"Ganar como sea no va"
Entrevista a Líber Vespa, entrenador con estilo propio.
Sitio Web oficial de Líber Vespa
¿Cómo viste el Uruguayo Especial?
Como lo dice el nombre “especial”. Algo muy parecido a lo que se viene jugando, a nivel de juego no hubo sorpresas. Todos los equipos muy irregulares.
El fútbol uruguayo es muy competitivo, te pongo el ejemplo de Fabbianesi que es amigo, vos ves el fútbol de afuera y decís “acá juega cualquiera”. Pero cuando entras a jugar es dificilísimo, porque vas a jugar contra el último y te hace partido.
Jugaste en la selección en la Copa América de Paraguay 99, ¿Notás diferencias?
La selección actual es muy generosa, cualquier cuerpo técnico tiene la posibilidad de armar amistosos o visitar el complejo.
Entre lo que yo viví y lo que veo ahora desde afuera es una diferencia grandísima. Yo no tenía tanto compromiso con la selección como tienen los jugadores de ahora. Los jugadores de selección de ahora tienen un sentido de pertenencia mucho más grande de lo que teníamos antes.
¿El fútbol local podrá contagiarse de lo que hace la selección?
El cambio fundamental que se tiene que dar es que toda la parte administrativa de los clubes se capacite. El jugador de fútbol se queda a patear 20 minutos después del entrenamiento, y eso es una formación y una capacitación. Yo como entrenador voy a todos los cursos que puedo, el profe Salsamendi lo mismo. Todos nos formamos. Pero la parte dirigencial tiene que dar el salto, que sea dirigente formado, capacitado, no solo que tenga tiempo y quiera al club. El cambio del fútbol uruguayo lo va a dar la parte dirigencial, cuando empiecen a estar al nivel en el que están sus empleados.
Estuviste de gerente deportivo en Cerro y Torque, ¿cómo fue esa experiencia?
Yo tuve la suerte de ser presidido por Miguel Cejas en Cerro y la capacidad de delegar de Miguel era su mejor virtud. Luego fui a Torque y ahí hice un posgrado en gerencia deportiva, porque tenía mucho menos recursos humanos. Si había que fichar un jugador o encargar el agua lo tenía que hacer yo. Eso me hizo dar cuenta que no sabía un montón de cosas, fue terrible formación.
¿A qué juegan los equipos de Vespa?
Con nosotros el cuento ese de “ganar como sea” no va. No es que no me importe ganar, pero cuando ganas como sea no sabes cómo hiciste para ganar. Todo tiene que tener un orden, una manera, un estilo. El cómo es fundamental. Apuntamos mucho a tener la pelota, a jugar en cancha rival y tenemos cuatro premisas: ordenado, táctico, rápido y técnico. Después se puede jugar con línea de tres o cuatro, pero los pilares son esos.
¿Las canchas de entrenamiento no atentan un poco contra el juego ágil?
El hábito lo tenes que crear igual. Luego te puede pasar que en la jugada te pique mal la pelota, y el entrenador no tiene mucho para hacer porque no podés arreglar la cancha. Nosotros pedimos que los jugadores cuiden la pelota, eso implica que queremos tenerla desde sectores defensivos. El riesgo que te pique mal la pelota es el mismo que el que tiene el jugador que pega un pelotazo.
Te baja la calidad del entrenamiento si la cancha está mal. La frase nuestra es: “¿te pica mal la pelota? Vamos a rompernos el lomo, salir campeones y quizá tengas la chance de ir a jugar a un equipo con todas las canchas buenas”. Es más sencillo que un club haga una buena temporada y pegar un pase, que arregle las canchas.
El juego de posesión implica cierta formación técnica de los jugadores, principalmente en el volante central, ¿estás limitados por eso?
Hay un cierto mito del 5 marcador que no puede parar la pelota y dársela a un compañero, porque es muy bueno marcando. Nosotros no planteamos salir del área tirando caños, pedimos pararla y dársela a un compañero. Si un jugador llegó a primero eso lo puede hacer.
