio común y corriente, teníamos muy poca información de lo que sucedía acá adentro. Aparentemente estaba encaminado, pero hubo un problema. El gobierno estaba negociando con representantes del club que no lo eran, que estaban en situación irregular por no haber llamado a elecciones. Cuando se conoció la situación pararon el tema.
El acuerdo que supuestamente se iba a hacer para el CAR en su momento, entregaba prácticamente todo el club; lo que quedaba para los socios era ínfimo. Ese acuerdo no se va a hacer. Los socios no lo quieren. El club es de los socios. Podemos compartirlo, llegar a un acuerdo, pero respetando la situación de los socios del Club Neptuno, que tomaron la decisión de que permanezca abierto. Podemos agarrar una parte del club y compartirla, pero no entregarlo. Eso es tajante.