Queda en familia
Pablo Aprahamian será el judoka celeste que participe en los Juegos Olímpicos, luego de que Mika, su hermano, perdiera el cupo continental.
Foto: Federación Internacional de Judo
"Es inexplicable", dijo Pablo Aprahamian mientras todavía hacía las cuentas. Las competencias internacionales del pasado fin de semana lo depositaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016, algo que ni él mismo se esperaba un tiempo atrás.
Hasta entonces, en la categoría de su hermano Mikael (-81kg), un competidor argentino estaba clasificando directo por ranking mundial. Sin embargo, la actividad de este fin de semana en el que no luchó por lesión lo empujó algunos puestos hacia atrás y terminó ocupando un cupo continental. Eso por consiguiente dejó a Mika sin chances de clasificación olímpica.
En la misma familia, pero en otra categoría (-100kg), Pablo recibió la noticia con sentimientos ambiguos que describió como "una sensación agridulce". Mientras su hermano veía su sueño alejarse, el suyo propio estaba más cerca.
Con su hermano desplazado, el cupo celeste pasó a manos de Pablo, el uruguayo mejor clasificado en el continente en su categoría. Pablo está por encima de un estadounidense y este lunes se despertó haciendo números. Las cuentas cerraron y según interpretó, el de Estados Unidos no puede alcanzarlo en las competencias restantes. Por esa razón, Pablo confirmó a PDA que estará en Río 2016.
"Inesperado. Buscado. Hace un mes tenía poca esperanza, y mi felicidad era ver a mi hermano ahí. Porque que luche él, para mí, es como que luche yo", explicó el judoka, ahora clasificado a sus primeros JJOO.
Hasta entonces, en la categoría de su hermano Mikael (-81kg), un competidor argentino estaba clasificando directo por ranking mundial. Sin embargo, la actividad de este fin de semana en el que no luchó por lesión lo empujó algunos puestos hacia atrás y terminó ocupando un cupo continental. Eso por consiguiente dejó a Mika sin chances de clasificación olímpica.
En la misma familia, pero en otra categoría (-100kg), Pablo recibió la noticia con sentimientos ambiguos que describió como "una sensación agridulce". Mientras su hermano veía su sueño alejarse, el suyo propio estaba más cerca.
Con su hermano desplazado, el cupo celeste pasó a manos de Pablo, el uruguayo mejor clasificado en el continente en su categoría. Pablo está por encima de un estadounidense y este lunes se despertó haciendo números. Las cuentas cerraron y según interpretó, el de Estados Unidos no puede alcanzarlo en las competencias restantes. Por esa razón, Pablo confirmó a PDA que estará en Río 2016.
"Inesperado. Buscado. Hace un mes tenía poca esperanza, y mi felicidad era ver a mi hermano ahí. Porque que luche él, para mí, es como que luche yo", explicó el judoka, ahora clasificado a sus primeros JJOO.