¿Cómo se entrena ese estilo de juego?
Nuestras charlas técnicas apuntan a darle herramientas al jugador para que pueda resolver ese tipo de situaciones. Por ejemplo, no desmarcarse antes, sino en el momento justo.
Profes Salsamendi: Algo que dice siempre Liber es que el jugador uruguayo es muy noble, es capaz de hacer 100 metros de área a área para defender y le cuesta quizá moverse dos metros para desmarcarse y generar un pase limpio.
Si a vos te preguntan ¿cúal es el jugador más agresivos del Barca? Capaz alguno dice Mascherano, para mi es Messi o Suárez. Te agreden todo el tiempo, agrasividad deportivo, porque siempre están buscando hacer daño al rival. Mascerano capaz que te tranca y te hace doler las muelas, pero nosotros hablamos de la agresividad deportivo.
El maestro ha declarado varias veces que uno de los debes es generar un juego más elaborado con mayor protagonismo de la línea de volantes. ¿Vos te encontras con esa realidad en tus equipos?
Nosotros hablamos mucho con el Colo Tetes y el Salsa, analizando nuestro propio trabajo. Y algún día llegaremos a un equipo en el que no tendremos los jugadores para hacer lo que nosotros pretendemos, y no podemos ser tan necios de seguir jugando de una manera para la cuál que no tendremos los jugadores. El desafío será disfrutarlo tanto como disfrutamos ahora, porque a nosotros esta manera de jugar nos encanta, tener la pelota, estar arriba de los rivales, jugar siempre en cancha de ellos, que termine el partido y encontrarnos con que la posesión de pelota fue nuestra. Esa manera hoy nos encanta. Creemos que esa manera es la mejora para ganar.
Uno de los peligros de apostar a la posesión es generar pases que no conduzcan a nada, tenerla por tenerla. ¿Cómo se trabaja eso en el día a día?
A nosotros nos ha pasado de tener que hablar con algún plantel para aclarale que no nos interesa tener la pelota por tenerla, nos interesa la pelota porque podemos hacer daño. El momento de trabajarla es en el momento del entrenamiento táctico, de planificar como jugarle al rival de turno.
¿En que sector de la cancha te gusta que se de el 1 contra 1 para romper líneas?
Nosotros lo proponemos todo el tiempo y hasta con los zagueros te diría. En ese caso con mucho menos riesgo. A veces se da que moves la pelota por el perímetro y hasta que un zaguero no quiebra un poquito ningún jugador contrario sale a marcarte, y cuando un rival te sale a marcar es que deja el hueco, no hay mucha vuelta.
¿Qué rol cumple el arquero en ese tipo de juego?
Nosotros trabajamos con Gonzalo Noguera y básicamente le pedimos que el arquero tiene que atajar, tampoco pasarnos, no quiero un arquero habilidoso que se las meta para adentros. Vos tenes tres arqueros, si los tres atajan bien, el que juega mejor con los pies tiene más chance de jugar. Si tenes dos que atajan bien y juegan bien con el pie, la decisión pasa por el que interprete mejor el juego.
¿Qué le robaste a los técnicos que tuviste cuando eras jugador?
Miguel Puppo me marcó mucho, me subió a primera y aprendí mucho de orden táctico y aspectos defensivos. Llegué al fútbol argentino con 22 años luego de pasar por Cerro con Puppo y en la parte táctica estaba a la par de los más experientes.
También me marcó en otros aspectos, me hacía ir a las renuniones entres los referentes del plantel y los dirigentes para que escuchara.
Entrenadores que admiro tuve al Patón Bauza, Menotti, Daniel Carreño. Daniel tiene un estilo de conducción donde entrenar con alegría es fundamental. Copiamos mucho de eso.
El Patón nos hacía competir por el puesto hasta el último momento. Los titulares estaban claros, pero el plantel no lo definía hasta el mismo día, eso hacía que la cena anterior no regalaras nada porque no sabías si ibas al banco o no. Eso es algo que intentamos implementarlo dentro de nuestro estilo.
