"Antes de clasificar a Río yo ya tenía en mente seguir con otra campaña". El autor de la frase es Pablo Defazio, velerista de 35 años, olímpico en Río 2016, pero con ganas de más. Con ganas de Tokio 2020.

Mariana Foglia (34), su esposa, es un poco más cauta. "Yo pensé que Río iban a ser mis Juegos y ya está", confesó en entrevista con PDA Radio, pero finalmente agarró viaje y va por otros más.

La misión no es sencilla. La clase en la que compiten, Nacra 17, sufrió modificaciones en el barco. "Hay que adquirir otro barco", directamente, uno con quillas especiales que a la vista del público lo hacen "volar".

"Este barco es mortal, el tripulante no para un segundo, tenés maniobras muy intensas", asegura Defazio, quien aclara que están "buscando empresas" para ser esponsoreados y financiar la compra.

Otra novedad es que al equipo se sumó Dominique Knüppel, en el mismo rol que Foglia, para alternar y enriquecer los entrenamientos. "Ellos ya tienen mucha experiencia en el barco, es entrar en un equipo que está funcionando", dijo la joven.

En setiembre de este año el equipo irá al Mundial, pero con "ningún objetivo de resultado", aclaran. En él competirán Defazio y Knüppel, y el objetivo es "hacerlo como experiencia".

Antes, "vamos a ir a Europa 15 días en el barco nuevo a aprender a volar", El año que viene, el 2018, tienen previsto, "hacer cinco campeonatos internacionales" y "la idea es clasificar a los Juegos Panamericanos".

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