Sin chistar
Clippers y Thunder arrancaron picando en punta en el oeste, sin grandes fichajes.
Westbrook, en el partido de OKC contra Clippers. Foto: Nba.com
Lejos de los fichajes rimbombantes y ajenos al ruido que generaron otros equipos en pretemporada, los Clippers y Oklahoma arrancaron con todo y, por el momento, comandan la Conferencia Oeste. Por el otro lado, Cleveland parece estar un escalón encima del resto, aunque Atlanta le quitó el invicto y promete dar pelea.
Tras las primeras dos semanas de competencia en el básquetbol de la NBA, Los Angeles Clippers y Oklahoma City Thunder son, hasta el momento, los sorpresivos líderes de la Conferencia Oeste con un récord actual de seis partidos ganados y tan solo una derrota. Ninguno de los dos estaba en los planes de muchos antes de empezar la temporada, ya que fueron bastante silenciosos respecto a fichajes estelares en sus plantillas. En silencio y con un arranque explosivo, a esta altura del partido, miran de arriba a serios candidatos como Golden State Warriors o San Antonio Spurs. Por el lado del Este, los Cleveland Cavaliers parecen vivir en una dimensión distinta a la de sus rivales más allá de que en la jornada del martes hayan perdido su invicto jugando frente a los siempre complicados Atlanta Hawks.
Cuando Kevin Durant dejó Oklahoma para firmar con Golden State, ni el más optimista hincha de los Thunder podía imaginar semejante arranque. Russell Westbrook tomó las riendas de la situación, asumió el desafío de su incipiente liderazgo exclusivo, siendo el factor preponderante y encontró en Enes Kanter, Victor Oladipo y Steven Adams tres actores de reparto muy rendidores.
De todos modos, la Westbrook-dependencia parece demasiada si tenemos en cuenta que el ayuda base devenido en base lidera los rubros de puntos, asistencias y rebotes en este inicio de temporada; promedios de 30,4 puntos por partido, 9,9 asistencias y 8,4 rebotes hablan a las claras de un nivel superlativo que será difícil sostener a lo largo del año competitivo. En Oklahoma rezan para que ni siquiera se resfríe y su estado físico no le juegue malas pasadas.
Por su parte Los Angeles Clippers de la mano del carismático Doc Rivers se ha transformado en el eterno candidato que nunca llega a destino. Sin embargo esta temporada, los angelinos se mantuvieron en las sombras, sin apelar a grandes incorporaciones; manteniendo una base sólida conformada hace años y con el mismo maestro de orquesta en el banco de suplentes. Ahora solo resta ahuyentar a las lesiones que muchas veces han torcido un destino que parecía promisorio.
El equipo menos glamoroso de Hollywood cuenta con muchas variantes en ataque; Griffin y Paul aparecen siempre como primeras opciones, pero las manos calientes de Jamal Crawford (nombrado mejor sexto hombre del año en la 2015-2016) y J.J Reddick serán aportes indispensables en la búsqueda de una inédita final para la franquicia. Otra pieza que será clave para el éxito a largo plazo de los Clippers es DeAndre Jordan, quien más allá de su eterno dilema desde la línea de tiros libres (28% de aciertos en la temporada), es fundamental en el juego debajo de los tableros, tanto en ataque como en defensa; siendo el máximo rebotero del equipo con 12 rebotes por match y también el que más tapones reparte con 2 por encuentro. La veteranía de Chris Paul será vital para conducir los hilos del equipo y alimentar al explosivo Blake Griffin, quien se ha consolidado como el líder anotador con casi 20 puntos de promedio.
En la Conferencia Este, los Cleveland Cavaliers (6 ganados de 7) parecen despegados del resto; a pesar de que Lebron y compañía perdieron el invicto en la competición, tras caer ante el siempre peligroso Atlanta Hawks, jugando como locales. A corto, mediano y largo plazo no parece haber un rival firme para los Cavs en la búsqueda de su tercera final consecutiva, aunque esto recién empieza y todo puede suceder.
Con la base del campeón bien afirmada, Cleveland se respaldará en las armas que lo llevaron a la gloria en la 2015-2016; el liderazgo cada día más cerebral y menos para la tribuna de James, quien acumula promedios escalofriantes y cerca del triple doble en estos pocos partidos (23 pts, 10 asi y 9 reb), un talento indispensable llamado Kyrie Irving (líder en goleo con 24) y la potencia en las tablas de Tristan Thompson. A todo esto hay que sumar la experiencia de Kevin Love, la mano de seda de JR Smith y los efectivos trabajos de rol que cumplen Channing Frye, Iman Shumpert y el tatuado Chris Anderssen, quien lleva a cabo el trabajo sucio, tan invisible como necesario.