Como lo dice el nombre “especial”. Algo muy parecido a lo que se viene jugando, a nivel de juego no hubo sorpresas. Todos los equipos muy irregulares.
El fútbol uruguayo es muy competitivo, te pongo el ejemplo de Fabbianesi que es amigo, vos ves el fútbol de afuera y decís “acá juega cualquiera”. Pero cuando entras a jugar es dificilísimo, porque vas a jugar contra el último y te hace partido.
Jugaste en la selección en la Copa América de Paraguay 99, ¿Notás diferencias?
La selección actual es muy generosa, cualquier cuerpo técnico tiene la posibilidad de armar amistosos o visitar el complejo.
Entre lo que yo viví y lo que veo ahora desde afuera es una diferencia grandísima. Yo no tenía tanto compromiso con la selección como tienen los jugadores de ahora. Los jugadores de selección de ahora tienen un sentido de pertenencia mucho más grande de lo que teníamos antes.
¿El fútbol local podrá contagiarse de lo que hace la selección?
El cambio fundamental que se tiene que dar es que toda la parte administrativa de los clubes se capacite. El jugador de fútbol se queda a patear 20 minutos después del entrenamiento, y eso es una formación y una capacitación. Yo como entrenador voy a todos los cursos que puedo, el profe Salsamendi lo mismo. Todos nos formamos. Pero la parte dirigencial tiene que dar el salto, que sea dirigente formado, capacitado, no solo que tenga tiempo y quiera al club. El cambio del fútbol uruguayo lo va a dar la parte dirigencial, cuando empiecen a estar al nivel en el que están sus empleados.
Estuviste de gerente deportivo en Cerro y Torque, ¿cómo fue esa experiencia?
Yo tuve la suerte de ser presidido por Miguel Cejas en Cerro y la capacidad de delegar de Miguel era su mejor virtud. Luego fui a Torque y ahí hice un posgrado en gerencia deportiva, porque tenía mucho menos recursos humanos. Si había que fichar un jugador o encargar el agua lo tenía que hacer yo. Eso me hizo dar cuenta que no sabía un montón de cosas, fue terrible formación.
¿A qué juegan los equipos de Vespa?
Con nosotros el cuento ese de “ganar como sea” no va. No es que no me importe ganar, pero cuando ganas como sea no sabes cómo hiciste para ganar. Todo tiene que tener un orden, una manera, un estilo. El cómo es fundamental. Apuntamos mucho a tener la pelota, a jugar en cancha rival y tenemos cuatro premisas: ordenado, táctico, rápido y técnico. Después se puede jugar con línea de tres o cuatro, pero los pilares son esos.
¿Las canchas de entrenamiento no atentan un poco contra el juego ágil?
El hábito lo tenes que crear igual. Luego te puede pasar que en la jugada te pique mal la pelota, y el entrenador no tiene mucho para hacer porque no podés arreglar la cancha. Nosotros pedimos que los jugadores cuiden la pelota, eso implica que queremos tenerla desde sectores defensivos. El riesgo que te pique mal la pelota es el mismo que el que tiene el jugador que pega un pelotazo.
Te baja la calidad del entrenamiento si la cancha está mal. La frase nuestra es: “¿te pica mal la pelota? Vamos a rompernos el lomo, salir campeones y quizá tengas la chance de ir a jugar a un equipo con todas las canchas buenas”. Es más sencillo que un club haga una buena temporada y pegar un pase, que arregle las canchas.
El juego de posesión implica cierta formación técnica de los jugadores, principalmente en el volante central, ¿estás limitados por eso?
Hay un cierto mito del 5 marcador que no puede parar la pelota y dársela a un compañero, porque es muy bueno marcando. Nosotros no planteamos salir del área tirando caños, pedimos pararla y dársela a un compañero. Si un jugador llegó a primero eso lo puede hacer.
¿Cómo se entrena ese estilo de juego?
