"La Davis era una guerra"
Marcelo Filippini visitó PDA y contó jugosas historia de su carrera en la Copa Davis, Roland Garros y los Juegos Olímpicos. Escuchalo.
Si uno piensa en los mejores tenistas de la historia de Uruguay, indudablemente termina en la tríada de Diego Pérez, Marcelo Filippini y Pablo Cuevas, cada cual con sus atributos.
Filippini llegó a ser 30° del ranking ATP, es el uruguayo que más lejos llegó en un Grand Slam (cuartofinalista en Roland Garros 1999) y el único tenista -hasta Cuevas- en participar de unos Juegos Olímpicos (Atlanta 1996), en los que además fue el abanderado en el desfile inaugural.
Este martes Filippini visitó PDA Radio y recordó ese momento de ingresar al estadio olímpico como abanderado y dijo que "no tiene precio". Sin embargo, confesó que la organización de los Juegos le pareció muy mala. "Las habitaciones eran mínimas y la ropa que mandó el COU era una desastre", tiró.
Sobre haber estado entre los ocho mejores de Roland Garros, dijo que "fue un sueño" y contó las increíbles horas que vivió previo al cruce de octavos y cuál fue su cábala en ese torneo.
El polvo de ladrillo siempre fue su superficie predileta. "En polvo de ladrillo en un buen día le podía ganar a cualquiera. En cemento podía perder con cualquiera", comentó, agregando qué elementos técnicos cambian según el tipo de cancha.
"El golpe que me hacía ganarle a los buenos era mi drive plano". Eso dijo él sobre su punto fuerte. Así, por ejemplo, le ganó a leyendas como Guillermo Vilas e Ivan Lendl. Contra otros, como Sampras y Agassi, jugó pero nunca les pudo ganar.
Filippini es también hombre récord en Uruguay por ser el tenista celeste que más triunfos consiguió en la historia de la Copa Davis. Por los años 90 Uruguay jugó memorables series para intentar ingresar al Grupo Mundial, con él y Diego Pérez como estandartes.
"No había posibilidades que juegue mal en la Copa Davis", aseguró, por todo lo que le generaba. "La Davis antes era un guerra", dejó en claro, pintándolo con dos anécdotas tremendas en Brasil y Bahamas.
Estas y varias historias más, un análisis de la actualidad del tenis uruguayo y del surgimiento de jóvenes valores, su nuevo rol de entrenador y también comentarista televisivo, todo eso pasó por la entrevista en PDA.
Escuchala:
Filippini llegó a ser 30° del ranking ATP, es el uruguayo que más lejos llegó en un Grand Slam (cuartofinalista en Roland Garros 1999) y el único tenista -hasta Cuevas- en participar de unos Juegos Olímpicos (Atlanta 1996), en los que además fue el abanderado en el desfile inaugural.
Este martes Filippini visitó PDA Radio y recordó ese momento de ingresar al estadio olímpico como abanderado y dijo que "no tiene precio". Sin embargo, confesó que la organización de los Juegos le pareció muy mala. "Las habitaciones eran mínimas y la ropa que mandó el COU era una desastre", tiró.
Sobre haber estado entre los ocho mejores de Roland Garros, dijo que "fue un sueño" y contó las increíbles horas que vivió previo al cruce de octavos y cuál fue su cábala en ese torneo.
El polvo de ladrillo siempre fue su superficie predileta. "En polvo de ladrillo en un buen día le podía ganar a cualquiera. En cemento podía perder con cualquiera", comentó, agregando qué elementos técnicos cambian según el tipo de cancha.
"El golpe que me hacía ganarle a los buenos era mi drive plano". Eso dijo él sobre su punto fuerte. Así, por ejemplo, le ganó a leyendas como Guillermo Vilas e Ivan Lendl. Contra otros, como Sampras y Agassi, jugó pero nunca les pudo ganar.
Filippini es también hombre récord en Uruguay por ser el tenista celeste que más triunfos consiguió en la historia de la Copa Davis. Por los años 90 Uruguay jugó memorables series para intentar ingresar al Grupo Mundial, con él y Diego Pérez como estandartes.
"No había posibilidades que juegue mal en la Copa Davis", aseguró, por todo lo que le generaba. "La Davis antes era un guerra", dejó en claro, pintándolo con dos anécdotas tremendas en Brasil y Bahamas.
Estas y varias historias más, un análisis de la actualidad del tenis uruguayo y del surgimiento de jóvenes valores, su nuevo rol de entrenador y también comentarista televisivo, todo eso pasó por la entrevista en PDA.
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