"Puedo estar más arriba"

Cuevas conversó con PDA en Viena y contó sus próximas metas.

Una sala de prensa como cualquier otra, rodeado de personas que no hablan español, y con un protocolo estricto que respetar. Es la vida dentro de los torneos ATP y es el día a día de Pablo Cuevas. Luego de que el encargado de prensa nos diera el ok nos pudimos sentar. La charla empezó sola, y se iba por temas que nada tenían que ver con el tenis. El frío nos dio la excusa para meternos en el tema.

- ¿Cómo es jugar indoor?
- Está bueno el hecho de que llueva, truene, haya viento o lo que sea, sabés que jugás. Nunca vas a tener dos partidos de singles en un día porque se atrase. Por otro lado, cae sobre el final del año, y estar todo el día sin ver la luz se hace bastante aburrido. También me pasa que en algunos indoor me ha ido más o menos bien, pero a esta altura del año llegás cansado, los resultados no son los mejores. Se hace cansador el último tramo del año. Cuando jugás bien y te sentís cómodo en la cancha todo lo empezás a ver mejor. Por ejemplo, la temporada europea de polvo de ladrillo para mí es espectacular: París, Montecarlo, Roma, Madrid, al aire libre, la superficie que a mí me gusta. Porque cuando está todo bueno y no ganás es difícil decir: “la pase increíble, pero perdí tres semanas en primera ronda”.
 
La gira que lo trae por Viena empezó el 3 de octubre en Shangai donde perdió en primera rueda con David Ferrer (13°). Luego tocó Beijing donde volvió a caer en primera ronda con el chino Di Wu (182°). De allí voló a Amberes donde le ganó el eslovaco Kovalik (128°) y perdió con el argentino Scwartzman (77°). En Viena debutó con Joao Sousa (34°) en un partido que no pudo terminar por dolores en su rodilla izquierda. La última parada de esta gira es el Masters 1000 de París, el último torneo del año para él. La temporada es larga, y los únicos días sin actividad son en noviembre. 

- ¿Se hacen desear esos 20 días libres de noviembre?
- La verdad salí con ilusión de hacer un buen final de año, acompañando un poco lo que venía haciendo. Queda una semana y espero tener una mejor sensación. Pero sí, ya tengo todo organizado para las vacaciones y con ganas de que lleguen. El año es bastante duro, hay pocos momentos de descanso, tenés dos o tres días después de cada gira. Porque después cuando decís “estoy descansando” estás preparando el torneo siguiente. Y cuando preparás un torneo entrenás más que en competencia.
 
Esta gira fueron todos torneos en cancha dura, una superficie en la que Cuevas ha hecho progresos pero que no es su fuerte. 

- La temporada empieza en cancha rápida, ¿Cómo te venís sintiendo en esta superficie?
- La verdad el año pasado terminé con una sensación buena en esta superficie. En la gira de EEUU de cemento, le gané a Karlovic en Beijing, en Valencia había hecho cuartos, como que mejoré. Este año aprendí un montón de cosas pero no las pude poner en práctica, y fui perdiendo partidos y con eso confianza, y la confianza en este deporte es clave. Estoy seguro que voy a terminar jugando bien en esta cancha, no se están dando los resultados y se me pone difícil la cosa. Creo que el año que viene puedo tener una mejor temporada en esta superficie.
 
- ¿Ya estás diagramando la temporada que viene?
- Por suerte al estar tan arriba en el ranking no hay que pensar mucho, salvo cuándo y dónde arrancar. No jugar qualy de nada es bastante más fácil. Torneos como Doha o Chennai no los voy a jugar. Habría que arrancar el 30 de diciembre desde allá y habiendo tanto torneo no se justifica arrancar tan temprano. Arrancaré en Sydney o en Auckland. Jugaré los torneos de Australia y después está la gira sudamericana. A Quito seguramente no voy a ir. Será bastante parecida a la de este año.

- Granollers cambia de pareja en dobles el año que viene, ¿cómo te deja a vos?
- Mi prioridad es el singles, así que no es una preocupación. Estaba bueno el hecho de jugar con Marcel porque ambos jugábamos el singles a full, y si en algún momento teníamos que dejar el dobles de lado ya estaba hablado. Nos conocemos desde los 15 años, tenemos muy buena onda tanto adentro como fuera de la cancha. Y lo fácil era que no tenía que andar buscando compañero para cada semana o para cuando tenía ganas de jugar dobles. Igual este año terminamos coincidiendo mucho menos de lo que pensábamos. Ahora por ejemplo yo estoy en Viena y él está en Basilea, cuando teníamos alguna chance de entrar al Master. No fue la prioridad jugar el dobles porque nos salteamos varios torneos. Pero sí estaba bueno jugar con un amigo. No voy a quedar con ningún compañero fijo por el momento. En Sudamérica no creo que juegue el dobles, hace mucho calor, los partidos en tierra son más largos, y quiero estar con el foco puesto en el singles. 