Nuestras charlas técnicas apuntan a darle herramientas al jugador para que pueda resolver ese tipo de situaciones. Por ejemplo, no desmarcarse antes, sino en el momento justo.
Profes Salsamendi: Algo que dice siempre Liber es que el jugador uruguayo es muy noble, es capaz de hacer 100 metros de área a área para defender y le cuesta quizá moverse dos metros para desmarcarse y generar un pase limpio.
Si a vos te preguntan ¿cúal es el jugador más agresivos del Barca? Capaz alguno dice Mascherano, para mi es Messi o Suárez. Te agreden todo el tiempo, agrasividad deportivo, porque siempre están buscando hacer daño al rival. Mascerano capaz que te tranca y te hace doler las muelas, pero nosotros hablamos de la agresividad deportivo.
El maestro ha declarado varias veces que uno de los debes es generar un juego más elaborado con mayor protagonismo de la línea de volantes. ¿Vos te encontras con esa realidad en tus equipos?
Nosotros hablamos mucho con el Colo Tetes y el Salsa, analizando nuestro propio trabajo. Y algún día llegaremos a un equipo en el que no tendremos los jugadores para hacer lo que nosotros pretendemos, y no podemos ser tan necios de seguir jugando de una manera para la cuál que no tendremos los jugadores. El desafío será disfrutarlo tanto como disfrutamos ahora, porque a nosotros esta manera de jugar nos encanta, tener la pelota, estar arriba de los rivales, jugar siempre en cancha de ellos, que termine el partido y encontrarnos con que la posesión de pelota fue nuestra. Esa manera hoy nos encanta. Creemos que esa manera es la mejora para ganar.
Uno de los peligros de apostar a la posesión es generar pases que no conduzcan a nada, tenerla por tenerla. ¿Cómo se trabaja eso en el día a día?
A nosotros nos ha pasado de tener que hablar con algún plantel para aclarale que no nos interesa tener la pelota por tenerla, nos interesa la pelota porque podemos hacer daño. El momento de trabajarla es en el momento del entrenamiento táctico, de planificar como jugarle al rival de turno.
¿En que sector de la cancha te gusta que se de el 1 contra 1 para romper líneas?
Nosotros lo proponemos todo el tiempo y hasta con los zagueros te diría. En ese caso con mucho menos riesgo. A veces se da que moves la pelota por el perímetro y hasta que un zaguero no quiebra un poquito ningún jugador contrario sale a marcarte, y cuando un rival te sale a marcar es que deja el hueco, no hay mucha vuelta.
¿Qué rol cumple el arquero en ese tipo de juego?
Nosotros trabajamos con Gonzalo Noguera y básicamente le pedimos que el arquero tiene que atajar, tampoco pasarnos, no quiero un arquero habilidoso que se las meta para adentros. Vos tenes tres arqueros, si los tres atajan bien, el que juega mejor con los pies tiene más chance de jugar. Si tenes dos que atajan bien y juegan bien con el pie, la decisión pasa por el que interprete mejor el juego.
¿Qué le robaste a los técnicos que tuviste cuando eras jugador?
Miguel Puppo me marcó mucho, me subió a primera y aprendí mucho de orden táctico y aspectos defensivos. Llegué al fútbol argentino con 22 años luego de pasar por Cerro con Puppo y en la parte táctica estaba a la par de los más experientes.
También me marcó en otros aspectos, me hacía ir a las renuniones entres los referentes del plantel y los dirigentes para que escuchara.
Entrenadores que admiro tuve al Patón Bauza, Menotti, Daniel Carreño. Daniel tiene un estilo de conducción donde entrenar con alegría es fundamental. Copiamos mucho de eso.
El Patón nos hacía competir por el puesto hasta el último momento. Los titulares estaban claros, pero el plantel no lo definía hasta el mismo día, eso hacía que la cena anterior no regalaras nada porque no sabías si ibas al banco o no. Eso es algo que intentamos implementarlo dentro de nuestro estilo.