Las cosas en su sitio
Golden State se recuperó del mal inicio y comanda la NBA.
Después de un arranque de temporada con derrota por paliza ante San Antonio, a los Warriors se les movió el piso. A pesar de que llegaron un par de victorias consecutivas, el nivel de juego no fue del todo convincente y las voces del exitismo precoz comenzaron a escucharse.
Hoy, el subcampeón del mejor básquetbol del mundo se ha recuperado y tiene en su poder una marca de 27 partidos ganados y tan solo 5 caídas.
Durante la jornada navideña, los dirigidos por Steve Kerr cayeron en cifras de 109 a 108 frente al vigente monarca Cleveland Cavaliers; sin embargo, aún se mantienen como los mejores de la NBA, un partido por encima de los propios Cavs y los inoxidables Spurs.
Con Kevin Durant y Stephen Curry como estandartes, Golden State ha ganado ocho de los últimos diez partidos jugados, y como se preveía en la antesala del torneo, se perfila como uno de los grandes candidatos, sino el gran candidato para quedarse con el anillo.
Mezcla explosiva de juventud y experiencia, los Warriors se han ido convirtiendo, paulatinamente, en un engranaje eficaz y aceitado que tritura defensas; no en vano, estamos hablando del equipo que arrasa en las estadísticas ofensivas: el más goleador de la NBA con 117 puntos por match y también el más certero de todos con un 49,5 de promedio general en tiros de cancha.
Vital para este funcionamiento de ataque es cómo se han entendido las estrellas del grupo; caso raro en la liga. Golden State tiene la particularidad de contar en sus filas a tres jugadores promediando por encima de veinte unidades por juego y ellos son los integrantes del Big Three.
Kevin Durant (26.2 ppp), Stephen Curry (24.1) y Klay Thompson (21.4) están en un gran momento basquetbolístico y se han ido adaptando uno al otro para conformar un trío de cracks que dejan los egos en una posición secundaria para consolidar una idea de equipo que esté por sobre todas las cosas.
Además, cuentan con el aporte indispensable e invaluable de Draymond Green, a quien podemos considerar el rey de la versatilidad. Aquel que todo lo hace y que en cualquier ítem del juego aporta su granito de arena.
Al día de la fecha, Green lidera tres rubros estadísticos claves para el andamiaje de cualquier colectivo; líder en rebotes (8,7), asistencias (7,3) y robos de pelota (2,2), el temperamental ala pivot también aporta su cuota goleadora (10,6) y es pieza fundamental en el armado del coach Kerr en lo que respecta a la defensa. Dos veces integrante del equipo defensivo del año (2015, 2016), muestra partido a partido sus credenciales a la hora de bajar la cola y cuidar el aro propio.
Uno que tal vez aún no ha dado lo que se esperaba es Zaza Pachulia, quien arribó a Golden State en el presente 2016 proveniente de Dallas. Será vital su rápida inserción en el equipo para hacerse fuertes en la pintura y la toma de rebotes, donde quizás podemos encontrar el mayor déficit de los Warriors. El nacido en la ex Unión Soviética de 32 años de edad tiene 5,9 rebotes por partido, aunque pensando en su talla se le podría pedir bastante más.
Más allá del quinteto titular, siempre importante para imponer cierto respeto, este equipo siempre se ha caracterizado por la profundidad y calidad de su banco de suplentes, el cual muchas veces termina haciendo la diferencia; incluso para darles descanso a los capos y que estos lleguen fresquitos y encendidos a las pelotas finales.
Shaun Livingston y los experientes Andre Iguodala y David West son tres de los excelentes recambios con los que cuenta Steve Kerr cuando mira para el costado. Encontrando la senda del triunfo y el buen juego, los Warriors depositan sus esperanzas en una plantilla completa y con posibilidades de recambio para momentos calientes de partido.
Este 25/12 perdieron ante su sombra negra con un doble sobre la chicharra; una vez más fue Irving el verdugo, igual que en la definición del campeonato anterior. Pero como dice el refrán popular, la venganza tarda pero llega y la misma podría ser cuando en junio se corte el bacalao.
Aún queda mucha tela por cortar y escollos a superar en la híper competitiva conferencia del Oeste, aunque entre ceja y ceja los guerreros de Golden State vislumbren a Le Bron en el horizonte lejano.