- Compartís circuito con Nadal, Murray, Federer, Djokovic. Muchos señalan que es la mejor generación de la historia. ¿Cómo se vive?
- Por un lado está bueno, el hecho de estar en la misma era que estos tipos. Pero por otro lado, durante mucho tiempo cuando estaban del 1 al 4, no había huecos en los cuadros. Daban muy pocas posibilidades para avanzar a las instancias finales de los torneos grandes. Hoy que están un poco más separados en el ranking y que incluso algunas semanas no juegan, dan un poco más de lugar para que se metan otros jugadores y para mí que estoy ahí atrás está bueno que pase. Estuvo buenísimo haber podido enfrentar a todos, menos a Djokovic, y con algunos me he quedado con la espina, sobre todo con Roger. Estoy contento de haber convivido con ellos, con Djokovic no tengo mucho trato, pero con los otros tres, sobretodo con Nadal y Federer tengo muy buena onda, he entrenado muchas veces con ellos, charlado y es lindo estar compartiendo circuito con ellos. 

- Dice Agassi en su biografía: “Para llegar a donde nunca llegaste debes hacer lo que nunca hiciste”. Vos llegaste en el ranking a donde no llegó ningún uruguayo. Tuviste que hacer algo que no habías hecho, ¿qué fue?
- Muchos me dicen: “estás dentro de los 20 que impresionante, nunca te lo imaginaste”. Y sí que me lo imaginé, y no me sorprende porque no es que del 500 pasé al 19. Todo el tiempo fui haciendo pasitos, siempre convencido de que podía estar más arriba, incluso ahora sigo creyendo que sigo aprendiendo y que puedo alcanzar un ranking mejor que este. La clave creo que fue confiar en mí, animarme a hacer cambios, como cambios de entrenador, de sumar gente en el equipo, de hacer un calendario más agresivo. Dejar de jugar torneos 250 y jugar torneos 500 o 1000. En esta gira, de los cinco que jugué, uno solo era 250. Si bien contra más de uno de los que perdí en esta gira estaban por debajo de mí en el ranking, de todas maneras siento que es un salto el aceptar que voy a hacer ese calendario. Es como decir “yo soy parte de esta elite” y di un click en no ponerme como prioridad los torneos 250. Empezás a creértela un poco más, a agarrar un poco más de confianza. Creyendo en mi independientemente de lo que escucho por ahí, sobre todo cuando estuve lesionado. El saber escuchar a la gente que elegí en mi equipo y hacer caso aunque por ahí no estaba tan convencido.
 
- Felipe Macció le dijo a tus padres que tenías futuro de Top 50 cuando solo tenías 12 años. Y entre los dos hicieron un montón de sacrificios a una edad donde no aparecían los apoyos. ¿Cuánto hay de ese Pablo Cuevas en el de hoy?
- Felipe me tenía confianza, veía y sabía, pero de alguna manera fue un inconsciente por ahí al decir eso. Obviamente que se tenía fe y estaba convencido. Sin él, hoy yo no estaría acá, hubo que recorrer bastante en el medio, pero empezó por esa parte. Sigo siendo el mismo, simplemente con otros compromisos. Cuando tengo tiempo me gusta disfrutar casi de las mismas cosas que en aquel momento. Cada vez que voy a Salto, voy a pescar. Incluso cuando estoy en Uruguay voy a visitar a Felipe y nos vamos a pescar, o a surfear. Antes eso era casi a diario, y ahora pasa bastante menos.
 
La pregunta final es, en realidad, una opinión disfrazada de pregunta. Considero que el periodismo deportivo funciona a impulsos (es un problema de todo el periodismo en Uruguay, pero del deportivo especialmente). Cuando a un deportista fuera del fútbol o el básquetbol le va bien, tendremos una amplia cobertura. Eso sucede en el tenis también y le pregunté a Cuevas cómo cree que se comunica sobre tenis en Uruguay. Lo primero que aclara es que hay excepciones en forma de buenos periodistas que entienden de lo que hablan e informan seguido de tenis.
- Cuando te va bien empiezan a opinar periodistas que ni conozco, a arrobarme en twitter. Yo no soy de estar muy pendiente de las notas, pero algún amigo siempre hace llegar. Me doy cuenta que cuando los resultados acompañan aparece gente que nunca vio tenis y se pone a opinar como si supiera. En otros momentos no habla nadie. Todavía falta más cultura de entender el tenis y que, a través de ellos, la gente que no está en el tenis lo entienda un poco más.

Si no entendés el deporte uno piensa: “este loco pierde todas las semanas”. Y sí, es lo que le pasa a todos del top cuatro para atrás. Si tuviste un año espectacular saliste campeón de tres o cuatro semanas”. Wawrinka está tres del mundo y este año ganó cuatro torneos. Más de cuatro torneos tienen ganados Murray y Djokovic. Si no perdés todas las semanas es porque estás dentro de los cinco del mundo. Y eso es difícil de entender a veces. De repente no dicen nada de que gane la primera y la segunda ronda y te dicen “perdió en cuartos de final”. Sí, en algún momento voy a perder. Ojalá que el año que viene gane seis semanas, este año gané dos e hice dos finales.

Yo soy autocrítico conmigo y sé que fui irregular en el año. Muchas semanas podría haber hecho mejores cosas y en vez de estar 22 podría estar 15 o 16. Nunca tuvimos una cultura de tenis. En Uruguay somos muy futboleros e incluso así, cuando el Maestro Tabárez pierde dos partidos, se dice “basta del maestro” que se vaya, y ganan dos partidos y ya sacamos pasajes a Rusia. 

Igual este año he escuchado que se habla mucho más de tenis o me han llegado comentarios de muchas más personas que otros años. Creo que eso está bueno y se van a ir sumando más periodistas a difundirlo.