Minutos después de la goleada de Uruguay sobre Paraguay por las Eliminatorias, Ignacio González visitó PDA Radio. Primero se habló de fútbol y de la selección. Para el Nacho, "no es fácil jugar en Uruguay de enganche", dado que "no nos destacamos por poner muchos jugadores de buen pie".

Lo dice alguien que vistió varios años la camiseta de la selección y que incluso estuvo en el Mundial de Sudáfrica. "Me quedé con ese sabor agridulce de no haber jugado más", confiesa. Es que Nacho jugó el primer tiempo del primer partido de ese Mundial y luego no volvió a entrar.

Igual, sobre el "Maestro" Tabárez tiene solo elogios. "Es buena gente, muy sincero y directo", recalcó. Ahora ya hace bastante que no es citado, pero de todos modos, admite Nacho, "hasta el día de hoy cuesta no estar ahí adentro y verlo de afuera".

El actual 10 de Wanderers contó también lo complejo que fue para él arreglar con Nacional hace tres años. "Fue una de las decisiones más difíciles que tomé en mi vida", aseguró. "Yo si hubiera sido hincha de Danubio también me hubiera calentado", agregó.

Luego de su estadía en los tricolores, González puede decir con propiedad que "no es fácil jugar en los cuadros grandes" e indica que hay "mucha presión de la hinchada".

En la actualidad, que lo tiene vistiendo la camiseta bohemio, juega con otro volante de buen manejo como Matías Santos. "Me encanta cómo juega. Me gusta lo simple que hace el fútbol y nos entendemos muy bien", lo elogió.

Entre los chistes de fútbol, y a veces no tan chistes, a Nacho González se le pone con frecuencia el rótulo de "pecho frío". "Al que juega bien se le dice pecho frío", se defiende él, argumentando que meter pasa por otro lado. "No le doy demasiada importancia", aclara.

Para Nacho, de lo peor que tuvo que soportar en su carrera fueron las lesiones, que fueron numerosas e importantes. "En muchos momentos pensé en dejar esto porque el tema de las lesiones me tenía un poco podrido", confesó.

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