Con sal y pimienta

La ensaladera es de Argentina por primera vez. Emotiva final de Copa Davis.

davisargg.jpg
Después de estar 2 - 1 abajo y con Del Potro al borde del abismo, los argentinos resurgieron de las cenizas y dieron vuelta la serie para ganar la Copa Davis por primera vez en la historia. "Delpo" remontó un partido imposible ante Cilic, el seis del mundo y Delbonis borró de la cancha al gigante Karlovic.

"Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe", reza el dicho popular. Después de cuatro finales desperdiciadas y mucha frustración acumulada, Argentina se consagró campeón de la Copa Davis por primera vez en la historia, tras dar vuelta una serie increíble en Croacia. Jugando de visitante, la albiceleste se impuso en los dos puntos del domingo y terminó transformando un 1 - 2 parcial en un 3 - 2 agónico y con tintes de campeonato futbolero a la uruguaya. Sufrido, de atrás y remando contra todas las adversidades. Del Potro logró una verdadera hazaña ante Marin Cilic, ganando por primera vez en su carrera profesional un match en el que arrancó dos sets abajo; dejó todo en tablas; mientras que el héroe inesperado fue Federico Delbonis, quien terminó decidiendo la copa a favor del equipo sudamericano en sets corridos contra Karlovic.

La historia había arrancado el viernes en la tarde de Zagreb, cuando Marin Cilic y Federico Delbonis abrieron la gran final de la edición 2016 del mundial de tenis; el lungo europeo se fue arriba dos sets a cero y cuando parecía tener todo bajo control llegó lo inesperado. El nacido en Azul, Provincia de Buenos Aires, reaccionó y empardó las cosas tras ganar los dos siguientes parciales. Sin embargo, allí se puso de manifiesto la mayor experiencia del número seis del ranking mundial, quien liquidó el set definitivo y, por consiguiente, el match con relativa comodidad. Más tarde llegaba el momento de que Delpo validara su favoritismo ante Karlovic. El gigante de 2,11 se la puso difícil e hizo que el argentino estuviese en cancha durante más de tres horas, en lo que fue un triunfo sudado y costoso. Éxito en cuatro sets y todo como al principio de cara al dobles que se disputaría en menos de 24 horas.

Ya en la jornada del sábado, la pareja de Cilic y Dodig puso a Croacia en ventaja una vez más, tras imponerse claramente al dúo formado por Del Potro y Mayer en sets corridos (7-6, 7-6 y 6-3). Convincente actuación de los locales, quienes mostraron aplomo y solidez para quedar a un pasito de la gloria y dejar, de esta forma, a los argentinos una vez más con las ganas de gritar campeón.

Llegó el domingo con los del Rio de la Plata siempre corriendo de atrás, en desventaja como todo el fin de semana y de visitantes, en tierras extrañas; más a la uruguaya que nunca. Entonces lo que parecía una trama final a toda orquesta de los dueños de casa, con Marin Cilic siendo el actor absolutamente protagónico de la película, se desvaneció en un santiamén. El croata dispuso de una ventaja de 2 sets a 0 frente a Juan Martín Del Potro pero no pudo cerrar el match.

En el momento más caliente, Delpo sacó a relucir toda su jerarquía y por primera vez en 15 oportunidades revirtió un encuentro en el que estaba dos abajo y al borde del abismo. Épica victoria para la Torre de Tandil en cifras de 6-7, 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3 después de 4 horas y 53 minutos de un tenis fabuloso y una reacción digna de un tipo predestinado, de esos que nacen para lograr cosas importantes.

El mejor punto de la final - Por J.M Del Potro



Aún faltaba lo mejor, el quinto y decisivo punto. Cuando quizás muchos pensamos en que Leonardo Mayer sería el encargado de cerrar la serie como ante los británicos en Glasgow; Daniel Orsanic volvió a sorprender al mundo tenístico tirando a la cancha a Fede Delbonis, quien el viernes había librado una batalla de casi cuatro horas. La película de suspenso llegó a su clímax pero el suspenso duró poco y el Arena Zagreb se tiñó de albiceleste. Fue paliza de Delbonis, quien pasó por encima al veterano Ivo Karlovic por 6-3, 6-4, 6-2 y les dio la tan ansiada ensaladera de plata a los hermanos rioplatenses. Delirio generalizado de los miles de argentinos que viajaron a Croacia y epílogo con broche de oro.

El camino a la gloria fue sinuoso, largo y empinado, siempre jugando de visitante; primero en Polonia, después en Italia, más tarde en Escocia y finalmente en tierras croatas. Finalmente, después de tanto nadar para morir en la orilla, los de acá a la vuelta lograron seducir a esa dama tan esquiva, esa que coqueteó pero terminó eludiendo las vitrinas argentas en 1981, 2006, 2008 y 2011.

Quizás hoy, sin tantos nombres rutilantes; con más unión y menos vedetismo que en aquellas oportunidades. Esta vez sí, apoyado en el liderazgo tenístico indiscutido de Juan Martín Del Potro y la capitanía cerebral de Daniel Orsanic, el tenis argentino consiguió lo que el fútbol de aquel país no pudo en las últimas décadas. Formar un verdadero equipo en el que todos aportan un granito de arena. Salud campeón.

El punto decisivo de Delbonis