Westbrook sigue encendido y es candidato de fierro para quedarse con el premio al jugador más valioso de la temporada regular de la NBA. Ya lleva 38 triples dobles en la 2016-2017 y va por el récord de 41 que pertenece al legendario Oscar Robertson. De su mano, el Thunder ya está en los playoffs.

Sin compartir la marquesina con nadie, erigiéndose en amo y señor de su equipo, el genial Russel Westbrook está tocando el cielo con las manos en las canchas de la NBA. Exhibiendo un nivel superlativo, es el artífice principal de que Oklahoma City Thunder haya asegurado su lugar en los playoffs en la noche del miércoles y se perfila como uno de los favoritos a ganar el premio MVP de la temporada regular. Con 38 triples dobles (tres rubros estadísticos en dobles dígitos) en lo que va de de la 2016-2017 está cerca del record de 41 que tiene Oscar Robertson; cifra que permanece imbatible desde el lejano 1962 y que hasta hace no mucho tiempo parecía imposible de quebrar.

En la velada del miércoles, el número 0 volvió a liderar a su equipo en otra remontada para el recuerdo, a domicilio, frente a Orlando Magic y consiguió un nuevo triple doble; con 57 puntos (máxima cantidad de puntos en un triple doble en la historia de la liga), 11 asistencias y 13 rebotes, el ayuda base comandó la reacción tras ir perdiendo por 21 tantos en el tercer cuarto. 

19 puntos en el último período y 7 en el alargue lo convirtieron una vez más en el muchachito de la película. Como si esto fuese poco, él fue quien mandó el match a la prórroga con un triple lanzado desde la casa y marcado por dos; una vez más ejecutando el tiro del final que estableció la igualdad en 102. Posteriormente llegó el desempate de cinco minutos y la victoria por 114 - 106.

Después de estar muchos años a la sombra de Kevin Durant, el ayuda base está en llamas y atraviesa el mejor momento de su carrera. Russ es el goleador absoluto en lo que va de la temporada; promediando 31,8 puntos, por encima de James Harden, quien es uno de sus competidores en la lucha por el trofeo de jugador más valioso. El goleo no es lo único que lo destaca; sino solo una virtud más en su vasto repertorio de player versátil. 10,4 asistencias y 10,6 rebotes por partido son otros de sus escalofriantes numeritos, que lo han transformado en una estrella tan brillante como completa.

También es importante su labor defensiva, ya que está entre los que más roban pelotas (1,6 por match), aunque si vemos la otra cara de la moneda, allí encontraremos su talón de Aquiles: las pérdidas. Más de 5 por noche parece un exceso para alguien que maneja los hilos de su equipo. Ese estilo frenético, vistoso y poco cerebral que muchas veces posibilita la victoria, es en otras ocasiones generador de decisiones inoportunas. Pero como ya lo dice el refrán sarna con gusto no pica; por ende, de más está decir que el aporte de esta bestia justifica cualquier pequeña contrapartida que venga incluida en el paquete.

Cuando Ibaka y Durant abandonaron el barco al final de la temporada pasada, el panorama pintaba negro para el Thunder y de no haber contado con la magia de un irreverente llamado Westbrook, el conjunto dirigido por Billy Donovan jamás hubiese soñado con tener récord ganador (43-31), manteniéndose en un dignísimo sexto puesto en la competitiva conferencia del Oeste y con el ticket asegurado para la post temporada. Leonard (Spurs) y Harden (Rockets) serán los principales contendientes en la lucha por el premio de jugador más valioso. “Mr. Triple Double” ni se inmuta y sigue obstinado en demostrarle al planeta que su techo aún está lejos.