Turquía llegó al Mundial de Corea y Japón 2002 sin demasiados pergaminos. En la historia solo tenía una participación mundialista y en las eliminatorias no había dejado por el camino a grandes equipos. Sin embargo se quedó con el tercer puesto.

Fue, sin dudas, la mejor Turquía de la historia y fue también un equipo que quedó en la retina de varios. Algunos se acordarán de la cara pintada del arquero Rustu, del gol rápido de Hakan Sukur, del pelado Sas o del aún vigente Emre Belözoglu.

El pasado martes, en PDA Radio, se nos dio por rememorar a la Turquía del 2002. El antes, el durante y el después de los turcos en el Mundial asiático.

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