La anaranjada recién empezó a picar pero el espectáculo toma color y empieza a perfilar contendientes; alguno llegará al final, otros morirán en la orilla y otros se desvanecerán por su propio peso.
10 grandes jugadas de Chris Paul y Griffin
Tras las primeras dos semanas de competencia en el básquetbol de la NBA, Los Angeles Clippers y Oklahoma City Thunder son, hasta el momento, los sorpresivos líderes de la Conferencia Oeste con un récord actual de seis partidos ganados y tan solo una derrota. Ninguno de los dos estaba en los planes de muchos antes de empezar la temporada, ya que fueron bastante silenciosos respecto a fichajes estelares en sus plantillas. En silencio y con un arranque explosivo, a esta altura del partido, miran de arriba a serios candidatos como Golden State Warriors o San Antonio Spurs. Por el lado del Este, los Cleveland Cavaliers parecen vivir en una dimensión distinta a la de sus rivales más allá de que en la jornada del martes hayan perdido su invicto jugando frente a los siempre complicados Atlanta Hawks.
Cuando Kevin Durant dejó Oklahoma para firmar con Golden State, ni el más optimista hincha de los Thunder podía imaginar semejante arranque. Russell Westbrook tomó las riendas de la situación, asumió el desafío de su incipiente liderazgo exclusivo, siendo el factor preponderante y encontró en Enes Kanter, Victor Oladipo y Steven Adams tres actores de reparto muy rendidores.
De todos modos, la Westbrook-dependencia parece demasiada si tenemos en cuenta que el ayuda base devenido en base lidera los rubros de puntos, asistencias y rebotes en este inicio de temporada; promedios de 30,4 puntos por partido, 9,9 asistencias y 8,4 rebotes hablan a las claras de un nivel superlativo que será difícil sostener a lo largo del año competitivo. En Oklahoma rezan para que ni siquiera se resfríe y su estado físico no le juegue malas pasadas.
Por su parte Los Angeles Clippers de la mano del carismático Doc Rivers se ha transformado en el eterno candidato que nunca llega a destino. Sin embargo esta temporada, los angelinos se mantuvieron en las sombras, sin apelar a grandes incorporaciones; manteniendo una base sólida conformada hace años y con el mismo maestro de orquesta en el banco de suplentes. Ahora solo resta ahuyentar a las lesiones que muchas veces han torcido un destino que parecía promisorio.
El equipo menos glamoroso de Hollywood cuenta con muchas variantes en ataque; Griffin y Paul aparecen siempre como primeras opciones, pero las manos calientes de Jamal Crawford (nombrado mejor sexto hombre del año en la 2015-2016) y J.J Reddick serán aportes indispensables en la búsqueda de una inédita final para la franquicia. Otra pieza que será clave para el éxito a largo plazo de los Clippers es DeAndre Jordan, quien más allá de su eterno dilema desde la línea de tiros libres (28% de aciertos en la temporada), es fundamental en el juego debajo de los tableros, tanto en ataque como en defensa; siendo el máximo rebotero del equipo con 12 rebotes por match y también el que más tapones reparte con 2 por encuentro. La veteranía de Chris Paul será vital para conducir los hilos del equipo y alimentar al explosivo Blake Griffin, quien se ha consolidado como el líder anotador con casi 20 puntos de promedio.
En la Conferencia Este, los Cleveland Cavaliers (6 ganados de 7) parecen despegados del resto; a pesar de que Lebron y compañía perdieron el invicto en la competición, tras caer ante el siempre peligroso Atlanta Hawks, jugando como locales. A corto, mediano y largo plazo no parece haber un rival firme para los Cavs en la búsqueda de su tercera final consecutiva, aunque esto recién empieza y todo puede suceder.
Con la base del campeón bien afirmada, Cleveland se respaldará en las armas que lo llevaron a la gloria en la 2015-2016; el liderazgo cada día más cerebral y menos para la tribuna de James, quien acumula promedios escalofriantes y cerca del triple doble en estos pocos partidos (23 pts, 10 asi y 9 reb), un talento indispensable llamado Kyrie Irving (líder en goleo con 24) y la potencia en las tablas de Tristan Thompson. A todo esto hay que sumar la experiencia de Kevin Love, la mano de seda de JR Smith y los efectivos trabajos de rol que cumplen Channing Frye, Iman Shumpert y el tatuado Chris Anderssen, quien lleva a cabo el trabajo sucio, tan invisible como necesario.
La anaranjada recién empezó a picar pero el espectáculo toma color y empieza a perfilar contendientes; alguno llegará al final, otros morirán en la orilla y otros se desvanecerán por su propio peso.
10 grandes jugadas de Chris Paul y Griffin